Los “cholets” son un tipo de construcción arquitectónica y cultural única que se originó en Bolivia, especialmente en la ciudad de El Alto, que está situada cerca de La Paz, la capital del país. Estos edificios, que son una combinación de la arquitectura tradicional andina y elementos modernos, llaman la atención de los desprevenidos que visitan el país sudamericano por primera vez por sus extravagantes y coloridas formas. Suelen ser utilizados como viviendas propias, pero también tienen múltiples usos adjuntos.
El término “cholet” es un juego de palabras que combina las palabras “chalet” y “cholo”. Chalet es una palabra de origen francés que generalmente se utiliza para referirse a una casa de estilo alpino o montañés. Por otro lado, “cholo” es un término que se utiliza en América Latina, especialmente en Bolivia y Perú, para referirse a personas de ascendencia indígena.
En estos años, los cholets se han convertido en un emblema de la nueva burguesía boliviana. Los cholets son más que simples viviendas: son expresiones arquitectónicas y culturales que reflejan la identidad y la riqueza de la nueva élite económica en Bolivia.
Estas edificaciones arquitectónicas pueden costar, en promedio, entre uno y dos millones de dólares, aunque encuentran ejemplares más caros.
La construcción de cholets comenzó a ser notable en la ciudad de El Alto a partir de la década de 2000. Durante este período, hubo un aumento significativo en la prosperidad económica en Bolivia, impulsado en parte por el auge de los precios de las materias primas, como el gas y los minerales, así como por políticas económicas internas.
Pero no solo hay cholets vinculados a la cultura andina, sino que existen algunas construcciones muy conocidas con imágenes tridimensionales de superhéroes estadounidenses, como Iron Man o un robot de Transformers.
Más que solo una casa
El sitio Visit Bolivia explica que esta nueva arquitectura nació de las manos del arquitecto Freddy Mamani, quien el año 2002 inició la construcción de su primer cholet. Suelen reflejarse elementos de uso cotidiano en el mundo aymara como: aguayos, polleras, y también animales andinos. Para estas estructuras, la fachada se vuelve la cara principal de la casa, y en donde generalmente sobresalen las muestras de identidad y esencia andina.
Acerca de la distribución de los espacios dentro de un Cholet, generalmente en el primer piso presentan tiendas comerciales, mismas que son alquiladas o utilizadas por el propietario. Los ambientes del segundo piso están designados para el establecimiento de un salón de eventos sociales, en donde el diseño andino-moderno y adornos coloridos decoran cada rincón de este ambiente. Los departamentos del tercer al quinto piso son utilizados para alquilar o como vivienda de los hijos y en el último piso se encuentra el chalet, que es habitado por los dueños e hijos de la familia, pero que en algunos casos son alquiladas a terceros.