Biden ofreció a Lasso apurar un TLC con Ecuador, ¿pero es posible?

La política comercial de Estados Unidos la dirige el Congreso, por ello, a pesar de las buenas intenciones del presidente, el camino aún es largo

Joe Biden y Guillermo Lasso se encontraron en la Cumbre de las Américas a inicios de junio de este año.
28 de julio, 2022 | 05:00 AM

QUITO — “El presidente (Joe) Biden fue muy comprensivo y dio instrucciones a sus asesores para encontrar una manera legal de incluir al Ecuador dentro del Tratado de Libre Comercio con Colombia y Perú, que es lo más cercano”. Esa fue la respuesta que el presidente Guillermo Lasso dio a Bloomberg Línea hace dos semanas al ser consultado sobre un posible acuerdo comercial con su principal socio comercial: Estados Unidos.

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¿Pero es esto posible? La respuesta sencilla es no. Primero porque Ecuador debería suscribir su propio tratado con EE.UU. o uno similar al que mantienen Colombia y Perú, que firmaron en 2006, pero no el mismo. “Se podría pulir el acuerdo de Colombia y Perú e incluirnos en ese modelo de acuerdo o firmar uno nuevo más moderno”, explica a BL el presidente de Fedexpor, Felipe Ribadeneira.

Sin embargo, el proceso para un TLC “está verde”, asegura el ejecutivo porque “no hay un camino claro” que permita vislumbrar una pronta salida. En primer lugar porque en EE.UU. es el Congreso el que determina la política comercial y hoy no existe ninguna autorización por parte de la legislatura para suscribir un acuerdo con Ecuador. Entonces, a pesar de los buenos oficios que pueda hacer el presidente Biden -como le habría ofrecido a Lasso- el tema es más complejo.

¿CUÁL ES LA SITUACIÓN ACTUAL ENTRE ECUADOR Y EE.UU.?

Por ahora, la situación se ha estancado en un acuerdo de primera fase que se firmó a finales de 2020 y entró en vigencia en agosto de 2021 como escenario previo a un TLC. Este incluye cuatro aspectos:

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  • Facilitación de comercio
  • Buenas prácticas regulatorias
  • Beneficios para pequeñas y medianas empresas (pymes)
  • Lucha anticorrupción

Como lo explica Fedexpor, el objetivo principal de este acuerdo radica en establecer un marco para un comercio fluido, seguro y beneficioso para las mipymes mediante el cual se modernizan procesos administrativos, operativos y reglamentarios que promuevan la relación bilateral entre el Ecuador y Estados Unidos.

Sin embargo, este acuerdo no aborda temas considerados sensibles, que por su dimensión requieren un mayor nivel de negociación y discusión como: acceso a mercados, propiedad intelectual, normativa de origen, etc. Se esperaría que en los próximos meses los dos países avancen en un protocolo de segunda fase de ese acuerdo.

Lo otro a destacar es que en febrero pasado tuvo lugar la IV reunión del Consejo de Comercio e Inversión (TIC) entre Ecuador y EE.UU., que es un espacio de diálogo que se establece como preámbulo para un acuerdo más grande y que es importante mantener para que las relaciones fluyan. Estaba previsto que a mediados de este año una comisión ecuatoriana viaje a territorio estadounidense para ampliar los avances, pero hasta el momento no se conoce si la agenda se cumplió.

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LA RENOVACIÓN DEL SGP ES LA MÍNIMA ASPIRACIÓN

Lo mínimo esperable para los exportadores al momento es la renovación del Sistema General de Preferencias Arancelarias (SGP) que estuvo vigente hasta diciembre de 2020. Si el SGP no se renueva, Ecuador no volverá a tener tratamiento preferencial para la exportación de 279 productos que desde hace un año y medio ya pagan aranceles.

Se esperaría que la renovación del SGP, que está en trámite en el Congreso estadounidense, sea retroactiva y se devuelva a las empresas el pago que han realizado en este tiempo.

“Lamentablemente, el Ecuador no es del único beneficiario del SGP, están incluidos varios países del mundo, pero la verdad que no se entiende por qué todavía no se han puesto de acuerdo los congresistas norteamericanos para la firma y para la renovación del mismo”, comenta Ribadeneira, para quien es fundamental “no dejar enfriar la relación”.

UN TLC, SÍ… PERO BALANCEADO

Actualmente, el grueso de las exportaciones ecuatorianas a los Estados Unidos ingresa con arancel NMF, aunque en la práctica lo hace con un promedio bajo, dada la importancia de productos primarios con arancel cero como es el caso del petróleo crudo. Así se explica en un estudio que la Cepal realizó sobre los efectos de un TLC entre ambas naciones.

Por ello, ante un posible acuerdo de libre comercio, los productos que se verían particularmente beneficiados serían aquellos sobre los cuales los aranceles NMF son más altos que el promedio (por ejemplo, rosas, espárragos y hortalizas, con aranceles de 6%, 14% y 21%, respectivamente).

Otros factores por los que Ecuador necesitaría un TLCE con EE.UU. es el limitado tamaño del mercado regional con el que cuenta, considerando que Estados Unidos representa el 31% de sus exportaciones totales, lo que representa más que toda América Latina.

Asimismo, el país ya resiente la pérdida de competitividad de varias de sus industrias frente a socios como Colombia y Perú en sectores como productos de pesca, agricultura, textiles, confecciones y calzado.

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Por ello, de acuerdo con la Cepal, de alcanzarse un TLC con EE.UU. (con la reducción de todos los aranceles bilaterales a cero) se generaría un impacto positivo de 0,08% sobre el PIB, con aumentos del consumo, la inversión y las exportaciones e importaciones. Incluso en un acuerdo comercial con excepciones, los efectos siguen siendo positivos: la tasa de desempleo se contraería, pero en 0-17%, con una variación positiva en el salario real, de 0,17%.

Los sectores que más se beneficiarían en términos de producción son los agrícolas y agroindustriales, entre los que se destacan particularmente las flores y las frutas y vegetales, así como también los productos de la pesca.

En cuanto a las importaciones, el grueso del aumento se concentraría en maquinarias y equipos, vehículos y productos químicos, que absorberían más del 80% de los cambios. “En resumidas cuentas, los impactos sobre las importaciones se producirán en mayor medida en sectores correspondientes a bienes de capital e insumos intermedios, ambos complementarios con las funciones de producción de varios sectores nacionales”, afirma el estudio.

De esta manera, el principal efecto de un acuerdo comercial balanceado con los Estados Unidos vendría siendo la transformación del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) en una preferencia permanente, “con lo que se eliminaría la incertidumbre permanente que el sector exportador enfrenta cada vez que se aproxima la revisión del sistema”.

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ECUADOR LE VENDE MÁS A EE.UU.

Según información proporcionada por Fedexpor, en 2021 el comercio no petrolero entre Ecuador y Estados Unidos dejó un saldo favorable de US$ 1.298 millones, en donde las exportaciones tuvieron mayor preponderancia que las importaciones. En el caso de las exportaciones, alcanzaron prácticamente US$ 3.900 millones en 2021, lo que significó un incremento del 22% en relación a 2020.

En el 2021, Estados Unidos se constituyó como el primer mercado de destino para las exportaciones no petroleras del país. Además, entre enero y mayo de este año, las exportaciones no petroleras hacia ese destino se incrementaron en 17%. Actualmente, este mercado acoge más de 1.100 productos de exportación.

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Comercio en los primeros cinco meses del año.dfd

Los principales productos que compra EE.UU. son: camarón, banano y plátano, flores, oro y pesca fresca. Entre los cinco principales productos se concentra el 69% de las exportaciones no petroleras.

Asimismo, son más de 1.630 empresas las que se encuentran vinculadas a la exportación hacia este país. En el caso de la demanda ecuatoriana, alrededor del 80% de las importaciones no petroleras corresponden a insumos utilizados para la producción de bienes.