El argumento del bitcoin como activo refugio sucumbe en su prueba de fuego

Pese a haberse recuperado y de hecho cotizar más alto que antes del inicio del conflicto en Ucrania, su comportamiento ante el estallido fue el de un activo de riesgo

El bitcoin ha sido una víctima más de la inestabilidad con la que arrancó 2022, en medio de un discurso más agresivo de los bancos centrales, que se preparan para ponerle fin a las épocas de liquidez con las que se enfrentó la pandemia
25 de febrero, 2022 | 09:13 AM

Bloomberg Línea — A medida que la pandemia afectó a todos los activos por igual, las voces que perfilaban al bitcoin (XBT) como un activo refugio se escucharon con más fuerza, luego de que en 2020 se disparara el precio mientras que materias primas como el petróleo se desplomaban. Sin embargo, ahora que las criptomonedas enfrentan una prueba de fuego en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania (sobre todo el día de la invasión, el jueves) y el aumento de la inflación, el argumento cada vez pierde más fuerza.

El bitcoin ha sido una víctima más de la inestabilidad con la que arrancó 2022, en medio de un discurso más agresivo de los bancos centrales que se preparan para ponerle fin a las épocas de liquidez de las que se valieron para enfrentar la pandemia y del desenfrenado incremento de la inflación. A esto se le suma la invasión de Rusia a Ucrania, que amenaza con desestabilizar aún más las cadenas de suministro y exacerbar las alzas en los costo de vida.

Luego de que en la madrugada del jueves el presidente Vladimir Putin anunciara la invasión, el token digital más grande se desplomó y llegó a caer por debajo de los US$35.000. La capitalización de mercado de todos los criptoactivos llegó a ubicarse en US$1,69 billones, una caída superior a un 7% en un solo día, según la plataforma Coingecko.

“En los últimos meses, el bitcoin ha cotizado cada vez más como un activo de riesgo, mostrando una fuerte correlación con la renta variable. La combinación de alta inflación, incertidumbre monetaria y ahora esta crisis geopolítica no ha hecho más que reforzar esta correlación”, explicó Clara Medalie, analista de Kaiko, a Bloomberg Línea.

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Los rendimientos del token entre 2020 y 2021 y su comparación con el S&P 500 ilustran que su desempeño se asemeja más a un activo convencional que a un refugio. Entre 2017 y 2019, la correlación que mide sus movimientos era de 0,01 (el índice va hasta 1, siendo 1 un movimiento idéntico) y luego subió a 0,36. Es decir, la posibilidad de que ambos activos suban o bajen al mismo tiempo es cada vez más frecuente, según cuentas de economistas del Fondo Monetario Internacional.

Parte de este incremento en la correlación, agregó la analista, es el “resultado del creciente solapamiento entre los inversores tradicionales y los de criptomonedas, junto con la fase incipiente de estos mercados, que presentan un riesgo”.

Según un estudio de Glassnode, desde inicios de 2020, la oferta de criptomonedas en manos de grandes inversores ha aumentado un 13,4%, y ha registrado 2.160 entidades que clasifican en la categoría de aquellas que poseen más de 1.000 bitcoin.

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“Aunque este comportamiento no resta necesariamente valor al argumento de refugio seguro del bitcoin a largo plazo, a corto plazo estamos viendo cómo las criptomonedas son tratadas como activos de riesgo en tiempos de incertidumbre”, agregó Medalie.

Y es que la caída en el precio se dio por igual en todo el mundo cripto. En la mañana del jueves, Larry Cermak, vicepresidente de investigaciones en The Block, dijo que las 100 criptomonedas más grandes caían más de un 75% desde sus máximos. Y a las que mejor les iba mostraban una caída de un 60%, agregó en su cuenta de Twitter.

El oro brilla en la crisis

En tiempos de incertidumbre ha brillado el activo refugio por naturaleza: el oro. El metal se acercó a la barrera de los US$2.000 en el momento álgido de la invasión. El rally que tuvo durante el jueves le permitió tocar un máximo de 15 meses. Horas después bajó a medida que subían los activos de riesgo, y actualmente se ubica por debajo de los US$1.900 la onza.

Hoy, según información compilada, la correlación entre oro y el bitcoin se sitúa en -0,025, cuando una puntuación de 1 representa una armonía completa entre ambos activos. Es decir, que los datos indican que el bitcoin se mueve en la dirección contraria del activo refugio por naturaleza.

“El oro ha sido una moneda y un refugio seguro durante épocas, el bitcoin apenas tiene más de una década”, añadió John Roque, analista de 22V Research, a Bloomberg Línea. “Si construyéramos una curva con varios activos de riesgo, es justo decir que las criptomonedas podrían estar en los bordes exteriores y más extremos de esa curva y, en entornos peligrosos, los inversores no quieren estar tan lejos en la curva”.

Mientras el mundo cripto está en un comportamiento bajista, Bernard Dahdah, analista senior de materias primas de Natixis, dijo en una nota que esperan que los precios del oro superen los US$2.000 la onza si en los próximos días el conflicto se intensifica aún más.

“La correlación del bitcoin con el oro no ha sido muy fuerte, excepto en marcos temporales de corto plazo (...) Creo que el oro es una mejor cobertura contra la inflación”, concluyó Katie Stockton, fundadora de Fairlead Strategies, en declaraciones a Bloomberg Línea.

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