Bloomberg — Las bolsas asiáticas se preparaban para seguir la estela bajista de Wall Street el lunes, ya que la decisión de la Reserva Federal de seguir subiendo los tipos y una oleada de medidas cautelares en Pekín frenaron la confianza en los activos de mayor riesgo.
El dólar se debilitó ligeramente frente a la mayoría de las principales divisas y el yen subió, impulsado por un informe según el cual el primer ministro japonés podría considerar la posibilidad de permitir una mayor flexibilidad en el régimen monetario que ha mantenido los tipos de interés del país en niveles mínimos.
Los futuros de las acciones japonesas, australianas y hongkonesas cayeron después de que el S&P 500 y el Nasdaq 100, de gran peso tecnológico, cerraran a la baja por tercer día consecutivo. El triple vencimiento trimestral de los derivados de renta variable amplificó los movimientos del mercado.
El riesgo de que la subida de los tipos de interés empuje a EE.UU. a una recesión en 2023 está ensombreciendo las operaciones de fin de año. Mientras tanto, el giro de China desde el Covid Zero aumenta las perspectivas de crecimiento por la reapertura económica, junto con el riesgo de un aumento de nuevas infecciones. El número de muertos seropositivos al Covid que llegan a las funerarias y crematorios de Pekín está aumentando, según informan los medios de comunicación.
Los rendimientos de la deuda pública subieron ligeramente en Australia y Nueva Zelanda el lunes, después de que los bonos del Tesoro estadounidense registraran un comportamiento mixto el viernes, cuando los bonos a corto plazo repuntaron mientras que los vencimientos a 10 años cayeron. El rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años, sensible a la política monetaria, terminó la semana 17 puntos básicos por debajo de su punto de partida.
Los inversores habían aplaudido los datos de inflación de EE.UU., más suaves de lo esperado, pero esa euforia se desvaneció cuando los funcionarios de la Reserva Federal insistieron en el mensaje de que los tipos seguirían subiendo durante más tiempo hasta que estén seguros de que la inflación se ha moderado. La semana pasada, una oleada de subidas de tipos y las perspectivas de línea dura de los bancos centrales de todo el mundo, incluido el Banco Central Europeo, minaron aún más la confianza de los inversores.
