Petrobras lidera descubrimientos de petróleo en el mundo; exploración es incierta

La inversión en exploración será crucial para la estatal brasileña en los próximos años, pero renunciar a la rentabilidad con los cambios de precios podría ponerlo todo en jaque

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Bloomberg Línea — Brasil, Namibia y Guyana lideran los descubrimientos de nuevas reservas de petróleo en el mundo, con empresas estatales encabezando este movimiento junto a gigantes privadas. En el caso de Petrobras (PETR3, PETR4), la exploración de nuevos pozos en 2023 será crucial para la generación de valor de la empresa, según analistas escuchados por Bloomberg Línea, ante la necesidad de desarrollarlos para garantizar la los volúmenes de producción a futuro.

Total (TTE), Petrobras y QatarEnergy lideraron, respectivamente, los nuevos descubrimientos de recursos de petróleo y gas en 2022, según un estudio de la consultora especializada Wood Mackenzie.

“Los resultados de la exploración petrolífera habían sido decepcionantes hasta 2021, pero el año pasado se produjeron descubrimientos prometedores”, declaró la directora mundial de exploración e investigación de la consultora, Julie Wilson.

Los descubrimientos se producen en un momento en que el nuevo gobierno, del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, discute cambios en la política de precios de los combustibles de la empresa estatal, lo que pone en duda la continuidad de la importante rentabilidad que la compañía ha logrado en los últimos años, necesaria para apoyar nuevas inversiones en proyectos.

En una entrevista concedida a GloboNews, el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, afirmó el miércoles que el gobierno cambiará la política de precios de los combustibles de Petrobras y que “la estatal necesita tener su costos en reales”. El ministro dijo que la aplicación de la medida comenzará después de la próxima reunión del consejo de administración de la empresa, a finales de abril.

Tras la declaración del ministro, Petrobras dijo en un comunicado al mercado que no ha recibido ninguna propuesta del Ministerio de Minas y Energía sobre el cambio en la política de precios.

En 2022, la mayor creación de valor provino de los descubrimientos de classe mundial en aguas profundas en Namibia, Guyana y Brasil, donde la última ola de exploración del presal finalmente tuvo éxito, destacó la consultora.

Wilson aclaró que muchos pozos del presal descubiertos en los últimos años han tenido un éxito limitado, en parte debido a la alta concentración de CO2, que puede causar, entre otros problemas, daños en los equipos o incluso la inviabilidad de proyectos.

Wood Mackenzie destacó que Petrobras hizo dos descubrimientos importantes recientemente: las acumulaciones de petróleo en los bloques Aram y Alto de Cabo Frio Central, ambos en la Cuenca de Santos.

Según estimaciones de la consultora, los volúmenes de Aram son de alrededor de 2.020 millones de barriles equivalente de petróleo (BEP). En Alto de Cabo Frio Central, son 619 millones de BEP. Aunque prometedores, los dos bloques todavía dependen de uma valoración para ser declarados comerciales.

“Este será un año crítico para Petrobras. Con la perforación de estos pozos, la empresa deberá tener más informaciones sobre si los bloques en cuestión son económicamente viables. Por eso, las inversiones en exploración serán muy importantes en 2023″, dijo Wilson.

Ella agregó que, con base en los planes de Petrobras, es posible suponer que habrá suficiente volumen de petróleo para la producción en el futuro, a condición de que haya desarrollo de nuevos yacimientos.

Proyección de inversiones

En el plan estratégico de Petrobras para el período de 2023 a 2027, la empresa prevé inversiones de cerca de US$ 78.000 millones. De ese total, el 83% (US$ 64.000 millones) se destinará a exploración y producción.

Schreiner Parker, vicepresidente senior y jefe para América Latina de la consultora Rystad Energy, explicó que es un camino largo para una petrolera pasar de la fase de exploración a la producción.

“La exploración [de petróleo] es una actividad de alto riesgo. Normalmente, una empresa perfora cinco pozos y sólo uno da resultados. Cuando se trata de perforaciones en aguas profundas, el volumen de inversión es aún más grande”.

Según la directora de Wood Mackenzie, el desarrollo de yacimientos en tierra (onshore) es más fácil y rápido. En el caso de los proyectos en aguas profundas (offshore) y ultraprofundas (presal), los costes y riesgos son considerablemente más grandes. “El reto en el presal es mucho mayor”, reflexiona Wilson.

Según el actual plan de negocios de Petrobras, la exploración en el llamado Margen Ecuatorial – una nueva frontera exploratoria situada en un área que se extiende entre los estados brasileños de Amapá y Rio Grande do Norte – recibirá inversiones de aproximadamente US$3.000 millones en los próximos cinco años. Se calcula que las reservas de la región rondan los 30.000 millones de barriles diarios.

Según Parker, sin embargo, la exploración en el Margen Ecuatorial será un gran reto. Él recuerda que otras petroleras ya han intentado explorar la región, pero se han encontrado con obstáculos medioambientales. “Este proceso burocrático puede causar problemas a Petrobras”, dijo.

Transición energética

Según Wood Mackenzie, las mayores petroleras del mundo, conocidas como las principales del sector, invierten una media entre US$500 millones y US$1.000 millones al año en exploración, centrándose en activos cuyos niveles de emisiones son menores. Es el caso del presal, que, por su alta productividad, es más eficiente y, en consecuencia, menos agresivo.

La estrategia forma parte del plan de descarbonización de las petroleras en un escenario de transición energética. “Se trata de una gran inflexión para estas empresas, que están reevaluando la fase de exploración. Los nuevos activos tienen que ser mejores que los que ya están en la cartera, con menor coste y menor intensidad de carbono”, señaló Wilson.

A principios de marzo, el nuevo CEO de Petrobras, Jean Paul Prates, afirmó que “la producción de petróleo no va a desaparecer” y que deben coexistir con las energías renovables “durante algunas décadas”.

“Petrobras mantendrá su foco en el upstream [exploración y producción] y en el presal, porque es nuestra actividad principal y es importante para financiar la transición energética. Nadie se transforma de la noche a la mañana”, dijo el ejecutivo a los inversores.

Paralelamente, la empresa estatal está evaluando proyectos de energías renovables, principalmente de generación eólica offshore. A principios del mes pasado, la empresa anunció la firma de una carta de intenciones con la noruega Equinor (EQNR) para estudios que involucran siete proyectos de generación eólica offshore en la costa brasileña, con potencial para generar hasta 14,5 gigavatios (GW).

El discurso de la transición contrasta con la medida de la estatal brasileña de reevaluar el programa de venta de activos en curso, que incluye operaciones en yacimientos maduros y refinerías.

“Actualmente, hay una gran disputa interna en las petroleras sobre el destino de los recursos. Las empresas están revisando sus presupuestos y es cada vez es más difícil justificar las inversiones en hidrocarburos”, afirmó Parker.

Pico de consumo

La consultora Rystad estima que el pico de la demanda mundial de petróleo y gas debería producirse entre 2025 y 2030, y sólo entonces empezaría a caer rápidamente durante la próxima década. Paralelamente, la producción debería empezar a retroceder a mediados de la década de 2030 si no se desarrollan nuevos yacimientos.

“Tendremos una competición entre naciones por la producción del petróleo restante de las reservas. Serán miles de millones de barriles que quedarán ‘en el suelo’ en 2050, 2060 y 2070. La velocidad de desarrollo de los proyectos importa en esta competición”, afirmó el fundador de la consultora, Jarand Rystad.

Parker afirmo que hace unos 15 años Brasil emergió como una gran potencia petrolera mundial con los descubrimientos en el presal. “El país era una gran promesa, pero ahora la historia está cambiando un poco”, dijo. En este sentido, señaló que las inversiones en exploración siguen muy necesarias.

La consultora estimó que para 2030, el mercado mundial demandará un suministro adicional de 63 millones de barriles diarios. Parker advierte de que la falta de inversión en nuevos pozos exploratorios puede causar grandes problemas, con el consecuente aumento de los precios.

“Antes de la guerra [en Ucrania], el pilar del sector energético se basaba en la sostenibilidad, pero ahora también en los costes y la seguridad energética. Todavía necesitamos invertir mucho dinero en petróleo”, evaluó.

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