El peso colombiano se desplomó un 1,6% ante la preocupación por el creciente déficit fiscal del país y las elecciones presidenciales del próximo año, durante una sesión en la que los inversores evitaron el riesgo.
Diez de las principales monedas latinoamericanas cerraron noviembre al alza frente al dólar, impulsadas por decisiones de política cambiaria, estrategias fiscales y condiciones de mercado puntuales.
Wall Street cerró con ganancias moderadas en una jornada atípica por fallas técnicas en CME y bajo volumen tras Acción de Gracias. La expectativa de recortes de tasas por parte de la Fed impulsó los índices.
El endurecimiento de las expectativas de la Reserva Federal dispara las alertas sobre posibles caídas cambiarias en economías con fundamentos frágiles.
El siguiente nivel relevante se ubica cerca de COP$3.686, y más abajo aparece un soporte amplio alrededor de COP$3.570, una zona mensual donde el precio se mueve con alta volatilidad y límites poco definidos.
Datos del Ministerio de Hacienda revelaron que el sector público vendió US$4.200 millones entre septiembre y octubre, cifra cercana al total que muchos esperaban tras el cambio en la estrategia de gestión de la deuda.
Las monedas latinoamericanas han mostrado solidez frente al dólar, pero los crecientes desequilibrios fiscales generan dudas sobre su sostenibilidad cambiaria.
Un análisis del banco señala que una victoria de Iván Cepeda en 2026 mantendría elevado el riesgo político local, además ser poco probable que mejoren los fundamentos del mercado de divisas.
El banco proyecta una “segunda ola conservadora” en América Latina que redefiniría los ciclos monetarios y la estabilidad de las monedas locales, con elecciones clave en Brasil, Chile y Colombia en 2026.
Las divisas latinoamericanas mantienen un desempeño dispar ante un dólar que pierde impulso. Deutsche Bank proyecta escenarios cambiarios marcados por elecciones, flujos y tasas.