Carne de res se reduce en el plato de los colombianos y tardaría en bajar de precio

“La carne de res ha ido perdiendo, de manera paulatina, participación en el consumo total de carne en Colombia a costa del cerdo y el pollo”

Un vendedor prepara carne de res en el Mercado Silvia en Cauca, Colombia, el martes 10 de mayo de 2022.
02 de febrero, 2023 | 11:13 AM

Bogotá — La carne de res, uno de los productos más impactados por cuenta de la inflación en Colombia, sigue reduciendo su tamaño en el plato de los colombianos y todavía estaría enfrentando presiones de distinta índole para bajar de precios en el país.

La inflación de la carne de res se ubicó en el 20,21% anual hasta diciembre del año pasado, mayor a la de cerdo y sus derivados del 14,44% o la de aves que llegó al 16,25% en el mismo período, de acuerdo a cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).

La inflación en Colombia cerró el año pasado en el 13,12%, lo que supuso su mayor nivel en este siglo, impulsado fuertemente por el precio de los alimentos.

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En este escenario, la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia indica en un informe que “la carne de res ha ido perdiendo, de manera paulatina, participación en el consumo total de carne en Colombia a costa del cerdo y el pollo”.

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“Y de mantenerse la tendencia actual de menor sacrificio bovino, la oferta interna de carne de res seguramente seguirá a la baja en 2023, lo que le permitiría a las demás proteínas mantener el ritmo de crecimiento”, dice el documento.

De hecho, es espera que “la menor oferta de res seguirá cubierta por el cerdo y el pollo” y por ende las importaciones se convierten en un regulador de precios internos, especialmente en estos dos últimos productos.

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En el caso de las carnes las importaciones totales el año pasado crecieron un 5% y representaron el 7% del consumo aparente nacional.

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“Se observa que en momentos de pico en precios locales las importaciones se aceleran, lo que genera un freno en precios internos, especialmente en cerdo y pollo”, explica.

El informe concluye que la mayor demanda de ganado colombiano haría que el ajuste en precios locales de la carne “sea más lento de lo esperado”.

“Una perspectiva optimista en las zonas ganaderas beneficiadas por el crecimiento exportador viene generando un aumento de inversiones vía retención de vientres y compra de animales, lo que a su vez explicaría el menor ritmo de sacrificio y el aumento en precio del ganado en pie durante 2022″, dice el reporte.

Los investigadores explican además que la transferencia de precios del ganado en pie hasta el IPC toma tiempo.

“Si se cruza la serie de variación anual de precios de ganado en pie con la del IPC de la carne de res se encuentra que, al aplicarle un rezago de cinco meses a la primera, la correlación entre ambas se maximiza y llega a un 94%”, señala.

Por lo tanto, indican que para que se pueda ver “una corrección en precios de res, o al menos una desaceleración importante, será necesario que el ajuste en precios en finca o subasta del ganado retroceda necesariamente en el primer semestre”.

Los mayores precios de la carne de res en Colombia han llevado a que crezca el número de hembras destinadas a sacrificio para el mercado local. Acumulado a noviembre, el sacrificio nacional de machos cayó un 10%, mientras el sacrificio de hembras creció más del 7%, con lo cual en el agregado el sacrificio para consumo interno retrocedió 3,7%”, dice el informe.

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