El mercado nostálgico en EE.UU. apetece el fiambre chapín, pero oferta es escasa

Para los 1.5 millones de guatemaltecos que viven en el país del norte se les dificulta encontrar el tradicional platillo

Los connacionales que vivien en Estados Unidos no logran satisfacer la demanda del típico platillo.
25 de octubre, 2022 | 07:00 AM

Guatemala — Cada 1 de noviembre se reúnen las familias guatemaltecas para compartir y degustar de uno de los platillos gastronómicos más representativos del país, el fiambre, que fue creado a finales del siglo XVI como un plato frío que mezcla verduras, embutidos, quesos y carnes.

Además, destaca diferentes representaciones de otras regiones del mundo. Por ejemplo, la cultura árabe por la utilización de especias, quesos y aceitunas. La española por los embutidos y las carnes; y la Maya por el uso de las verduras y las distintas formas de aderezarlo.

VER +
Adquirir alimentos y otros servicios en Guatemala subió más de US$100 en un año

Pero, es hasta el siglo XIX cuando se establece como la comida del Día de los Santos, cuando la celebración es adoptada en todas las regiones de Guatemala y los sabores del fiambre se transforman en un plato muy característico para la celebración de este día.

¿Blanco o rojo?

Existen diferentes tipos de fiambre, los más conocidos son el blanco y el rojo. En el blanco se destacan los jugos fermentados de las verduras, las cuales son preparadas con varios días de antelación y posteriormente se mezclan con el resto de ingredientes.

PUBLICIDAD

Por otro lado, el rojo, se caracteriza por tener como base el curtido de remolacha, mezclado con tiras de pacaya y cebolla, luego, se revuelve con los embutidos, carnes y quesos, prevaleciendo el color rojo de la remolacha.

Sin embargo, depende de la receta de cada familia la que hace especial este plato, ningún sabor es igual y cada uno le da el toque especial a la preparación, además, se ha convertido en parte del comercio gastronómico de esta celebración, ya que los precios de venta de cada plato (para 2 personas) oscilan, en el presente año, entre Q80 (US$10.28) y Q150 (US$19.28).

El tradicional platillo se consume frío y contiene al menos 50 diferentes ingredientes.

Un nicho insatisfecho

El mercado nostálgico en Estados Unidos no logra satisfacer el degustar del tradicional platillo por una variedad de factores y entre los más importantes se encuentran los siguientes:

PUBLICIDAD
  • El fiambre contiene más de 50 ingredientes diferentes y algunos de ellos no se encuentran en los lugares donde residen los connacionales.
  • Los embutidos varían en tamaño y principalmente en sabor, este último factor es determinante para poder lograr el sabor del caldillo.
  • Las pocas familias que logran mantener la tradición se debe a que logran recibir algunos de los ingredientes, que son enviados directamente desde Guatemala, pero al ser la mayoría perecederos se convierte en un desafío.
  • En dado caso logran encontrar el platillo los llegan a cotizarse de la siguiente forma: un plato mediano (para cuatro personas) en Q545 unos US$70 y uno grande (para 6 y 8 personas) en Q860 unos US$110. Este platillo se vende en una localidad cerca del Downtown por Arlington y Adams, en Los Ángeles, California.

Una tradición que se pierde

La guatemalteca Michelle García lleva cinco años viviendo en Estados Unidos en California y comentó a Bloomberg Línea que ha intentado conseguir los ingredientes, pero no lo ha logrado, entre los embutidos no encuentra las llamadas butifarras, que le dan un sabor intenso al caldillo del fiambre.

“Los embutidos tienen más influencia mexicana que europea, y la tienda que encontré es española y hace sus propios embutidos, pero no es tan amplia la gama como la que tenemos en Guatemala”, expresó García.

Nancy Bale está casada con un estadounidense, viven en St. Louis Missouri y confiesa que lleva más de 15 años sin probar el fiambre, porque no encuentra quien lo prepare. “Lamentablemente ya no logré transmitir la tradición a mi hijo pequeño”, dijo a Bloomberg Línea.

Este platillo lo vende una emprendedora guatemalteca en Los Ángeles, California.

La guatemalteca Jaqueline Kurtz, quien reside en Nevada, ciudad de Las Vegas había logrado probar el fiambre hace más de 20 años cuando llegó a los Estados Unidos, pero recientemente, se le ha dificultado el encontrar quien prepare el platillo en su localidad, incluso llegó a pagar US$45 por una libra y era fiambre rojo.

“Ahora hay más guatemaltecos viviendo en Las Vegas, porque aquí se han abierto plazas de trabajo interesantes, por lo tanto, considero que podré conseguir un plato de fiambre y degustarlo el próximo 1 de noviembre en familia”, afirmó Kurtz.

En el caso de Claudia Buckler, quien vive en la ciudad de Washington, lleva más de 16 años de no probar el fiambre.

“Desafortunadamente en esta área o por lo menos donde yo vivo no se de alguien que prepare el fiambre, cuando viví en Guatemala mi familia siempre lo compraba, por lo tanto, nosotros más que todo hacemos los tamales navideños, eso sin falta”, resaltó Buckler.

PUBLICIDAD
VER +
Inflación en Guatemala continuará en aumento y podría alcanzar el doble dígito

Guatemaltecos en EE.UU.

En el caso de la población guatemalteca en Estados Unidos se estima en aproximadamente 1.5 millones. Sin embargo, en el 2020 se registraron 3.4 millones de guatemaltecos que fueron a realizar algún trámite a las sedes consulares de ese país, según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Pero, se debe tomar en cuenta que no es una cifra exacta porque en algunos casos fueron retornaron al país o bien su estancia fue corta.

VER +
Mercado latinoamericano se alista para compras navideñas y oportunidades se abren

California, la sexta economía más grande del mundo, es el estado donde más guatemaltecos han vivido en EE.UU., ya que los tres consulados en ese lugar registran que 1.5 millones de personas han ido a solicitar documentos de identificación.

El segundo estado donde más guatemaltecos viven es Florida con 145.000 y el tercero es Nueva York con 101.892.

Muchos guatemaltecos estadounidenses se integran con otros grupos de migrantes centroamericanos o comunidades latinoamericanas, dado que sus festividades, comidas, idiomas, artes y músicas son similares.