Buenos Aires — Bioceres Crop Solutions (BIOX), la biotech argentina que desarrolla semillas resistentes a la sequía, entre otros productos, se ha desplomado en el Nasdaq desde su máximo histórico de 2021, tras una caída vertiginosa a lo largo de los últimos 12 meses a contracorriente de los pronósticos alcistas de los analistas.
El derrumbe empezó a cobrar fuerza a mediados del 2024, cuando confluyeron la depresión del precio internacional de la soja, el adelantamiento y posterior freno de compras de insumos por parte de productores argentinos y condiciones financieras más duras en ese mercado, el principal para Bioceres. Esa tormenta perfecta hundió ingresos, redujo márgenes y dejó a la compañía dependiendo de la eventual reposición de inventarios de sus clientes.
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La compañía que lidera Federico Trucco había alcanzado una capitalización bursátil superior a los US$900 millones en 2022, cuando sus acciones llegaron a cotizar en torno a los US$15,70. Este viernes, en cambio, sus papeles se ubicaron en torno al US$1,70, con un market cap inferior a los US$110 millones.
El desplome de casi el 90% desde su máximo histórico convierte a la empresa de biotecnología agrícola en uno de los casos de mayor destrucción de valor entre las compañías argentinas que cotizan en Estados Unidos durante los últimos tres años.
De hecho, en 2025, Bioceres es la segunda acción argentina que más ha caído (-72% hasta este viernes) en la Bolsa estadounidense, solo superada por el rojo de 73% anotado por la software factory, Globant (GLOB).
“Este es el primer año a la baja en la serie desde que salimos a bolsa en 2019, y uno que viene con importantes lecciones en términos de gestión de riesgos y prudencia financiera”, señaló Trucco, CEO de Bioceres, en una llamada trimestral con analistas el 9 de septiembre.
El ejecutivo calificó el trimestre fiscal final de 2025 como uno “muy decepcionante para un año fiscal extremadamente desafiante”.
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La compañía agropecuaria informó que sus ingresos entre abril y junio se hundieron un 40% hasta US$74,7 millones, muy por debajo de las proyecciones de los analistas de US$110,1 millones, según reportó Dow Jones citando a Factset.
Bioceres registró, además, una pérdida operativa de US$14,9 millones y una pérdida total trimestral de US$48 millones, lo que llevó a un desplome intradiario de sus acciones de más de 20%.
¿Qué hay detrás del desplome de Bioceres?
Trucco había anticipado un cambio en el entorno operativo de argentino con la llegada de Javier Milei a la presidencia. En abril de 2024, cuando Bioceres aún valía US$800 millones en la Bolsa, dijo en una entrevista con Bloomberg Línea: “Esto de que podamos colocar deuda a tasas negativas, [para] las compañías que tenemos negocios denominados en dólares, claramente no va a existir hacia adelante. Vamos a tener un mercado de capitales mucho más demandante para financiar deuda y debemos como empresas ser prudentes en anticipar ese cambio”.
De esa forma, se refirió a la distorsión que habían generado en el mercado de renta fija argentino las copiosas regulaciones cambiarias del Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
La acción de Bioceres estuvo planchada entre el 2021 y 2023, pero resiliente al precio de la soja, que no había parado de ceder desde el 2022. En ese lapso, el papel osciló entre los US$10 y US$16 .
Para el año fiscal 2024 había comenzado a soplar el viento de frente: los clientes argentinos que se habían anticipado a una devaluación del peso y cubierto comprando insumos por adelantado dejaron de hacerlo, al no materializarse esa devaluación en 2025. “No tuvieron incentivos para mantener altos niveles de inventario”, dijo Trucco a los analistas en su llamada trimestral. La combinación del deterioro de las ventas, las condiciones financieras más duras y los escasos resultados al escalar el negocio de semillas HB4 creó lo que el CEO describió como “la posición en la que estamos reportando hoy”.
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Mirando para adelante
Paradójicamente, Trucco sugirió en la llamada con analistas que la derrota del gobierno de Milei en las elecciones legislativas bonaerenses en septiembre podría impulsar temporalmente las ventas.
“Es un poco contraintuitivo, pero cuando hay riesgo de devaluación, eso tiende a llevar a los productores a precomprar productos como hicieron en el año fiscal 2024”, explicó a Austin Moeller de Canaccord Genuity. “Después de las elecciones del último fin de semana, creo que está convirtiéndose en un driver. Esperamos un ritmo acelerado de ventas de insumos solo por eso”.
Durante la llamada con inversores del 9 de septiembre, Trucco reveló con números concretos la magnitud del colapso de la demanda en relación al año anterior en Argentina: el negocio de fertilizantes microgranulados se desplomó de 30.000 toneladas anuales a solo 14.000. No obstante, Bioceres subrayó como dato alentador que ahora “los inventarios han sido casi agotados”.
Argentina, un mercado aún afectado por altos impuestos a las exportaciones, representa más de la mitad de la facturación total de Bioceres Crop Solutions.
El ruido por el default de Bioceres S.A.
Mientras las acciones cedían en Wall Street, una crisis paralela asomaba en Argentina: Bioceres S.A., propietaria en los papeles de aproximadamente el 40% de las acciones de Bioceres Crop Solutions, había empezado a defaultear pagarés bursátiles por varios millones de dólares desde junio.
La situación escaló cuando Alejandro Antalich, nuevo CEO de Moolec Science (ahora casa matriz absoluta del grupo tras una compleja reestructuración), lideró una tensa videollamada con acreedores donde admitió llevar “cinco días sin dormir” por la crisis y pidió a los propios tenedores de deuda que sugirieran soluciones, según pudo corroboarar este medio.
Antalich reveló que Bioceres S.A. había tomado los pagarés específicamente para comprar acciones de BIOX, una estrategia que fracasó cuando el papel continuó cayendo en el Nasdaq. Los acreedores, frustrados por la falta de propuestas concretas, evaluaron acciones judiciales.
La estrategia de Bioceres en el radar de los inversores
La caída de Bioceres vuelve a poner la lupa sobre decisiones estratégicas de la empresa en los últimos años. En 2022, por lo pronto, la compañía emitió 25% de su capital social para adquirir a Marrone Bio Innovations, una empresa estadounidense que perdía US$11 millones anuales. “Si bien no hubo un crecimiento en el valor de la acción [de Bioceres], la acción no bajó un 25% para hacer lugar a la compra”, justificó Trucco en abril de 2024, celebrando que los inversores les dieran “el beneficio de la duda” sobre una adquisición que no aportaba “positive financials”.
“A medida que nosotros fuimos mostrando cómo esa historia nos genera competitividad presente y futura, creo que esperábamos que eso empiece a ser reflejado en el valor de la acción”, sumó en aquel entonces.
Otro giro estratégico fue la salida del modelo de “identity preserve” para las semillas HB4, reconociendo que intentaron escalar “más allá de nuestras capacidades”, según admitió Trucco en la llamada con analistas. La empresa ahora apunta a sociedades con empresas como Don Mario (GDM) para la soja y con Colorado Wheat Growers para el mercado estadounidense, optimizando el modelo de negocio a la demanda actual.
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“Creo que esto contribuirá de manera importante a volver a un perfil de margen bruto general de más del 40%”, dijo Trucco, apuntando a menores costos de capital de trabajo en el nuevo modelo.
El modelo identity preserve de Bioceres para HB4 consistía en un circuito cerrado que garantizaba la trazabilidad y pureza genética de las semillas, controlando toda la cadena desde producción hasta comercialización.
Incluso el acuerdo que firmó con Syngenta en 2022, que debería generar US$230 millones en 10 años, está rindiendo por debajo de lo esperado, con solo US$18 millones en profit sharing durante el año fiscal 2025.
Bioceres firmó en 2022 un acuerdo estratégico con Syngenta Seedcare para la comercialización global de sus soluciones biológicas para el tratamiento de semillas, excluyendo Argentina.
La empresa apunta a alcanzar un margen bruto del 40% y un margen de EBITDA del 22%.
Mientras Argentina sigue como signo de interrogación, los mercados de Estados Unidos y Brasil -donde Bioceres creció 17% y 29% respectivamente en el año fiscal 2025- ofrecen un horizonte de contrapeso.
“El focus ahora es cash generation, no crecimiento del top line”, dijo Trucco ante analistas, reconociendo que la prioridad es sobrevivir antes que expandirse. Cuando Kristen Owen de Oppenheimer le preguntó por las métricas clave para los próximos 6-9 meses, Trucco fue directo: “Capital de trabajo, asegurarnos de estar por debajo de 5 meses de ventas, crecimiento moderado del top line pero expandiendo rentabilidad a nivel de EBITDA y margen bruto son los indicadores clave mientras avanzamos hacia una situación más estabilizada”.
¿Hay esperanza de recuperación para la acción?
A pesar del colapso, los analistas de Wall Street mantienen price targets que implican subas de más del 100% desde niveles actuales.
Cabe resaltar, sin embrgo, que en noviembre de 2024, Ben Klieve de Lake Street Capital Markets tenía un precio objetivo de US$13 y Austin Moeller de Canaccord Genuity apuntaba a US$9,50 para fines de 2025. Con la acción hoy en US$1,70, esos pronósticos quedaron lejos de la realidad.
Los nuevos targets, significativamente más bajos pero aún optimistas, sugieren que los analistas no terminan de aceptar la magnitud del colapso. Lake Street Capital ahora apunta a US$5 (antes US$13), Oppenheimer y Brookline Capital proyectan US$3, mientras que Canaccord Genuity redujo su objetivo a US$2,50 (desde US$9,50). El consenso del mercado en US$4 implica que la acción tendría que duplicarse, pese al historial de pronósticos que no se cumplieron.
De los cuatro analistas que siguen la acción, Lake Street Capital y Oppenheimer mantienen una recomendación de compra, mientras que Canaccord Genuity y Brookline Capital sugieren mantenerla en cartera.