Washington impuso esta semana un bloqueo a los petroleros sancionados procedentes de Venezuela, y Trump acusó a Caracas de arrebatar a EE.UU. “derechos energéticos”.
El principal almacenamiento de petróleo del país y los petroleros que se encuentran en sus terminales se están llenando rápidamente y podrían estar al máximo de su capacidad en unos 10 días.
Las acciones profundizaron los retrocesos, mientras los bonos del Tesoro recortaron pérdidas tras las declaraciones de Waller que apuntan a que hay espacios para recortar las tasas de interés.
Aunque el gigante asiático tiene una reserva de crudo venezolano con petoleros en alta mar, podría enfrentar una crisis de suministro en los primeros meses 2026, según Kpler.
La decisión de la Casa Blanca reactivó temporalmente el precio del crudo, aunque los analistas advierten que el exceso de oferta global seguirá presionando a la baja durante 2026.
El indicador MSCI de renta variable regional cayó un 0,1%, ampliando sus pérdidas a un tercer día consecutivo. Esto se produce después de que el S&P 500 también cayera el martes por tercer día consecutivo.
La incautación marca lo que probablemente sea el comienzo de una nueva fase en la presión intensificada de la administración Trump contra Nicolás Maduro.
Las nuevas esperanzas de un acuerdo para poner fin a la guerra de Rusia en Ucrania también mermaron la prima geopolítica que desde hace tiempo pesa sobre el crudo.
El volumen de petróleo almacenado en los barcos supera ligeramente los 20 millones de barriles, el más alto en más de tres años y un aumento respecto a los cerca de 18 millones de barriles de principios de mes.
La administración del presidente Donald Trump está intensificando la presión sobre Venezuela apuntando a los ingresos petroleros críticos para la supervivencia del régimen de Nicolás Maduro.
Los superpetroleros, la clase más grande de buques utilizados para mover crudo, están cargando en el puerto de José, controlado por el gobierno venezolano, según un informe naviero visto por Bloomberg.
Oxford Economics proyecta que la región será el principal motor del crecimiento petrolero global hacia 2026, en un escenario de abundancia que limitará el alza del Brent.