Bloomberg Línea — EE.UU. confirmó que descertificó a Colombia en medio de los desafíos que enfrenta el país sudamericano en la lucha contra las drogas, situándolo en el mismo estatus de naciones en la región como Venezuela y Bolivia.
La descertificación, en términos prácticos, implica que un país ha sido incluido en la lista de naciones que no cooperan en la guerra contra las drogas.
Colombia, un histórico aliado de EE.UU. en Latinoamérica, no formaba parte de esta lista desde 1997.
“Si se considera que los países han cooperado completamente con EE.UU., son certificados. Si no, se les niega la certificación y se suspende la ayuda exterior”, explica el Departamento de Justicia.
Por ley, el presidente de EE.UU. debe referir cuáles son los países que no han cumplido con sus compromisos de cara a los acuerdos internacionales antinarcóticos durante los 12 meses anteriores.
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La decisión podría tener repercusiones tanto políticas como económicas, aislando al país de la cooperación en la lucha antidrogas y otros recursos financieros en esa materia.
De acuerdo al Gobierno colombiano, el país no tendrá sanciones tras la descertificación de Estados Unidos.
De acuerdo a información de la Cámara de Comercio Colombo Americana, (AmCham Colombia), el país sudamericano ha sido el mayor receptor de asistencia económica de Estados Unidos en el Hemisferio Oeste en los últimos 50 años.
Además, Estados Unidos se mantiene como el principal inversor histórico de Colombia.
La inversión estadounidense en el primer trimestre de 2025 alcanzó los US$1.080,2 millones, representando el 34% de los US$3.142,2 millones que recibió el país en ese periodo, de acuerdo con cifras del Banco de la República, citadas por esa Cámara.
Según AmCham Colombia, la inversión total llega a más de 15 sectores del país, entre ellos comercio, telecomunicaciones, petrolero y minero, financiero, industria manufacturera, electricidad, gas y agua, construcción, y agricultura, entre otros.
A propósito, un estudio de AmCham Colombia advierte que la descertificación tendría repercusiones en la cooperación bilateral, el comercio, el turismo y la inversión.
“Desafortunadamente, los éxitos alcanzados en la incautación e interdicción de la droga están siendo opacados por el aumento en la siembra de nuevas matas de coca”, dijo María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia.
Según Lacouture, “Colombia debe plantear una meta alcanzable y monitoreable en los próximos doce meses. De igual forma, se requiere seguir adelante con la cooperación judicial y el reforzamiento de mecanismos como la extradición”.
Países de tránsito o de producción ilícita de drogas

De acuerdo a la determinación presidencial presentada al Congreso, la lista de países que sirven de tránsito o producción de drogas en el mundo incluyen a Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, China, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela.
El documento señala que “la inclusión de países en la lista se debe a la combinación de factores geográficos, comerciales y económicos que permiten el tránsito o la producción de drogas o precursores químicos, incluso si un gobierno ha implementado medidas rigurosas y diligentes de control de narcóticos y aplicación de la ley”.
Detalla que Estados Unidos movilizará todos los recursos para castigar a quienes facilitan la producción, transporte y contrabando de drogas por sus fronteras, pero también exigirá a los países de origen y tránsito que corten esos suministros o enfrentarán graves consecuencias.
En el caso de Colombia, la determinación presidencial dice que “el cultivo de coca y la producción de cocaína han alcanzado récords históricos bajo la Presidencia de Gustavo Petro, y sus fallidos intentos de llegar a acuerdos con los grupos narcoterroristas solo han exacerbado la crisis”, según un comunicado de prensa.
De acuerdo a las cifras recopiladas por Amcham, en 2023 se registraron 252.572 hectáreas de coca en Colombia, un 9,8% más frente a 2022.
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Además, en 2023 se registró una producción potencial de 2.644 toneladas métricas de cocaína pura, lo equivale a un 53% más respecto al año anterior.
“A ello se suma que la erradicación forzosa cayó a mínimos históricos, con apenas 1.509 hectáreas eliminadas a junio de 2025 frente a una meta de 30.000, mientras que la aspersión aérea permanece suspendida”, según el documento.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, manifestó que “el crecimiento de cultivos de coca se presenta en el gobierno de (Iván) Duque, y con fumigación forzada”.
“Es la política de los EE.UU. la que ha fallado. Para que disminuyan los cultivo de hoja de coca, lo que se necesita no es glifosato tirado desde avionetas, sino disminución de la demanda por cocaína, fundamentalmente en EE.UU. y Europa”, dijo Petro en su cuenta de X.
En el comunicado emitido por el Departamento de Estado estadounidense también se toca el caso venezolano, señalando a la administración del mandatario Nicolás Maduro como un “régimen criminal” que “lidera una de las redes de tráfico de cocaína más grandes del mundo”.
“Estados Unidos seguirá buscando llevar a Maduro y a otros miembros de su régimen cómplice ante la justicia por sus crímenes”, indica.
En cuanto a Bolivia, se reconocen avances en incautaciones y cooperación con EE.UU., incluido el caso del exjefe antidrogas Maximiliano Dávila, aunque persisten grandes desafíos para cumplir plenamente con sus compromisos y evitar que el país sea refugio de narcotraficantes.
Panorama de las drogas global

De acuerdo al Informe Mundial sobre las Drogas 2025 de UNODC, la producción ilegal de cocaína se disparó en 2023 a 3.708 toneladas, casi 34% más que en 2022.
Entre tanto, las incautaciones mundiales alcanzaron un récord de 2.275 toneladas, lo que supone un aumento de 68% con respecto a 2019-2023.
Y el consumo creció de 17 millones de usuarios en 2013 a 25 millones en 2023, según el reporte de la oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Leonardo Correa, coordinador regional de UNODC, dijo en una reciente entrevista con Bloomberg Línea que el actual ‘boom’ global de la cocaína no debe ser visto como problema exclusivo de Latinoamérica, sino que todos los países en la cadena deben asumir su responsabilidad en medio de la fase expansiva y los niveles récord que está alcanzado la producción de esta droga.
En su más reciente informe, UNODC refuerza que el mercado de la cocaína no solo está relacionado con la fase de producción, sino que existe una larga cadena conformada por el tráfico, la comercialización y el consumo.
Esto “globaliza aún más el problema de la cocaína, lo saca de la región y dice: ‘Mire, este boom de la cocaína afecta o debe estar en la agenda pública no solo de los países en donde se cultiva coca, sino de todo el mundo’”, dijo Correa. “Todos tienen un rol. Tienen o han tenido una cierta responsabilidad en que ese ‘boom’ salga adelante. Me parece que ese es uno de los elementos centrales”.
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