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Bloomberg Opinión — Los nuevos datos de un fármaco experimental desarrollado por Eli Lilly & Co. plantean una pregunta intrigante sobre los tratamientos de la obesidad: ¿Hasta dónde puede llegar la pérdida de peso?

En un subgrupo de pacientes de un estudio de retatrutida en fase intermedia, la respuesta parece ser mucho. La mayoría de los participantes en un estudio publicado esta semana en la revista New England Journal of Medicine perdieron casi una cuarta parte de su peso corporal, y un subgrupo perdió más del 30% tras 48 semanas con una dosis alta del fármaco. Los médicos que dirigían el ensayo señalaron que algunas personas aún no se habían “estabilizado”, lo que sugiere que podrían perder aún más kilos.

Estas cifras son, francamente, alucinantes. Hace sólo dos años, Novo Nordisk reescribió la narrativa sobre los fármacos adelgazantes, que durante décadas habían ofrecido muy pocos beneficios y demasiados efectos secundarios, cuando demostró que las personas que tomaban Wegovy podían perder aproximadamente el 15% de su peso corporal. El año pasado, los observadores se quedaron atónitos cuando el tirzepatide de Lilly provocó una pérdida de peso de casi el 20% en un estudio de fase 3. Ahora, el último fármaco de Lilly, el tirzepatide, ha puesto el listón de la pérdida de peso aún más alto.

Por supuesto, los datos de retatrutida -tanto su eficacia como su seguridad- deben confirmarse en un ensayo más amplio. Pero para las personas con un IMC de 35 o más, ese nivel potencial de pérdida de peso “podría eliminar prácticamente la necesidad de cirugía bariátrica”, dijo Evan Seigerman, analista de BMO Capital Markets, en una nota a los inversores.

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Está claro que nos encontramos en un terreno totalmente nuevo en lo que respecta a la manipulación de nuestro metabolismo. Los científicos están aprendiendo cada vez más a aprovechar la intrincada interacción entre el cerebro y el intestino. Y el fármaco de Lilly está dando las primeras pistas de lo que podría significar para la salud de la sociedad.

La eficacia de la retatrutida parece deberse a su forma única de manipular las hormonas que controlan el apetito. Al igual que el Wegovy, la retatrutida imita una hormona llamada GLP-1, que ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre al indicar la secreción de insulina después de comer. Y, al igual que la tirzepatida, el fármaco también imita con potencia una segunda hormona implicada en la secreción de insulina llamada GIP. Pero la retatrutida también estimula una tercera hormona, el receptor del glucagón, que, a diferencia del GLP-1 y el GIP, se encuentra en el hígado.

De hecho, la pérdida significativa de peso no es la única razón por la que la gente está entusiasmada con los primeros datos del fármaco. Como ya he escrito en otras ocasiones, los medicamentos contra la obesidad todavía tienen que demostrar que pueden tener un efecto positivo en la salud de los pacientes. En este sentido, el fármaco de Lilly ya está alcanzando algunos resultados clave. Por ejemplo, el tratamiento con retatrutida dio lugar a una reducción del 20% del colesterol LDL o “malo”, el doble de la mejoría observada normalmente con otros fármacos GLP-1. Además, dosis más altas de retatrutida pueden reducir el colesterol LDL o “malo”.

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Y las dosis más altas de retatrutida redujeron los niveles de grasa en el hígado en más de un 80%. La hepatopatía es tan frecuente en los diabéticos de tipo 2 que la Asociación Americana de Diabetes recomendó recientemente que todos los diabéticos de tipo 2 se sometieran a pruebas de detección. Y una pequeña parte de las personas con hígado graso no alcohólico desarrollan una enfermedad más grave denominada EHNA, en la que la acumulación de tejido cicatricial acaba impidiendo el correcto funcionamiento del hígado.

La esperanza es que el fármaco adecuado para adelgazar pueda combatir a la vez la obesidad, la diabetes y la enfermedad hepática. Aunque aún deben realizarse estudios más amplios, parece que la retatrutida podría ser el fármaco adecuado para hacer frente a esta triple amenaza.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg lp y sus propietarios.