Bloomberg Línea — Latinoamérica se ha convertido en un mercado relevante dentro de los planes globales de BYD, el fabricante chino líder en ventas de autos eléctricos en el mundo.
Pero los ambiciosos planes se enfrentan a retos cada vez mayores con los anuncios de tarifas para los vehículos chinos en varios países de la región, como ya ocurre en otras partes del mundo, como Estados Unidos y Europa.
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En América Latina, la principal resistencia proviene de México, donde la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum ha emprendido políticas más proteccionistas para intentar defender los puestos de trabajo y la producción de la industria local.
En esta ecuación, una pieza fundamental es la nueva fábrica de BYD en Camaçari, Bahía, cuya operación comercial comenzó este mes. El plan es que esta planta se convierta en un centro de exportación para los demás países de la región, lo que en teoría abre el camino para superar los aranceles de importación más elevados.
“La planta de Camaçari se ha diseñado para hacer mucho más que abastecer al mercado brasileño”, afirmó el vicepresidente senior y director de Marketing y Comercial de BYD en Brasil, Alexandre Baldy, en una entrevista con Bloomberg Línea.
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“Tiene todas las condiciones para convertirse en un polo exportador para toda Sudamérica y, en el futuro, incluso para otros continentes, como Europa, siempre en sintonía con los posibles acuerdos bilaterales o tratados comerciales firmados por Brasil”, explicó el ejecutivo sobre la estrategia.
Como parte de sus planes, el fabricante chino anunció el pasado 9 de octubre que tiene previsto duplicar la capacidad de producción de la recién inaugurada fábrica de Camaçari, pasando de 300.000 a 600.000 vehículos al año.
En 2023, BYD anunció planes para construir una fábrica en México, pero suspendió la planificación este año. El cambio se produjo tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, lo que frenó las inversiones de las empresas en suelo mexicano.
La vicepresidenta de BYD, Stella Li, dijo en una entrevista con Bloomberg News en julio que la empresa espera una mayor claridad del panorama para tomar una decisión de inversión en México.
Paralelamente, Sheinbaum ha adoptado medidas para reducir la dependencia comercial de Asia, lo que se traduce en dar prioridad a las relaciones con países que tienen acuerdos comerciales en el marco del T-MEC (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), que incluye a Estados Unidos, Canadá y México.
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En septiembre, el Gobierno mexicano propuso aranceles para los países que no tienen tratados comerciales, entre ellos China, a partir de 2026.
El ministro de Economía, Marcelo Ebrard, dijo en ese momento que para los vehículos chinos la tasa podría pasar del 20% al 50%, con el argumento de que, sin un cierto nivel de protección, “casi no es posible competir”.
El debate para la aprobación de la medida debería tener lugar a finales de noviembre.
“México está cerrando el cerco a los chinos. La justificación del recargo es proteger la industria local y evitar que el país se convierta en puerta de entrada a Estados Unidos”, afirmó el director de la consultora automovilística Bright Consulting, Murilo Briganti.
“En la práctica, esto complica la situación de marcas como BYD, que pensaban utilizar México como base de exportación”, añadió.
En el sector automotriz, Brasil tiene un acuerdo de libre comercio de piezas y vehículos con México vigente desde 2002, tratado que se amplió para incluir camiones y autobuses en 2023.
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“La fábrica de BYD en Bahía ayudaría al fabricante de automóviles con México porque el acuerdo con Brasil permite exportar sin aranceles. Por el contrario, los vehículos enviados directamente desde China al mercado mexicano pueden pagar hasta un 50% de impuestos", dijo Briganti.
Desde su campaña presidencial, Trump afirma que hay “varias fábricas” que producen vehículos chinos en México, lo que el gobierno local ha negado.
Actualmente, solo hay una planta de la industria automotriz china en suelo mexicano, Giant Motors Latinoamérica, fruto de una empresa conjunta de la familia Massri con el grupo Inbursa, del magnate Carlos Slim. La unidad ensambla modelos de la china JAC Motors destinados al mercado local.
Fabricantes chinos como MG Motors, filial de la estatal SAIC, Chery y Geely han anunciado su intención de instalar fábricas en México, aunque ninguno ha dado más detalles sobre sus planes.
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El director general de Zeekr (marca de lujo de Geely) en México, Gustavo Lara, dijo que los planes de la matriz para el país se encuentran en fase exploratoria.
“Específicamente para México, el terreno es muy inestable, pero hay un gran debate para comenzar a fabricar en Europa por parte de nuestra marca”, dijo el ejecutivo en una entrevista en el Foro BloombergNEF en la Ciudad de México.
“Cambio de juego” con la producción en Brasil
En Brasil, los debates para anticipar la recomposición de los tipos impositivos de importación para los autos eléctricos e híbridos —segmento de mercado que ha estado dominado por BYD— preocupan a los importadores.
Para el gigante chino, sin embargo, el impacto de esta medida sería limitado si la norma se adelanta, ya que el fabricante ya ha iniciado la producción local.
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“BYD ha ido consolidando su presencia de forma estructurada y a largo plazo. Ya estamos produciendo en Bahía y, por lo tanto, esta cuestión fiscal, para nosotros, ahora pasa a un segundo plano”, subrayó Baldy.
El ejecutivo añadió que el fabricante de automóviles está invirtiendo 5.500 millones de reales en el complejo de Camaçari, lo que, según él, refuerza el compromiso del grupo con la industrialización local y la creación de empleo.
“Seguimos ampliando la red de concesionarios [en el país] para garantizar la capilaridad y la proximidad con el consumidor. Ya hemos alcanzado los 200 puntos de venta y esperamos llegar a los 250 en los próximos meses”, afirmó el ejecutivo.
“Brasil es hoy el mayor mercado de BYD fuera de China y estamos preparados para seguir creciendo de forma sostenible, independientemente de los escenarios normativos”, afirmó.
La producción en Bahía comenzó con tres modelos que pronto llegarán a los concesionarios del país: Dolphin Mini, Song Pro y King. Según el grupo, a partir del año que viene se producirán otros modelos.
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“Esta planta tiene un papel estratégico no solo para BYD, sino también para la economía brasileña, con un potencial de generar hasta 20.000 empleos directos e indirectos”, dijo Baldy, cuya carrera incluye experiencia en cargos públicos: fue ministro de Ciudades en el gobierno de Michel Temer y diputado federal por Goiás.
El proyecto contempla la creación de un centro tecnológico para el desarrollo y la innovación. La empresa presentó este mes el primer modelo con sistema híbrido enchufable flexible, que puede funcionar tanto con gasolina como con etanol.
El motor es el resultado de una colaboración entre ingenieros brasileños y chinos y “pronto estará en el mercado”, anticipó Baldy.
El ejecutivo afirmó además que, con la producción local, BYD pretende impulsar las llamadas “ventas directas” (a personas jurídicas), como taxistas y personas con discapacidad (PCD), con precios reducidos debido a exenciones fiscales.
Crecimiento agresivo
Desde principios de 2022, que marcó su llegada a Brasil, el fabricante de automóviles acumula alrededor de 170.000 vehículos matriculados en el país.
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De enero a septiembre de 2025, las ventas de la marca en Brasil ascendieron a 77.198 unidades, lo que supone un crecimiento del 50% con respecto al mismo periodo del año pasado. “Nuestros lanzamientos han redefinido el mercado automovilístico nacional”, afirmó Baldy.
Destacó que BYD mantiene el liderazgo en el mercado de vehículos eléctricos en Brasil desde que asumió ese puesto en 2023.
“Nuestro objetivo es claro: no solo liderar el segmento de vehículos eléctricos e híbridos, sino convertirnos en la marca número 1 en el ranking general de automóviles del país. Y ese movimiento ya está en marcha", dijo sobre la ambición de la marca.
En el acumulado de enero a septiembre, el fabricante ocupa el séptimo puesto en el mercado nacional general, con una cuota del 5,41%.
En el segmento de los vehículos eléctricos, uno de cada cuatro híbridos vendidos es BYD; y, en la categoría de los 100% eléctricos, ocho de cada diez son de la marca china.
“Estos resultados consolidan nuestro protagonismo en el proceso de electrificación de la movilidad brasileña y refuerzan que nuestra presencia ya ha superado la barrera del nicho para convertirse en un movimiento de escala y fiabilidad”, afirmó Baldy.
Avance regional
El ejecutivo reforzó que BYD ha crecido en mercados como México y ya ha alcanzado el liderazgo en Uruguay.
En Colombia, representada por Motorysa, la marca no solo ha introducido la categoría de autobuses y taxis eléctricos en ciudades como Bogotá y Medellín, sino que también ha ampliado su participación entre los vehículos de pasajeros, con una oferta que combina diseño, tecnología avanzada y eficiencia energética.
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Según el director general de la montadora en el país, Marco Pastrana, BYD “se ha consolidado como un actor fundamental en el mercado automovilístico colombiano”.
En opinión del ejecutivo, el plan de la empresa no se limita a las ventas, sino que incluye demostrar que la movilidad eléctrica es fiable, eficiente y adaptable a las necesidades de los colombianos.
“La estrategia se basa en tres pilares: una cartera diversificada, la expansión de la red de concesionarios y talleres y el desarrollo del ecosistema de recarga”, explicó Pastrana a Bloomberg Línea.
Bajo esta lógica, Colombia se ha convertido en un mercado clave dentro de la estrategia de expansión regional de BYD, destacó el ejecutivo, especialmente ante las medidas arancelarias de los Estados Unidos de Trump, que han llevado a los fabricantes chinos a redirigir aún más sus esfuerzos hacia América Latina.
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En solo cinco años, BYD ha pasado de ser un actor del mercado del transporte público eléctrico a convertirse en un actor importante en el mercado de los vehículos de pasajeros, con el objetivo declarado de liderar la electrificación en Colombia, lo que consolidaría al país como referencia de movilidad limpia en la región.
Ante la escalada de la tensión comercial en el mundo, Baldy reforzó que BYD está atenta a todos los movimientos del escenario internacional que impactan en el sector automotriz.
“BYD no comercializa automóviles en Estados Unidos, pero está acelerando su expansión en todos los continentes, especialmente en Europa. De este modo, sigue siendo el mayor productor de vehículos eléctricos del planeta, con presencia en más de 100 países”, afirmó el ejecutivo.
En opinión del presidente de la asociación que representa a los fabricantes de automóviles en México (AMIA), Rogelio Garza, la iniciativa del Gobierno de gravar con un arancel adicional a los automóviles chinos es positiva y equilibra “un poco” la competencia desde el punto de vista de las ventas en el país.
Esta opinión se basa principalmente en que las inversiones realizadas por las empresas asociadas “generan empleo, recaudación de impuestos y alimentan la cadena de proveedores”, afirmó el dirigente en una entrevista reciente con periodistas.
China ha ido creciendo en el mercado automovilístico mexicano, directa o indirectamente. A finales de 2024, aproximadamente el 20% de las ventas de vehículos en el país procedían de importaciones directas del gigante asiático.
Aproximadamente la mitad de las matriculaciones corresponden a marcas chinas, y el resto, a fabricantes como General Motors (GM), que producen en territorio nacional, pero recurren a las importaciones de China para complementar su cartera.
Según Baldy, el inicio de la producción en Brasil forma parte de una estrategia global de BYD para satisfacer la creciente demanda de vehículos eléctricos, que en 2024 sumaron más de 17 millones de unidades vendidas en todo el mundo, considerando todas las marcas del mercado.
Según un informe de Citi (C) del pasado 14 de octubre, las exportaciones globales de BYD pasaron del 52% de las ventas totales del fabricante en enero de este año al 63,8% en septiembre, con un “precio medio de fábrica estable”.
Baldy destacó que las proyecciones de ventas globales de vehículos eléctricos (de todas las marcas) para 2025 ya superan la marca de los 20 millones de unidades.
“BYD quiere ser protagonista de este avance, ofreciendo soluciones de movilidad sostenible en todos los rincones del planeta”.
