Banco del Bienestar: lejos de competir con banca comercial y llegar a los más pobres

El banco enfrenta problemas con su cartera de crédito a la baja, niveles de morosidad en máximos y presupuesto con un menor margen de maniobra

AMLO inaugura en septiembre de 2021 primera sucursal del Banco del Bienestar en la alcaldía Gustavo A. Madero en Ciudad de México. (Cortesía: Gobierno de México)
25 de marzo, 2022 | 04:00 AM

Ciudad de México — El presidente Andrés Manuel López Obrador quiere hacer del Banco del Bienestar el banco más grande del país para competir al tú por tú con la banca comercial y llegar a las zonas de alta marginación, pero hasta ahora no ha logrado convertirse en una alternativa de bancarización más allá de la dispersión de recursos de programas sociales.

Banco del Bienestar, antes de este sexenio Bansefi, cuenta con 544 sucursales al cierre de 2021, más que las que tienen Banregio, Banco del Bajío o que Scotiabank; también cuenta con más cuentas transaccionales que bancos pequeños como Autofin o Finterra, por lo que sí podría ser un competidor en el mercado al menos considerando esos indicadores.

Pero el banco enfrenta problemas que obstaculizan el deseo presidencial: cartera de crédito a la baja, niveles de morosidad en máximos y un plan de expansión para construir 2.700 sucursales hacia final de 2023 que depende de un presupuesto con un menor margen de maniobra.

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Una extrabajadora de confianza del Banco del Bienestar contó a Bloomberg Línea bajo condición de anonimato que el banco tiene que mejorar en mucho para poder bancarizar a más personas y poder adecuar productos a los más pobres.

A pesar de que ha habido tres directores en la mitad del sexenio, dijo, el banco continúa siendo un barril sin fondo en el sentido de que se le destinan recursos presupuestales, pero los servicios financieros van en retroceso y se percibe corrupción.

Compartió que al Banco del Bienestar la gente llega a pedir ayuda para poder utilizar sus tarjetas con los recursos de los programas sociales porque denuncian que los depósitos que anuncia el presidente no les llegan. También han llegado a solicitar préstamos, pero los esquemas de financiamiento no han funcionado.

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Y en los casos que sí procedieron los préstamos, añade, se trata de una cartera con alta morosidad.

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Situación complicada

Banco del Bienestar redujo la cartera de créditos a partir de septiembre de 2021, al tiempo que aumentaba la cartera de créditos vencidos y el Índice de Morosidad (IMOR).

La morosidad se ha cuadriplicó en la primera mitad de la administración de AMLO, como se le conoce al presidente. El nivel de cartera de crédito vencida escaló de 9,6% en enero de 2019 a 35,4% en diciembre de 2021, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

El nivel de morosidad se compara desfavorablemente contra el 2.1% que registró la banca múltiple al cierre del año pasado.

Al tiempo que la morosidad se elevó, Banco del Bienestar comenzó a reducir la cartera de créditos desde finales de 2020, pero fue hasta septiembre de 2021 que se observó una bajada considerable.

En la primera mitad del sexenio de AMLO la cartera de créditos alcanzó un saldo máximo de MXN$3,214 millones, para comenzar a descender y tocar un mínimo de MXN$1,431 millones en diciembre de 2021.

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Enrique Díaz-Infante, especialista en sector financiero y seguridad social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), dijo que el banco tiene una vocación perdida y busca competir con instituciones del sector financiero cuando su papel debería ser el de intermediario financiero para lograr mayor alcance y llegar a la población no bancarizada.

Si bien es una realidad que la banca comercial no ha logrado llegar a los más pobres en las zonas marginadas del país por “no ser atractivos” para la banca, el Banco del Bienestar tampoco ha hecho esfuerzos suficientes para llegar a más personas y más bien parece un deseo presidencial que no es lo que necesita el país.

“AMLO quiere el banco más grande, pero no es lo que quiera el presidente que parece que tiene necesidades políticas, es lo que necesita el país”

Enrique Díaz-Infante, CEEY

“Banco del Bienestar debería ser una banca de segundo piso que ayudara a los intermediarios financieros con fondeo y sistema de pagos, y sus clientes deberían ser las Sofipos y las cajas de ahorro y esto no está siendo el caso”, remata.

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José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), consideró que el concepto del banco es loable, pero se puede ver un tanto distorsionado porque se le puede considerar como un mecanismo de asistencialismo financiero, es decir, como un mecanismo que otorgue créditos sin garantías y sin hacer estudios de riesgo.

“Me parece que este análisis de los créditos y de donde canalizar los recursos en estos pocos años que tiene de operar ha generado números rojos y esto implicaría que sin perder su filosofía busque otros instrumentos y valoración de riesgos. No hay sostenibilidad financiera en la estrategia de implementación que se ha hecho”

José Luis de la Cruz, IDIC

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Más recursos del erario

El presupuesto de Banco del Bienestar ha crecido durante la primera mitad del sexenio de AMLO y se anticipa que conforme se acerque el plazo de conclusión del programa, habrá mayores erogaciones para la construcción de sucursales a cargo del Ejército mexicano, el cual recibe parte de los recursos de forma directa y sin pasar por la Tesorería de la Federación.

En 2020, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) destinó MXN$5,000 millones al proyecto de construcción de sucursales. Para el ejercicio fiscal 2021 se destinaron MXN$10,500 millones, lo que implicó una inversión acumulada de MXN$15,500 millones para la construcción y equipamiento de las sucursales en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Para 2022, el presupuesto aprobado para el banco en 2022 es de MXN$11,852 millones, se trata del monto de recursos solicitado por Hacienda y avalado por el Congreso más alto desde el inicio de sexenio, no obstante, durante el año puede haber capitalizaciones de Hacienda si fuera necesario.

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Carlos Ramírez, consultor en Integralia y exintegrante del Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF), dijo que si bien la situación del Banco del Bienestar no implica no riesgo sistémico para el sistema financiero, el ente por sí mismo debería merecer la atención de las autoridades hacendarias e incluso de Banco de México (Banxico).

“Los números se ven muy mal y van a empeorar, no tiene pies ni cabeza la estrategia que siguen con Banco de Bienestar y simple y llanamente es un banco con números negativos. El plan de negocios que se sigue está fuera de la realidad y rentabilidad”

Carlos Ramírez, Integralia

Ramírez dijo que Bansefi siempre tuvo problemas con su modelo tecnológico, mismos que no está pudiendo resolver el Banco del Bienestar. “¿Cómo van a conectar tantas sucursales en lugares remotos?”, cuestiona.

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