Bloomberg Línea — El impulso a las energías limpias en Colombia no se limita al verde de los paneles solares: ahora también permea el régimen tributario para favorecer la inversión empresarial.
En medio de una coyuntura internacional crítica por el cambio climático, el Gobierno ha afinado una estrategia fiscal que combina beneficios tributarios con sostenibilidad económica.
Financiamiento verde
El programa Energía Solar Se Reactiva, lanzado por Bancóldex, destina más de COP$70.000 millones en créditos blandos para mipymes interesadas en instalar sistemas fotovoltaicos.
Las condiciones incluyen plazos de hasta 10 años y periodos de gracia, con el objetivo de reducir las barreras de entrada para pequeñas y medianas empresas.
“Queremos que más empresas colombianas conozcan las ventajas de invertir en energía solar: no solo reducirán sus costos operativos, sino que también fortalecerán su competitividad al acceder a incentivos tributarios”, señaló José Alberto Garzón, presidente (e) de Bancóldex.
Cuatro beneficios tributarios clave
Además del financiamiento, las empresas que instalan paneles solares pueden acceder a cuatro beneficios tributarios contemplados en la normativa vigente:
Deducción en el impuesto de renta de hasta el 50 % del valor de la inversión en proyectos fotovoltaicos, aplicable durante 15 años.
Depreciación acelerada de activos solares, que mejora el flujo de caja al permitir recuperar la inversión en menor tiempo.
Exención de IVA (19%) y aranceles en la compra de equipos y componentes solares.
Reducción en la tarifa del impuesto de renta durante los primeros cinco años de operación de proyectos aprobados.
Un ejemplo reciente es el de una empresaria en Pereira que, gracias al programa, instaló 45 paneles solares en su centro comercial, reduciendo costos energéticos y aprovechando las deducciones tributarias.
Política de Estado y transición energética
Estos incentivos se alinean con la Ley de Transición Energética, que amplió los beneficios de la Ley 1715 de 2014 y consolidó a las energías renovables como pilar de la estrategia nacional.
El Gobierno busca que para 2030, al menos el 70 % de la matriz energética provenga de fuentes limpias.
Adicionalmente, la reforma tributaria de 2024 introdujo el Bono de Transición Energética, que permite deducir el 50 % de la inversión y negociar el beneficio en el mercado, dándole liquidez inmediata a las empresas.
Inversión en energías renovables
En 2024, Colombia registró más de COP$9 billones en inversión en energía renovable, de los cuales el 97 % correspondió a proyectos solares.
El Plan Energético Nacional estima que se requerirán US$122.000 millones para alcanzar 6 GW de capacidad en FNCER hacia 2026, mientras proyectos como Bosques Solares de Bolívar (100 MW, COP$500.000 millones) y el parque eólico Windpeshi (205 MW, inversión de US$350 millones hasta 2027) muestran el apetito de capital por este sector.
Colombia ha diseñado un esquema en el que financiamiento estatal, beneficios tributarios y participación comunitaria se combinan para acelerar la transición energética.
Para las empresas, sumarse a este proceso significa no solo menores impuestos, sino también una ventaja competitiva en un mercado que está cambiando a toda velocidad.
