Ciudad de México — Será cuestión de meses para saber si la multinacional mexicana Cemex recupera o no el grado de inversión que perdió hace más de una década, tras la crisis financiera de 2008.
La cementera multinacional mexicana recibió el 18 de agosto una mejora en la perspectiva crediticia de S&P Global Ratings, de estable a positiva, la segunda calificadora en realizar un ajuste positivo a su perspectiva en el último mes. La decisión de S&P sigue a la perspectiva positiva otorgada por Fitch Ratings el mes pasado.
El alza en la perspectiva implica que en los próximos seis a 12 meses, las calificadoras podrían ajustar al alza la calificación global de Cemex.
“Cemex continúa disminuyendo su apalancamiento, consideramos que la eventual obtención de una calificación de grado de inversión, además de favorecer una disminución en su costo de financiamiento, podría ayudar a atraer a más inversionistas y beneficiar la valuación de la acción”, escribió Gerardo Cevallos, analista de Vector en una nota.
S&P revisó al alza la perspectiva para Cemex debido a que la empresa reportó en los primeros seis meses de 2023 un desempeño operativo mayor al estimado por la calificadora. La empresa ha aplicado una estrategia de ajustes de precios para compensar la inflación, a la par de que enfrenta menores presiones en costos.
“Superó nuestros supuestos del escenario base anterior en términos de crecimiento y rentabilidad, al tiempo que los indicadores crediticios que esperamos podrían fortalecer pronto su perfil crediticio”, dijo S&P, en un comunicado.
Actualmente la calificación global de S&P para Cemex es de BB+, el primer escalón dentro del rango especulativo, un paso antes del grado de inversión. Fitch también mantiene la calificación crediticia internacional de Cemex en BB+, un nivel previo al grado de inversión. El ajuste de Fitch se dio en el marco de la presentación de resultados del segundo semestre en julio.
“Si nos llevarán allí este año (al grado de inversión), a principios del próximo, eso depende de ellos. Por supuesto, tenemos que esperar y ver cómo evolucionan las cosas”, dijo Maher Al-Haffar, director de finanzas de Cemex, en la conferencia trimestral de julio. “Estamos muy entusiasmados con las acciones que han tomado”.
¿Qué puede salir mal?
La perspectiva podría cambiar para Cemex si se desencadenan riesgos económicos o geopolíticos imprevistos.
S&P señaló que podría reducir su perspectiva para la compañía si Cemex sufre una desviación abrupta en los márgenes de flujo operativo o EBITDA, considerablemente por debajo de 20%, debido a una fuerte desaceleración en el ciclo de la industria.
“Si este escenario da como resultado un fuerte aumento en los costos de los insumos o una marcada disminución en el volumen de ventas en mercados clave, el índice de deuda a EBITDA de Cemex podría aumentar por encima de 3x”, dijo S&P en el comunicado.
Al cierre del segundo trimestre el nivel de apalancamiento (deuda a EBITDA) de Cemex fue de 2,45x.
Para Fitch el riesgo estaría vinculado a un debilitamiento del flujo de caja operativo y las expectativas de FCF (flujo de fondos), de modo que la deuda neta/EBITDA se pronostica por encima de 3.5x.
Fitch también considera como un escenario en contra un deterioro pronunciado del entorno económico de México --que en 2024 tendrá elecciones presidenciales-- que debilite las perspectivas de EBITDA.
Recientemente, Fitch publicó en la nota en la que dijo que prevé un aumento las rebajas de crédito corporativo este año en México, donde más de US$20.000 millones de deuda se sitúan solo un nivel por encima del grado especulativo.
Entre los factores que podrían influir para rebajas se encuentran una economía global más débil y tasas de interés persistentemente altas en el país y en el extranjero.