Opinión - Bloomberg

Sheryl Sandberg deja su cargo en Facebook en un momento peligroso

Sheryl Sandberg deja su cargo como COO de Meta
Por Parmy Olson
02 de junio, 2022 | 08:57 AM
Tiempo de lectura: 5 minutos

Bloomberg Opinión — Sheryl Sandberg, COO de Meta Platforms Inc., dejará su cargo después de 14 años de dirigir la empresa junto a Mark Zuckerberg. Ha llegado “el momento de escribir el siguiente capítulo de mi vida”, dijo Sandberg en una publicación de 1.542 palabras en Facebook, la cual estuvo acompañada de efusivos comentarios de otros ejecutivos de la empresa.

Su salida se esperaba hace tiempo. Una investigación del Wall Street Journal publicada el año pasado, en la que se analizaban datos internos de Facebook, descubrió que el porcentaje del personal que dependía de Sandberg, de 52 años, se había reducido en los últimos años. También había rumores, según una persona cercana a la empresa, de tensiones con Zuckerberg y de la formación de facciones rivales en sus equipos de ejecutivos y de relaciones públicas.

El legado de Sandberg es mixto. Fue fundamental para ayudar a la empresa a alcanzar una escala sin precedentes, de más de 2.000 millones de usuarios activos, después de que Zuckerberg la sacara de Google en 2008, cuando él tenía sólo 23 años, para hacer crecer el negocio publicitario de Facebook. Hizo ese trabajo con enorme éxito: Alrededor del 97% de los US$117.000 millones de ingresos de Facebook en 2021 procedían de la venta de anuncios. El imparable crecimiento de Facebook la convirtió en multimillonaria, al menos en papel.

Pero su habilidad para hacer crecer el negocio tuvo un precio: para los usuarios de Facebook, para una conversación pública sana y, posiblemente, para la propia democracia. Las noticias falsas proliferaron en la red social durante el período previo a las elecciones presidenciales de EE.UU. en 2016, en las que Donald Trump llegó al poder. Más recientemente, una denunciante acusó a la empresa de haber contribuido a la insurrección del 6 de enero en el Capitolio debido a su escasa inversión en seguridad. Para los críticos de Facebook, la empresa estaba causando daños a la sociedad como consecuencia de una mentalidad de crecimiento a toda costa impulsada por Sandberg y Zuckerberg.

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Algunos ejecutivos que trabajaron con Sandberg han hablado al respecto. Roger McNamee, el destacado capitalista de riesgo de Silicon Valley que ayudó a hacer que tengan lugar sus primeras reuniones con Zuckerberg en 2008, escribió “Zucked” y señaló que el enorme tamaño de Facebook hacía casi imposible moderar los diferentes idiomas y culturas de sus usuarios.

El cofundador de la aplicación de mensajería WhatsApp, Brian Acton, también se molestó por la fijación de Sandberg por el crecimiento. Unos años después de que vendiera WhatsApp a Facebook por US$19.000 millones en 2014, propuso monetizar la aplicación mediante un modelo que cobraría a las empresas una fracción de centavo por una amplia cantidad de mensajes. Pero en una entrevista de 2018, recordó que Sandberg rechazó la idea. “Sus palabras fueron: ‘No será escalable’”, me dijo entonces. La publicidad era la ruta definitiva para obtener mayores beneficios.

Sin embargo, ahora, Sandberg se va justo cuando esa máquina de generar dinero está en un momento de dudas. Recientemente, Facebook dijo que sus ingresos de 2022 se verían afectados en US$10.000 millones como resultado de los bloqueos de privacidad de Apple en iOS. Y el drástico giro de Zuckerberg hacia el metaverso ha hecho que la empresa ya haya gastado más de US$10.000 millones en una nueva tecnología a la que todavía le faltan muchos años para ser adoptada por el público a nivel masivo.

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Mientras que el feed de Facebook de Zuckerberg se ha llenado de actualizaciones sobre el metaverso o proyectos de skunkworks como guantes que pueden recibir retroalimentación háptica para que los usuarios puedan “tocar” cosas en la realidad virtual, Sandberg se ha mantenido en silencio sobre la iniciativa.

Su papel durante años ha sido dirigir el lado mundano del negocio mientras Zuckerberg perseguía proyectos más emocionantes. En las llamadas de beneficios, a menudo ha resaltado la contribución de Facebook a las pequeñas empresas y ha presionado a los periodistas para que cubran el tema. Declaró ante el Congreso de EE.UU. en lugar de Zuckerberg y asistió al Foro Económico Mundial de Davos mientras el CEO de Facebook se quedaba atrás.

Un antiguo directivo de Facebook me dijo una vez que lo único que sabían con certeza sobre Zuckerberg y Sandberg era que sólo dejarían la empresa si Wall Street lo quería. Eso significaba una caída del precio de las acciones de la compañía por debajo de un determinado umbral, como por ejemplo US$100.

Las acciones de Meta cerraron el miércoles a US$188, muy lejos de ese umbral. No obstante, eso es también una caída del 50% desde los US$378 del año pasado. La capitalización bursátil de Facebook coqueteaba entonces con el billón de dólares, y ahora ronda los US$500.000 millones. Otra figura clave en la historia de crecimiento de Facebook también se ha ido: Peter Thiel, que fue el primer inversor externo de Facebook y la mano que guiaba a Zuckerberg, abandonó recientemente la junta directiva de la empresa después de 17 años.

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Aunque Zuckerberg ha dicho públicamente que seguirá siendo CEO durante los próximos años, su aparente obsesión por la realidad virtual deja a Facebook cada vez más sin rumbo.

Las salidas de Sandberg y Thiel se producen en un momento de gran incertidumbre financiera para Meta. No está claro cómo la empresa planea ganar dinero en el metaverso, ni cuánto más costarán los cambios de privacidad de Apple, ni cuán extensamente podría tener que rediseñar sus algoritmos para los usuarios en Europa bajo las próximas leyes de seguridad en línea allí, lo que podría perjudicar sus perspectivas de crecimiento. En febrero, Meta comunicó el primer descenso de su historia en usuarios activos diarios, lo que sugiere que su negocio puede haber tocado techo.

Si Sandberg se va sin mucho espamento, podría haber sido más bajo si hubiera esperado más tiempo para hacerlo. El resquicio de esperanza para los usuarios, y quizás para la propia democracia, es que algunos de los ejecutivos que dirigieron Facebook hacia una escala irresponsable están finalmente fuera. Si Zuckerberg llega a renunciar a su control de la empresa como controlador mayoritario de sus acciones con derecho a voto, se abre una mayor perspectiva de un nuevo liderazgo que podría priorizar la seguridad sobre el crecimiento. Pero por ahora, el futuro de la empresa parece cada vez más incierto.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.