Marcela Hernando: una nueva Constitución no cambiaría reglas de la industria del cobre

La ministra de Minería de Gabriel Boric asegura que desde el Gobierno tienen “toda la voluntad” de dedicar los diálogos que sean necesarios hasta llegar a acuerdos en la discusión del royalty minero

Mina de cobre
12 de diciembre, 2022 | 04:00 AM

Santiago — El Gobierno de Chile está intentando calmar a los inversionistas respecto de las reformas desarrolladas en el país. En una entrevista con Bloomberg Línea, la ministra de Minería, Marcela Hernando, reconoce que se necesita “tranquilizar el ánimo”, porque últimamente “los inversores están reservándose” y “muy expectantes” ante un clima de incertidumbre mundial, pero también por posibles cambios a nivel local como una nueva Constitución.

Está convencida de que el sector minero no debería sentirse amenazado por las transformaciones que se están planteando en Chile —principal productor de cobre a nivel mundial— porque existen herramientas institucionales que protegen los negocios.

Marcela Hernando, ministra de Minería de Chile. Foto: Cescodfd

De hecho, el portafolio de proyectos mineros para el periodo 2022-2031 considera 53 iniciativas por un total de 73.655 millones de dólares, donde el 24% de la cartera equivale a seis proyectos que corresponden a la estatal Corporación del Cobre (Codelco) y un 57% a la gran minería privada del cobre.

Esta conversación, que fue realizada el 6 de diciembre en el marco del VI Foro Internacional de Inversiones InvestChile 2022, fue editada por motivos de claridad y de extensión.

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Bloomberg Línea: ¿Qué estrategias aplicará Chile para atraer a más inversores a la industria cuprífera y mantener a los existentes?

Ministra Marcela Hernando: Primero, yo diría que tranquilizar el ánimo. Los inversores están reservándose, muy expectantes sobre las situaciones sociales, económicas, y también políticas.

Están muy atentos a lo que pasa. En el actual contexto mundial, uno tiene que ser realista: somos tremendamente permeables. Estamos muy globalizados. No es muy diferente lo que está ocurriendo en Chile respecto del mundo en materia económica.

Desde el punto de vista sociopolítico sabemos que existe inquietud por lo que ocurrió a partir de 2019: el estallido social, la posibilidad de una nueva Constitución, el royalty, la reforma tributaria y otras relacionadas con cómo financiamos un país para conseguir que sea más equitativo y así encargarnos de esa demanda social que sigue larvada.

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Nuestro modo de dar tranquilidad a los inversionistas e invitarlos a invertir, que concreten proyectos, es ofreciendo certeza jurídica; mostrarle las herramientas existentes, que no han cambiado. Aunque existiera una nueva Constitución, tampoco cambiarían porque hay tratados internacionales, y existe un soporte institucional que debería dar confianza.

Hay inquietud por el royalty minero. ¿Ustedes están dispuestos a negociar una reducción de la carga tributaria?

En primer lugar, debemos ponernos de acuerdo con cuál será el cálculo de la carga tributaria real. Yo diría, incluso, que los gremios aceptan que como gobierno nos hemos hecho eco de algunas de sus observaciones y se ha morigerado bastante la estructura.

Tenemos que llegar a un consenso sobre cuál es la carga tributaria. Ese diálogo, que se está dando en la Comisión de Minería del Senado, llegará algunos acuerdos, concesiones de ambos lados. Nosotros tenemos toda la voluntad del mundo de dedicarle tiempo y los diálogos que sean necesarios.

¿Están preocupados por la caída de la producción de cobre?

Sí, a quién no le preocupa. Estamos viendo de qué manera desde Codelco, que es nuestro brazo armado, aceleramos los proyectos estructurales.

La minería chilena estaba condenada del modo en que venía siendo explotada; a rajo abierto en el caso de Chuquicamata, que ya estaba bajando la ley.

El encarecimiento de algunos insumos ha significado que, entrecomillas, hayamos perdido competitividad y tengamos una menor producción, lo que no es bueno en un momento en el cual se necesita más cobre.

Fotógrafo: Andrey Rudakov/Bloombergdfd

Para el cambio a la electromovilidad y a las energía renovables no convencionales se necesita cobre. Sería una tremenda oportunidad si tuviéramos más producción para vender, porque además se espera que suba el precio.

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En ese contexto, esa es una preocupación fundamental. Pero también entendemos que estos proyectos estructurales y los cambios de tecnologías que se están dando en la gran minería apuntan a que esta industria tenga aire unos 50 años más en Chile.

“El encarecimiento de algunos insumos ha significado que, entrecomillas, hayamos perdido competitividad y tengamos una menor producción, lo que no es bueno en un momento en el cual se necesita más cobre”

Marcela Hernando, ministra de Minería de Chile

¿Cómo ven la situación en China?

Es imposible en un mundo como el nuestro, en nuestra economía, y además teniendo como principal comprador a China, decir que no nos preocupa. Pero tampoco —y el presidente Gabriel Boric lo ha dicho— queremos depender de una economía. Vamos a ir tomando decisiones de acuerdo con lo que nos parezca es la mejor solución para Chile.

Argentina está luciendo atractivo para inversionistas: ¿Lo ven como un competidor? ¿Qué consejos le darían para sacar más provecho a sus recursos?

Queremos colaborar con nuestros países vecinos. En materia de litio, tres países (Argentina, Bolivia y Chile) acumulamos la principal reserva mundial. Somos el gran productor de litio y Argentina está empezando en volúmenes que todavía son pequeños. Pero lo más destacable ha sido su curva de crecimiento.

Somos países con legislaciones diferentes. Argentina es un estado federal y, desde ese punto de vista, también tienen algunas incertezas en las que están trabajando como gobierno central.

He tenido conversaciones, a propósito de esto, con la ministra de Minería de Argentina y con la subsecretaria. Están tratando de coordinar a los gobiernos regionales, a los gobernadores de las diferentes provincias con estas riquezas minerales, porque también para la inversión extranjera es complejo tener que entenderse con gobiernos locales, ya que los tiempos políticos van cambiando y pueden ir variando las condiciones.