Bloomberg Línea — Las discusiones de salario mínimo en Colombia no logran un acuerdo y hoy lunes las mesas de concertaciones están suspendidas, sin acuerdo y con posiciones muy distantes.
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Por un lado, los trabajadores, respaldados por el Gobierno de Gustavo Petro, piden que el salario mínimo de 2026 aumente como mínimo en 10%, a pesar de que la inflación será poco más de la mitad.
Del otro están los empresarios, afanados por las presiones que generó la reforma laboral aprobada y abogando para que los salarios crezcan alrededor del 7%.
Si llega el 30 de diciembre y las partes no dan su brazo a torcer, la última palabra la tendrá el presidente Gustavo Petro, quien, desde la instalación del Congreso el pasado 20 de julio, advirtió que “aprovecharé para que el salario mínimo siga subiendo muy por encima de la inflación”.
Esa posición ha sido reforzada por tres de sus ministros, el de Trabajo, Antonio Sanguino, quien habló de “un buen regalo de Navidad para los trabajadores”; el de Hacienda, Germán Ávila, quien insiste en que “subir el salario mínimo muy por encima de la inflación no afecta el comportamiento de los precios”; y el de Interior, Armando Benedetti, quien sugirió que “debe aumentar, a por lo menos COP$1.800.000”.
El consenso de los analistas financieros colombianos cree que el salario mínimo aumentará alrededor del 11%, similar a lo que subió en 2025, sin embargo, los más pesimistas advierten riesgos si el incremento decretado supera el 12%.
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De hecho, una de las razones por las que el Banco de la República no ha bajado las tasas de interés, es, según las minutas de política monetaria, “el fuerte incremento del salario mínimo”, haciendo referencia al alza que se dio de 2024 a 2025.
Incluso, ha señalado la autoridad monetaria que uno de los riesgos inflacionarios hoy es que se materialice un aumento salarial de la magnitud del que ha insinuado el poder Ejecutivo.
Según el equipo técnico del Banco de la República el aumento excesivo del salario mínimo tiene un impacto directo en los precios dado el alto grado de indexación de la economía colombiana.
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Se estima que por cada punto porcentual que sube el salario por encima del IPC se generan alrededor de 0,15 puntos porcentuales adicionales de inflación para el año siguiente.
