Qué hay detrás de la única economía que caerá en Latinoamérica para 2023

El FMI, el Banco Mundial y la Cepal proyectan una contracción del PIB chileno para el próximo año, el cual tendría el peor desempeño de la región

Chile, la única economía que caerá en LatAm para 2023: las razones detrás de la mala racha
21 de octubre, 2022 | 05:58 AM

Santiago — Todas las proyecciones apuntan a que la economía chilena caerá en 2023. Las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) coinciden en que el país tendrá peor desempeño de la región para el próximo año.

No es una suposición aislada, ya el Banco Central de Chile y el Ministerio de Hacienda diagnosticaron un duro escenario para los meses venideros. El motivo de la contracción está principalmente relacionado con el comportamiento de la economía chilena en los últimos dos años.

Luego de las fuertes restricciones de movilización por la pandemia del Covid-19, el país consiguió recuperarse a un ritmo más rápido respecto a otras naciones latinoamericanas. De hecho, su Producto Interno Bruto (PIB) se expandió 11,7% en 2021.

El economista Felipe Hernández, de Bloomberg Economics, dice que gran parte de la diferencia en crecimiento para 2023 obedece a una corrección después de que la economía chilena creció más que otras en América Latina. “Eso explica por qué, en términos relativos, el próximo año Chile estará peor que el resto de la región, y es porque en los dos últimos años estuvo mejor que el resto”.

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En líneas general, es un ajuste. “Todo lo que sube tiene que caer normalmente. Eso aplica en el caso de Chile, que después de dos años de crecimiento muy superior al resto de la región tendrá un crecimiento menor respecto a sus pares de Latinoamérica”.

Excesos de una economía

No es una sorpresa para analistas. ¿Qué está detrás de esa caída y desaceleración que se avecinan? Hernández señala dos factores de gran peso que explicarían esto:

1. Una agresiva política monetaria. El banco central inició un ciclo de ajustes en julio de 2021, que concluyó con el aumento de 50 puntos básico de la tasa de interés de referencia, para fijarla en 11,25% hace unos días. Con estas subidas intentó contralar la inflación que, en el mes de septiembre, anotó un alza interanual del 13,7%, cediendo por primera vez desde febrero de 2021. Sin embargo, el efecto colateral es una merma del crecimiento económico.

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2. Un ajuste de la política fiscal. Durante los años posteriores a los duros confinamientos hubo una expansión fiscal monetaria “bastante agresiva en Chile”, dice el economista. De este modo, se produjo una corrección después de políticas fiscales y monetarias muy expansivas que fueron una respuesta a una situación compleja y, según distintos analistas, no eran sostenibles en el largo plazo. “Esa corrección era esperada”.

Solo hace falta echar una mirada atrás. En 2020, Chile respondió a la pandemia con una tasa de política monetaria del 0,5%, una de las más bajas en América Latina. Ese mismo año su déficit fiscal llegó a -7,14% del PIB. La política fiscal muy expansiva se extendió casi dos años a diferencia de otros países, como Brasil, donde solo duró un año.

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Un factor determinante, que explica esa brecha con otras naciones, está relacionado con el impulso económico dado, principalmente, por la demanda interna y el consumo en particular derivado de tres rondas de retiros de fondos de pensiones entre 2020 y 2021 y subsidios estatales como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). “Esto implicó una inyección de recursos importantes durante un periodo muy corto y que fue una medida con efectos puramente transitorios”, explica Hernández.

Pero el impulso de esos retiros al consumo y a la demanda interna, al crecimiento en general, están desapareciendo. Eso también explica la caída de la actividad económica y por qué tendrá el peor comportamiento de América Latina en 2023. “Eso ayudó a que Chile se recuperara, pero a medida que eso se pierde también se explica por qué el país está cayendo más que otros”.

El gobierno del presidente Gabriel Boric estima que el gasto público crecerá un 4,2% el próximo año, dejando atrás la caída de 24,1% proyectada para 2022.