Bloomberg — Estados Unidos y países vecinos repatriaron a miles de ciudadanos de Haití en el último mes, mientras violentos disturbios y la pobreza que afligen a la pequeña nación caribeña alimentan una crisis migratoria en toda la región.
En un informe publicado el miércoles, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) señaló que había brindado asistencia a 10.831 migrantes haitianos devueltos entre el 19 de septiembre y el 19 de octubre. De ellos, 7.915 (o el 75%) fueron deportados desde los Estados Unidos, seguidos por 1.194 desde Cuba, 1.031 desde Bahamas, 248 desde México y 37 de las Islas Turcas y Caicos. Además, 406 haitianos más fueron recogidos en el mar, dijo la OIM.
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La mayoría de los migrantes que regresaron de Estados Unidos habían estado viviendo en Chile y Brasil, muchos de ellos durante años, antes de que la pandemia y los requisitos laborales cambiantes los obligaran a viajar hacia el norte, dijo la OIM. Entre los repatriados en el último mes había 500 niños nacidos en el exterior, incluidos 404 de Chile, 84 de Brasil y seis de Venezuela.
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Otros repatriados “iniciaron su viaje más recientemente, particularmente en rutas marítimas, motivados por diversos factores como la falta de ingresos u oportunidades laborales, el acceso insuficiente a los servicios para ellos y sus familias, el terremoto del 14 de agosto, la inseguridad y la inestabilidad política”, dijo la organización.
La crisis migratoria de Haití ha estado en el centro de atención desde que unas 15.000 personas se reunieron en un campamento improvisado a lo largo de la frontera entre México y Texas el mes pasado.
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Haití, la nación más pobre del hemisferio, se ha visto dominada por la violencia y la inestabilidad política a raíz del asesinato del presidente Jovenel Möise el 7 de julio. El sábado, una pandilla secuestró a 17 misioneros estadounidenses y canadienses en las afueras de la capital.