Ni autos eléctricos ni ‘bicis’ serán suficientes para descarbonizar la movilidad

Ni la movilidad eléctrica ni las políticas para promover el uso de las bicicletas por sí solas lograrán limitar el calentamiento global a menos de 1.5 ° C.

Tráfico vespertino en la autopista 1 en Honolulu, Hawai, Estados Unidos, el miércoles 27 de octubre de 2021.
10 de diciembre, 2021 | 04:00 AM

Bogotá — Ni bajo los escenarios más optimistas la electrificación de vehículos ni el cambio modal de transporte por sí mismos podrán descarbonizar suficientemente el sector frente a los objetivos trazados al 2050, por lo que se requiere un modelo integral que combine las eficiencias de los dos.

Así lo concluyó un reporte de la Universidad de California en Davis y el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés) que calcula las emisiones de carbono del uso del transporte urbano en varios escenarios.

El informe indica que la alta electrificación de vehículos (EV) por sí sola podría evitar 44 gigatoneladas acumuladas, mientras que un escenario de alto cambio modal por sí solo, que se caracteriza por políticas que construyen ciudades compactas enfocadas en caminar, el uso de bicicleta y de transporte público en lugar de automóvil, solo podría evitar 33 gigatoneladas.

Ver más: Movilidad eléctrica acelera en Colombia y se anota un récord en noviembre

PUBLICIDAD

Pero según advierte “ningún escenario es suficiente por sí solo”, por lo que apela a la combinación de estos escenarios (electrificación + cambio modal), que “podría reducir las emisiones en 59 gigatoneladas acumuladas, lo que lo convierte en el único escenario consistente con limitar el calentamiento global a menos de 1.5 ° C”.

La evidencia es clara, si nos enfocamos exclusivamente en movilidad eléctrica la reducción en emisiones no es suficiente. Es indispensable combinar ese esfuerzo con ciudades compactas. Las ciudades compactas reducen distancias al mezclar el uso de suelo y acercar las personas a destinos y oportunidades sin depender del uso del automóvil. Las ciudades compactas no solo ayudan a reducir emisiones, sino que ayudan a que las ciudades sean más humanas, seguras y vivibles.

Verónica Ortiz Cisneros, vocera de ITDP

Los académicos advierten que el cambio climático “es urgente” y solo con ambos, la electrificación y el cambio modal, se podrá alcanzar una reducción de emisiones consistente para fines de siglo.

El escenario es más que retador si se tiene en cuenta que durante los próximos 30 años la población mundial crecerá y será más urbana, en tanto que se tiene previsto que la demanda mundial de viajes urbanos de pasajeros se duplicará.

PUBLICIDAD

En este sentido, los investigadores de la Universidad de California y ITDP advierten que “a menos que la humanidad alcance cero emisiones de carbono netas para el año 2050, el cambio climático alcanzará niveles catastróficos”.

Y el transporte urbano de pasajeros es responsable de al menos una décima parte del total de las emisiones de gases de invernadero en el mundo.

En este sentido, insta a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte urbano de pasajeros en 53 gigatoneladas acumuladas durante el período de 2020 a 2050.

Ver más: Reportaje | TransMilenio, MIO y Empresa Metro luchan por su sostenibilidad

Un icono iluminado de un cargador de vehículo eléctrico en Los Ángeles, California, EE.UU., el jueves 18 de noviembre de 2021.

Ver más: Recuperación de los sistemas de transporte de Bogotá y Medellín se va a tardar

ITDP explica que el viaje en automóviles, cual sea la fuente de energía que se utilice, es el modo de transporte urbano más caro por pasajero por kilómetro.

Por ello, indica que el escenario que combina la electrificación de autos con cambio modal representa “un ahorro anual de más de US$5 billones por año para 2050 en costos directos (incluyendo combustible, operación, fabricación, e infraestructura), dinero que puede ser utilizado para otros esfuerzos de descarbonización”.

“EV + cambio modal es una visión ambiciosa para el futuro de nuestro planeta. Requerirá un gran esfuerzo global, comparable en cada país con la construcción del sistema de carreteras interestatales de Estados Unidos en la década de 1950 o de la red de trenes de alta velocidad de China en años más recientes. Pero esas hazañas de infraestructura fueron posibles, y también lo es la descarburación del transporte urbano de pasajeros”, concluye.