Buenos Aires — En los últimos dos meses el Banco Central (BCRA) devaluó el peso a la misma velocidad. Es decir, tanto en mayo como en junio convalidó una suba nominal del dólar contra la moneda argentina por un 4,21% mensual. ¿Es suficiente? Buena parte del mercado cree que no, ya que la inflación no cede y el peso se aprecia contra otras monedas y que, por ende, el Banco Central deberá aumentar el ritmo en que devalúa.
Esta visión se refleja en las tasas de dólar futuro. Con los ajustes que se observaron en el último día de junio en Rofex, la principal plaza de futuros, el tipo de cambio oficial mayorista debería tener un salto nominal del 5,6% en julio y del 5,6% en agosto para que se justifique en el octavo mes del año el precio que están pagando los inversores.
“Para septiembre se espera un 6% mensual de suba del dólar y lo mismo para octubre”, detalló Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financieras, en base a las tasas que muestra Rofex.
El Banco Central ya logró torcerle el brazo al mercado en 2020 y en 2021, años en los que el Rofex reflejaba expectativas de devaluación mucho más potentes que las que se vieron.
¿Por qué en 2022 el mercado sigue apostando por lo mismo?
Por un lado, el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral, que refleja cómo está el peso con respecto a las monedas de países que negocia Argentina, muestra que la moneda se ha apreciado ya un 24% desde que Alberto Fernández llegó a la Presidencia y, de hecho, hoy el indicador está cada vez más cerca del valor que tenía el día previo a la primera devaluación de la era Macri. También es cierto que hoy los precios internacionales son más favorables a la Argentina y eso le permite al BCRA cierto margen de maniobra.
“El mercado cree que el Banco Central pueda sostener este ritmo de crawling. La época de liquidación más fuerte del agro va pasando y además la brecha, la inflación y el Tipo de Cambio Real Multilateral no ayudan”, explicó Reschini.
Además, afirmó que el Banco Central viene jugando “fuerte este año”, en términos de intervención. Hay que señalar que la autoridad monetaria es prácticamente el único jugador que vende en Rofex, ya que nadie se anima aposta al peso.
“El BCRA tiene a favor que viene de 2 años en los cuales apostar en Rofex a una devaluación fue muy costoso. Si bien el interés abierto se está acelerando, todavía tiene unos márgenes para intervenir bastante holgados”, explicó Tomás Ruiz Palacios, estratega de Consultatio Plus.
Reschini consideró que seguir con este ritmo de devaluación, aún por debajo de la inflación, “le pega pega a la actividad”.
Cepo y reservas
En las últimas cuatro ruedas el Banco Central logró comprar US$1520 millones, que le permitieron cerrar el mes de junio con saldo neto a favor (por US$950 millones) en términos de compraventa de reservas. Sin embargo, ello fue a fuerza de cerrar prácticamente por completo el grifo a importadores, con excepción de energía. En el mercado, de hecho, hablan de “feriado cambiario”.
“Que el mercado espere más devaluación mientras el BCRA suma reservas de manera significativa da la pauta de que se desconfía de que la dinámica actual sea sostenible”, afirmó Ruiz Palacios.
Y se explayó: “Creemos que eso se debe a que, si bien las medidas de las últimas semanas (cepo comercial reforzado y fuertes intervenciones en los bonos en pesos) ayudan a atender ciertas dinámicas nocivas, el problema de fondo (déficit fiscal y pérdida de competitividad cambiaria) sigue sin atenderse. Mientras se sigan abordando las consecuencias del problema en vez de su origen, el mercado seguirá demandando cobertura”.
Por el momento, se espera que el Banco Central siga jugando fuerte como vendedor de dólar futuro, para calmar las expectativas de una devaluación y, de paso, hacerse unos pesos si lo logra.
Desde el broker Portfolio Personal Inversiones (PPI) señalaron ante la consulta de este medio: “El último dato que tenemos al cierre de mayo es que el BCRA está vendido en US$2.088 millones en futuros y que este cierre de mes habría estado muy activo, por lo que su posición vendedora se va a incrementar (imposible determinar cuánto). Por lo pronto, a fines de septiembre y diciembre puede quedar vendido por hasta US$9.000 millones según acuerdo con FMI. A esos casi US$7.000 millones de espacio a fin de mayo habría que restarle lo que se vendió en junio”.
Brecha cambiaria
El dólar mayorista, que es el subyacente de lo que se opera en Rofex, se ubica en $125,41, mientas que el contado con liqui que se lleva a cabo comprando y vendiendo bonos está en torno a los $250, mi que arroja una brecha del 100%.
TE PUEDE INTERESAR:
Falta de gasoil: alertan que déficit energético de Argentina treparía 300% en 2022
Dejar el riesgo es el mantra del segundo semestre con mayores temores de recesión
Javier Timerman: Gobierno argentino “usa aspirinas para ir solucionando problemas”