La sorpresiva candidatura del excanciller Jorge Arreaza a la gobernación de Barinas para el nuevo proceso electoral del 9 de enero, puso fin a la pelea a voces entre Argenis Chávez, exgobernador de la entidad y Hugo Chávez Terán, su sobrino y también aspirante, aunque no oficialmente.
La dinastía Chávez en el estado llanero y cuna del fallecido expresidente Hugo Chávez Frías empezó con la llegada de su padre Hugo de los Reyes Chávez al máximo cargo en el año 1998. Desde entonces, la familia no había arriesgado su estadía en la gobernación, que el pasado 21 de noviembre tras los comicios regionales fue la única que quedó sin resultados definitivos.
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Tras dos semanas sin que el Consejo Nacional Electoral (CNE) ofreciera una respuesta sobre las actas faltantes, que definiera el ganador entre Argenis y Freddy Superlano, el candidato por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) suspendió la totalización final, un par de horas después de que efectivos del Plan República entregaran este material electoral, que había estado bajo supuesto resguardo por ellos. Ese mismo día, ordenaron también la realización de nuevas elecciones en enero, inhabilitando a Superlano por investigaciones penales y administrativas en su contra, tras la aceptación de un recurso introducido por Adolfo Superlano, otro candidato a la gobernación, por la Alianza Democrática.
Argenis Chávez renunció a su cargo al día siguiente, con intención de facilitar el camino de la designación de una nueva candidatura del chavismo, en crisis por las pésimas cifras obtenidas en su bastión, donde perdió 8 de 12 gobernaciones.
Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que ya se había referido a lo importante que resultaba esta gobernación para el chavismo y la revolución, habló sobre la nueva candidatura del partido, que sería designada por la dirección nacional y por la capacidad en esta toma de decisión, propia de Nicolás Maduro.
“Recuerden que el que está autorizado para esa toma de decisión es el presidente del partido, eso fue votado en la plenaria del congreso, luego el presidente nombró una comisión electoral, se abrieron la posibilidades de una participación, y en este caso sigue habilitado por el congreso el presidente del partido y la dirección nacional”, dijo Cabello durante su programa semanal.
Luego de esta aseveración, Argenis refutó las declaraciones de Cabello, con un polémico tuit en el que indicaba: “Toda Barinas lo escuchó… Eso no es así, renuncié a la gobernación y aclaré que la decisión de quien sería el candidato la tomaría la dirección nacional del PSUV”, en rechazo a que fuese solo Maduro el apropiado de ello. Su sobrino Hugo Chávez Terán, hijo de Narciso Chávez, respondía en su cuenta oficial de Twitter con una imagen retadora: “Lo que diga Nicolás”.
En medio del conflicto, Maduro anunció una semana después la designación de Jorge Arreaza como candidato. El exyerno de Hugo Chávez sería el encargado de acabar con la disputa entre la consanguinidad chavista. Toda la directiva del PSUV decidió trasladarse a la entidad e instalarse allí para garantizar la victoria de quien fuera ministro de Industrias, exministro de Minas y exvicepresidente de la República.
En este pronunciamiento de Maduro se aprovechó además para poner entonación en la razón de la designación de Arreaza, por ser el “padre del gallito”, hijo en común con Rosa Virginia Chávez y nieto de Hugo Chávez, única alianza que se mantiene con la familia.
Por otro lado, ante la inhabilitación de Superlano, su esposa Aurora fue postulada como candidata, para luego también ser inhabilitada por el TSJ, bajo el poder del chavista Maikel Moreno. En esa misma cadena de tensión, el rector suplente Francisco Martínez, expresidente de Fedecámaras ofreció su renuncia ante el CNE y en una misiva expuso cómo el poder del voto del venezolano se encuentra socavado.
