Caracas — Javier Meza creció en un hogar cristiano, y como consecuencia de ello sufrió burlas en su edad escolar. Ni eso ni otros episodios en su etapa de adolescente que intentaron distraerlo, hizo que perdiera el objetivo.
A partir de allí, Javier se dedicó a predicar y ahora es el pastor principal en el ministerio de niños de una de las congregaciones más grandes de Venezuela, donde recientemente instaló un modelo para preparar a los jóvenes en el camino financiero.
En el espacio habilitado por la Federación Centro Cristiano para las Naciones en Caracas, que atiende a niños entre 3 y 12 años mientras sus padres asisten al servicio religioso, o incluso entre semana, se produjo la idea: crear una escuela de oficios para niños a partir de su creatividad y en medio de las necesidades que amerita la situación económica en el país.
Javier y su esposa Susana, también pastora, están al frente del proyecto que nació el año pasado, y al que se sumó Yuliana Toloza, coordinadora del área de cocina para los pequeños. Y es que fue precisamente ese oficio el primero en implementarse, con el registro de unos 13 niños para el taller.
A la escuela se integraron cursos sobre estructura de costos y método Canvas, que es una plantilla de gestión estratégica para el desarrollo de nuevos modelos de negocio o documentación de los ya existentes.
Los jóvenes además de independizarse en la cocina, han obtenido herramientas para impulsar su propio emprendimiento. Fue así como se desarrollaron cinco de ellos.
“Estamos infinitamente agradecidos”, comenta la madre de uno de los pequeños de 12 años de edad, que logró impulsar una pequeña panadería con delivery incluido, y ha encontrado equilibrar las ganancias entre adquisiciones personales y apoyo para su hogar.
El pequeño además forma parte de un grupo élite que se dedica a atender desde la cocina a otros niños de la congregación. Allí, con el apoyo de especialistas y nutricionistas, los reeducan en esta materia y les proporcionan conocimientos pedagógicos.
La mayoría de los niños inscritos en la escuela de oficio provienen de hogares en situación económica vulnerable, en un país con una inflación galopante y una pérdida del poder adquisitivo. Además de ello, la congregación se debate entre darles las capacidades para que logren avanzar económicamente sin romantizar el trabajo infantil.
El proyecto que espera involucrar entre 4.000 y 6.000 niños en todo el país, ha sido alabado por otras iglesias cristianas en América Latina, donde cuentan con una representación significativa.
En Venezuela, el CCN junto a otras congregaciones cristianas dice reunir al menos 8 millones de feligreses. La iglesia protestante forma parte de la segunda religión más importante del país. El gobierno de Nicolás Maduro incluso así lo ha reconocido, y a partir de allí ha implementado la asignación de bonos especiales a los pastores en muchas de las congregaciones.
Meza, sin embargo, asegura que no ha sido el caso del CCN. Las recaudaciones obtenidas vienen de los mismos integrantes del CCN, invitados y empresarios vinculados a la iglesia.
“En Argentina, Chile y Colombia quieren replicar la escuela de oficios, que más adelante podría dictar otros como manicura, barbería, herrajería a un nivel autosustentable“, dice Meza en conversación con Bloomberg Línea.
El pastor cristiano dice que para los padres, más allá del respaldo económico que representa lo que están desarrollando sus hijos, también hace que los jóvenes se comprometan y aprendan el uso de estrategias para el día a día.
“Familias sólidas y fuertes dan paso a una sociedad más justa, el Estado no tendrá que invertir en programas para restaurar adultos rotos”, agrega.
