:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/YXJF65Q2EVHQ5OA7GXTQTM6F6U.jpg "Cosecha de caña de azúcar para la producción de etanol.")
Bogotá — Colombia se prepara para enfrentar los efectos del fenómeno de El Niño, que pondría fin a un prolongado período de lluvias que causó estragos en sectores como el café, que a diferencia de varios productos del agro, sí podría beneficiarse de una temporada seca para recuperar su estancada producción.
Desde el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) proyectan que hay un 89% de probabilidad de que El Niño prevalezca a partir de este mes y se extienda hasta 2024.
Este fenómeno, según el Ministerio de Agricultura, “repercute negativamente en el sector agropecuario, con variaciones en el rendimiento de algunos cultivos, disminución del caudal de los ríos, incremento en el riesgo de incendios forestales y posibles racionamientos de agua, tanto para riego, consumo animal y humano”.
El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Bedoya, dijo a este medio que en términos generales la sensación en el sector es de preocupación frente a los efectos que podrían generarse por el fenómeno de El Niño.
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“Una cosa es que tengas algo de temporada seca, que te facilite la vida o te contribuya al desarrollo del fruto, como es el caso del café o los cítricos, pero una cosa muy distinta es si el fenómeno de El Niño es muy fuerte”, agregó.
Los reales efectos de un clima seco se podrán medir en función de cuándo ocurra exactamente el fenómeno de El Niño, de cuánto dure y de su intensidad, pues una conjugación de varios de estos factores podría dejar a todos perjudicados, en opinión de Jorge Bedoya.
“Como dicen, de eso tan bueno no dan tanto. Si no hay tanta lluvia puede ser favorable. Pero eso se puede ir al otro extremo si el fenómeno de El Niño viene tan duro como llegaron las lluvias el año pasado, que redujeron la producción un 17% en el caso del cacao”, recordó.
Desde la SAC, consideran que los agricultores tienen ahora una mayor preparación para mitigar los efectos del fenómeno de El Niño a partir de las experiencias del pasado, pero que en todo caso la efectividad de estas medidas dependerá de la intensidad con la que este se presente.
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“Tú puedes hacer una laguna en tu finca, tener un reservorio, agua almacenada hasta que se te dé, tener un plan de fertilización dependiendo la fecha hasta dónde llegue esto, por si se necesita. Pero si esto se viene como fueron los inviernos, ¿de qué sirvió la preparación?”, advirtió Jorge Bedoya.
En el caso del café, la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercados de Bancolombia explica que el período 2013-2016, que fue la última vez que se experimentó ese fenómeno, se caracterizó por la recuperación y crecimiento en las exportaciones de grano, principalmente en el mercado colombiano.
“Cuando hay temporada seca, ese estrés que le genera puede favorecer el desarrollo de los frutos”, explicó a Bloomberg Línea el presidente de SAC, Jorge Bedoya.
Efectos del fenómeno de El Niño en los cultivos y la economía
Jhon Fredy Escobar Posada, gerente de investigaciones económicas del Sector Agroindustria del Grupo Bancolombia, coincide en conversación con Bloomberg Línea que la intensidad del fenómeno climático definirá realmente quiénes serán los mayores perdedores y quiénes saquen algo de beneficio de esto.
“Todos los seres vivos pueden llegar a sufrir un estado de estrés hídrico en una situación de extremo calor y falta de agua, incluyéndonos a nosotros los humanos. Ahora, hay sectores que, comparativamente con un exceso de lluvias, tienden a beneficiarse más de un fenómeno de El Niño moderado, como el caso del café, en el que las lluvias afectan la floración y aumenta la presencia de enfermedades”, precisó.
Entre las actividades agrícolas potencialmente beneficiadas por El Niño nombró el cultivo de la caña, puesto que “lo que necesita un ingenio azucarero o un trapiche panelero es el aumento del nivel de sacarosa en la plantación, y no tanto el volumen de material vegetal”, indicó el ingeniero forestal.
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Según el experto, “los días soleados con poca nubosidad son clave para que haya un diferencial de temperatura entre el día y la noche, y mejore la cantidad de azúcar o panela resultante por cada tonelada de caña molida”.
Otros de los cultivos que podrían despegar en un contexto climático como este son los cítricos, puesto que también podría haber un efecto positivo en cuanto a la floración, cantidad de fruta y el dulzor (grados brix) cuando hay días soleados.
No obstante, el experto matiza que son “pocos casos comparados con la canasta de producción agropecuaria en la que muchas frutas, cereales, hortalizas y verduras se resienten ante una sequía al no contar con sistema de riego. Un ejemplo muy claro es el arroz, que además se suele cultivar bajo inundación”.
Ya en la producción pecuaria, Escobar Posada manifestó que los ganaderos se ven más afectados en comparación a los avicultores y porcicultores, pues a pesar de que también demandan de agua para las aves y los cerdos, estos “trabajan en un ambiente más controlado, con mayor margen de maniobra”.
Precisamente, considera que “la producción lechera es la actividad pecuaria más amenazada, debido a que menores lluvias significa menor cantidad de pasto para las vacas, y la necesidad de usar alimento balanceado, costo que no todos los productores lecheros pueden asumir”.
Un informe de la corporación financiera Corficolombiana concluye que, “en caso de que se materialice un fenómeno del Niño de intensidad moderada o alta en la segunda mitad del año, existen implicaciones potencialmente adversas en los rendimientos de los cultivos de cereales en 2023/2024″.
Con base en los eventos pasados, dice que la actividad económica del sector agropecuario crece 0,5 p.p. menos en períodos del fenómeno de El Niño.
Además, advierte que “los precios de la energía eléctrica aumentarían de manera contemporánea, mientras que el gas natural y los alimentos tardarían entre 3 a 5 meses en reflejar presiones por la disrupción climática”.
“Bajo un escenario de El Niño moderado, la inflación cerraría el 2023 en dos dígitos; sin embargo, la disminución de tarifas en educación superior y la apreciación del peso colombiano mitigarían parte de las nuevas presiones”, concluye.
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