Matriarca del clan hondureño Montes Bobadilla se declara culpable de traficar cocaína

La hondureña Herlinda Ramos Bobadilla será condenada el 28 de marzo de 2023 por un juez de un tribunal federal en Virginia, Estados Unidos

Herlinda Ramos Bobadilla o Chinda, de 62 años, fue capturada por las autoridades hondureñas en mayo y entregada a EE.UU. en julio.
23 de diciembre, 2022 | 11:16 AM

Bloomberg Línea — La hondureña Herlinda Ramos Bobadilla se declaró culpable este jueves de participar en una conspiración a gran escala para traficar cocaína para su importación a los Estados Unidos, informó el Departamento de Justicia.

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Según documentos judiciales, desde 2006 hasta 2015, Ramos Bobadilla, de 62 años, se desempeñó como líder de la organización narcotraficante Montes Bobadilla, o “Los Montes”, uno de los carteles de drogas más grandes de Honduras.

Estados Unidos había solicitado en septiembre de 2016 la extradición de Ramos Bobadilla y sus hijos Juan Carlos Montes Bobadilla y ‘Tito’ Montes Bobadilla. Otro de los hijos de Bobadilla, Noé Montes Bobadilla, fue detenido en 2017 y extraditado a Estados Unidos, donde fue condenado a 37 años de prisión por narcotráfico.

El 2 de mayo de 2022, el Departamento de Justicia ofreció una recompensa de US$ 5 millones por la matriarca y sus dos hijos. Menos de dos semanas después, tras recibir muchos avisos, la Policía Nacional de Honduras capturó a Ramos Bobadilla, en un enfrentamiento en el que fue abatido su hijo Tito. Luego fue entrega a EE.UU. en julio.

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Hasta ahora, no hay rastro de Juan Carlos, quien “se presume inocente hasta que se demuestre su culpabilidad más allá de una duda razonable en un tribunal de justicia”, dijo el gobierno de los Estados Unidos.

Los Montes operaban en la comunidad Francia, en el departamento de Colón, al oriente de Honduras. Allí, la organización recibió cargamentos marítimos y aéreos clandestinos de cocaína de fuentes en Sudamérica. Los cargamentos individuales de cocaína generalmente transportaban cientos de, y a veces más de mil, kilogramos de cocaína.

Después de recibir un cargamento de cocaína, los Montes Bobadilla trabajaron con otros narcotraficantes para transportar la cocaína tierra adentro a través de Honduras hacia Guatemala y, finalmente, México, donde la cocaína sería importada y distribuida dentro de los Estados Unidos.

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“El cártel de Los Montes, bajo el liderazgo de la acusada y su familia, traficó miles de kilos de drogas ilícitas y cometió atroces actos de violencia, incluido el asesinato, causando una devastadora ola de miedo y destrucción que reverberó desde Honduras hasta los Estados Unidos”, dijo Jessica D. Aber, fiscal federal para el Distrito Este de Virginia.

Los Montes era una organización familiar. El esposo de Ramos Bobadilla era el líder de la organización y ella trabajó estrechamente con él en su negocio de tráfico de cocaína. Cuando su esposo murió en 2010, su hijo, Noé Montes Bobadilla, asumió el control de la organización, y su madre continuó sirviendo como líder dentro de la organización, junto con sus otros hijos, supervisaron todos los aspectos de las operaciones de tráfico de cocaína de la familia.

El rol de Chinda en el clan

Ramos Bobadilla, conocida como Chinda, desempeñó un papel de liderazgo activo en Los Montes. Entre otras responsabilidades, participó en la negociación de transacciones de cocaína con otros narcotraficantes en Centro y Sudamérica, administró las ganancias que la organización obtuvo de la venta de cocaína y, en ocasiones, pagó fuentes de suministro por la cocaína que Los Montes compraba.

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También empleó a individuos armados para trabajar bajo su dirección y control, incluso proporcionando seguridad para ella y sus cargamentos de cocaína, y participó en la adquisición, planificación y organización de actos de violencia, incluidos asesinatos, para promover la conspiración.

Por ejemplo, Los Montes y otras organizaciones narcotraficantes hondureñas conspiraron para financiar el asesinato de Julián Arístides González, jefe de la agencia antinarcotráfico de Honduras, en diciembre de 2009.

Ramos Bobadilla ayudó a conseguir la participación de Los Montes en la financiación de ese asesinato. Junto con su hijo, Noé Montes y, con la ayuda de otro narcotraficante, también participó en la coordinación y dirección del asesinato de una residente permanente de los Estados Unidos en Tocoa, (municipio de Colón), en junio de 2013 porque creían que era informante del gobierno de los Estados Unidos.

Además de su participación en estos actos de violencia, Ramos Bobadilla cometió sobornos para promover la conspiración, y junto con sus cómplices hicieron pagos a funcionarios públicos en Honduras, incluidos agentes de policía y otros funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, para facilitar y proteger las operaciones de narcotráfico de la familia.

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Un mensaje claro

El 8 de octubre de 2015, Ramos-Bobadilla y cinco co-conspiradores fueron acusados formalmente de conspiración para distribuir cinco kilogramos o más de cocaína para su importación a los Estados Unidos. Tres de los coacusados de la matriarca de Los Montes han sido condenados y sentenciados en este caso.

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Está previsto que Herlinda Ramos Bobadilla sea condenada el 28 de marzo de 2023. Se enfrenta a una pena mínima obligatoria de 10 años de prisión y una pena máxima de cadena perpetua.

Las condenas efectivas por delitos federales suelen ser inferiores a las penas máximas. Un juez de un tribunal federal de distrito en Virginia determinará la sentencia tras tener en cuenta las Directrices sobre Sentencias de EE.UU. y otros factores legales.

“El Cartel de Los Montes era una organización narcotraficante viciosa que envenenaba a nuestros ciudadanos y se involucraba en la violencia para beneficiarse del tráfico de drogas”, dijo Jarod Forget, Agente Especial a Cargo, División Washington de la DEA (Administración de Control de Drogas). “Nuestro mensaje al liderazgo de las organizaciones criminales es claro, no vacilaremos hasta que se erradique la distribución de drogas y su violencia relacionada”.