Sánchez continúa al frente del gobierno español tras amenazar con dimitir

Bloomberg — Pedro Sánchez ha anunciado que no va a dimitir como presidente del gobierno español y ha prometido quedarse para “defender la democracia”.

Tras tomarse un descanso para reflexionar sobre su futuro, Sánchez anunció su decisión en una declaración televisada desde su residencia oficial en Madrid. La semana pasada, el presidente del España de 52 años, había dicho que se planteaba dimitir después de que un juez abriera una causa por presunto tráfico de influencias contra su esposa, Begona Gómez.

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Sánchez ha descrito repetidamente la investigación sobre su esposa como parte de un complot de la derecha para acosar a su familia. Sin embargo, sus inusuales deliberaciones llegan poco después de un tercer mandato ganado a pulso, lo que lleva a los observadores a especular sobre si se trata de otra estratagema de alto riesgo del tipo por las que se ha hecho famoso el Presidente socialista.

Los que se inclinan a ver el episodio como errático se vieron alentados por el momento del anuncio del Primer Ministro, que se mantuvo en la opacidad hasta el lunes por la mañana y luego se adelantó una hora, apenas unos minutos después. Los críticos ya están aprovechando la oportunidad para arremeter contra él.

“Debería dar menos discursos sin periodistas y más ruedas de prensa para ofrecer explicaciones”, dijo este lunes la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, figura destacada de la oposición conservadora y una de las más poderosas críticas de Sánchez.

El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, fue más contundente: “Han tomado el pelo a una nación de 48 millones”, dijo en una rueda de prensa en Madrid.

Mientras que los compañeros socialistas de Sánchez le pidieron que se quedara mediante una manifestación el fin de semana, sus oponentes le acusan de hacerse la víctima y muchos en su propio partido están descontentos con la forma en que manejó el asunto.

Elecciones catalanas

La investigación sobre los negocios de Gómez fue instigada por una organización anticorrupción vinculada a la extrema derecha.

Sánchez y su gobierno mantienen desde hace tiempo una tensa relación con gran parte del poder judicial, al que consideran mayoritariamente conservador y próximo al Partido Popular, de centro-derecha. Los socialistas en el Parlamento han sido muy críticos con los tribunales, argumentando que muchas decisiones judiciales tienen motivaciones políticas.

El grupo de extrema derecha Vox ha intentado con regularidad anular leyes aprobadas por el gobierno recurriendo a los tribunales.

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La decisión de Sánchez se produce en un momento de gran tensión política en España, con la celebración de elecciones regionales en Cataluña el 12 de mayo. El partido socialista de Sánchez iba camino de arrebatar el poder a los separatistas, pero el anuncio del Presidente del Gobierno la semana pasada retrasó el inicio de la campaña y obligó al candidato socialista a replantear su estrategia en el último minuto.

La volátil política en la segunda región más grande del país ha tenido un impacto desmesurado desde un referéndum ilegal sobre la independencia en 2017 y el resultado de la votación del próximo mes podría tener amplias implicaciones nacionales.

Aunque la economía española, dependiente del turismo, sufrió más que muchas otras por los cierres pandémicos, Sánchez ha supervisado un sólido crecimiento económico desde que asumió el cargo en 2018, situándose regularmente entre los mejores de la zona euro.

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A pesar de esta expansión, la trayectoria económica de Sánchez ha suscitado críticas, sobre todo porque ha visto aumentar la deuda pública y no ha conseguido que su displicente coalición respalde grandes reformas. El país debería ser el segundo mayor beneficiario de los fondos de recuperación de la Unión Europea, pero no los ha aprovechado plenamente por su incapacidad para sacar adelante la legislación necesaria.

“He decidido continuar, con más energía si cabe, al frente del Gobierno”, dijo Sánchez durante el anuncio de este lunes, sin aceptar preguntas. “Asumo, ante todos ustedes, mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y serenidad por la necesaria regeneración de nuestra democracia”.

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