¿Pemex y CFE afectarán la calificación de México? Esto dice S&P

La agencia ha asignado a México una calificación BBB estable y ha señalado los principales riesgos para una degradación

El Gobierno de México inyectará US$8.500 millones (MXN$145.000 millones) a Pemex, además de recortar su carga fiscal durante este año, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024.
13 de febrero, 2024 | 04:00 AM

Ciudad de México — Las empresas productivas del Estado mexicano, Pemex y CFE, forman parte de los riesgos que merodean a la calificación soberana de México (’BBB’, perspectiva estable), de acuerdo con la agencia S&P Global Ratings.

VER +
S&P advierte baja en calificación crediticia de México si sube más déficit fiscal

Para la calificadora los escenarios negativos son retrocesos inesperados en la gestión macroeconómica o en las relaciones entre socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que debiliten la inversión o la confianza de inversionistas.

S&P también señaló como parte del escenario negativo posibles déficits del Gobierno mexicano más altos que se traduzcan en un aumento mayor en la deuda que aumenten los riesgos fiscales, los cuales agravarían el riesgo de apoyo extraordinario a las empresas estatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE).

“Nuestro análisis de la política fiscal en México abarca al sector público dado el papel de Pemex, y de la CFE. El Gobierno actual ha detenido en gran medida la reforma del sector de energía de 2013″, señaló la agencia.

PUBLICIDAD

La política energética del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, consiste en el rescate de las empresas estatales luego de la reforma del exmandatario priista Enrique Peña Nieto en 2013, la cual abrió el sector a la inversión privada. Las subastas petroleras y eléctricas fueron suspendidas con la llegada del nuevo Gobierno en 2018.

Desde entonces, López Obrador y su gabinete han hecho esfuerzos presupuestales y fiscales para beneficiar principalmente a Pemex, la petrolera más endeudada del mundo con un pasivo financiero de US$106.500 millones y con vencimientos de US$10.900 millones en 2024.

“Este año, en efecto, el Gobierno está adquiriendo deuda formalmente en nombre de Pemex, dada una partida en el presupuesto para cubrir el 90% de las amortizaciones de la empresa”, dijo la compañía

PUBLICIDAD

El Gobierno de México inyectará US$8.500 millones (MXN$145.000 millones) a Pemex, además de recortar su carga fiscal durante este año, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024.

VER +
Gobierno de AMLO inyectará MXN$145.000 millones a Pemex y recorta su carga fiscal

El apoyo del Gobierno hacia CFE se ha concentrado en el ámbito legal con cambios legislativos y con la intención de modificar la Constitución para favorecer a la compañía eléctrica por encima de las compañías privadas.

S&P ha mantenido la nota de Pemex al nivel del soberano en grado de inversión, a diferencia de las agencias calificadoras Moody’s y Fitch Ratings, las cuales han degradado la nota de la petrolera mexicana a un nivel altamente especulativo, conocido en el sector financiero como bono basura desde 2020.

Antes de la pandemia de Covid-19, las calificadoras argumentaban una vinculación con el soberano, pero las decisiones de calificación han variado y se han separado dependiendo más del desempeño de las compañías estatales sin afectar al soberano directamente.

El 9 de febrero de 2024, Moody’s bajó en dos escalones la nota de Pemex ante su flujo de efectivo negativo, impulso a su negocio de refinación petrolera que reporta pérdidas y su falta de una estrategia ESG.

¿Qué podría mejorar la calificación de México?

S&P dijo que una gestión política y económica “eficaz” que impulse la trayectoria del débil crecimiento de México, por ejemplo, con un panorama de inversión más dinámico podría traducirse en un alza de calificación.

También mencionó iniciativas que impulsen la “flexibilidad presupuestal” que respalden las reservas fiscales y que amplíen la base tributaria no petrolera para mitigar los potenciales pasivos contingentes de las empresas estatales.