Buenos Aires — A lo largo de este año el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha subido cinco veces las tasas de interés, para intentar que el ahorro en pesos despierte algún interés en los argentinos. Sin embargo, los plazos fijos siguen perdiendo con la inflación casi siempre
Desde noviembre de 2019 hasta la fecha el retorno real acumulado de los plazos fijos tradicionales fue -15,5%, destacó un informe de GMA Capital. Es decir, por el impacto de la inflación, quien colocó $100 al terminar el año en que el Frente de Todos llegó al Gobierno hoy tiene un equivalente a $84,50 de aquella época.
Cómo viene la dinámica este año
Tras el último movimiento de tasas, el Banco Central dejó los plazos fijos para personas humanas que tienen hasta $10 millones en 48% de Tasa Nominal Anual (TNA) y en 60,1% de Tasa Efectiva Anual. No obstante, la inflación esperada para el corriente mes tiene un valor anualizado de 67,7%.
Además, los analistas que consulta el mismo Banco Central ya proyectan una inflación anual para 2022 de 65,1%.
Estos cambios en las tasas de interés, considerando la expectativa de inflación para mayo, dejan a los plazos fijos minoristas con una de interés real para mayo -4,6% TNA. Pero a la luz de un dato como el de abril, los retornos reales se hundirían hasta -22,6%, consignó GMA Capital.
GMA Capital explica que, con la actual expectativa inflacionaria, la TNA de los plazos fijos debería estar en 72% para que el ahorrista tenga un resultado neutro, es decir, que no gane ni pierda contra la inflación.
Y la situación es aún más apremiante para los plazos fijos mayoristas, es decir, aquellos de más de $10 millones: en ese caso, la TNA fijada por el BCRA es de 46% (dos puntos menos que en el caso de los minoristas) y la Tasa Efectiva Anual es de 57,1%.
Este tipo de depósitos, por otro parte, son los que terminan moviendo la aguja, porque incluyen colocaciones de empresas, aseguradoras, bancos, fondos comunes de inversión, etc. Además, los grandes jugadores de mercado no tienen la opción de situarse en plazos fijos UVA para protegerse de la inflación, como sí pueden hacer los minoristas.
La promesa de una tasa positiva
A finales de 2021 el Banco Central emitió un documento con los objetivos para 2022 y en uno de los puntos adelantaba que la tasa de interés de política monetaria iba a “propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local, y de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria”.
El objetivo de mejorar la remuneración que recibe quien apuesta al peso es, entre otras cuestiones, desalentar la dolarización. Sin embargo, el ahorrista que constituye un depósito a plazo sigue siendo derrotado por el incremento generalizado de precios.
Si bien es cierto que el BCRA viene subiendo la tasa cada vez que el dato de inflación arroja un número más alto del esperado, eso no permite mejorar las perspectivas hacia adelante, que es lo que mira el ahorrista.
El problema no es actual. Desde hace décadas que los plazos fijos tradicionales no le permiten al ahorrista protegerse de la inflación. El año pasado, la consultora Ecolatina había demostrado en un informe que de los 220 meses que transcurrieron entre enero de 2003 y abril de 2021, tan solo en 20 de ellos los plazos fijos tradicionales le habían ganado a la inflación y al dólar. En los 200 meses restantes habían perdido con alguna de las dos variables.
¿Por qué el BCRA no es entonces más agresivo en la suba de tasas de plazos fijos? Para que los bancos puedan pagar más de tasa al ahorrista, la autoridad monetaria debería a su vez incrementar la remuneración que reciben estos por suscribir Leliq. Es decir, se incrementaría el déficit cuasifiscal y, además, se encarecería el valor del dinero, desalentando los créditos.
El equilibrio es difícil y, por el momento, no se logra llegar a un punto que permita premiar la tenencia de moneda local.
¿Y los plazos fijos UVA?
Los ahorristas no sofisticados tienen una posibilidad de combatir la inflación, que es suscribir plazos fijos UVA, es decir, aquellos que ajustan por CER (inflación) y le suman un margen del 1%. Sin embargo, tan solo un 6% de los depósitos a plazo del sector privado están en este tipo de colocaciones.
Por un lado, porque los mayoristas prácticamente no pueden participar de este mercado, pero también los minoristas encuentran algunas limitaciones: para abrir un plazo fijo UVA se necesita un mínimo de tres meses de colocación (aunque existen opciones de precancelación).
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