Bloomberg — La fortuna de Gautam Adani ha caído US$52.000 millones en solo seis jornadas bursátiles, una caída que prácticamente no tiene precedentes.
Se diferencia de la del caído chico estrella de las cripto, Sam Bankman-Fried y Bill Hwang, de Archegos Capital Management, quienes pasaron de tener decenas de miles de millones a cero luego de que sus operaciones apalancadas implosionaran.
Al fin y al cabo, aún luego del desplome de las acciones de su imperio tras un reporte del vendedor en corto Hindenburg Research, Adani está a cargo de un conglomerado que construye infraestructura que requiere fuertes aportaciones de capital, como puertos y aeropuertos, todo en línea con los objetivos de desarrollo del primer ministro indio, Narendra Modi.
Su pérdida de riqueza es mucho mayor que la del brasileño Eike Batista, que utilizó su imperio de materias primas para construir infraestructuras nacionales, como astilleros y puertos, con el apoyo del gobierno. Batista tardó aproximadamente un año en perder toda su fortuna de US$35.000 millones, convirtiéndose en el primer “multimillonario negativo” conocido.
Y aunque Elon Musk fue la primera persona de la historia en perder US$200.000 millones (y ha tenido algunos periodos en los que su riqueza se desplomó tanto como la de Adani), desde entonces se ha recuperado a lo grande. El CEO de Tesla Inc. (TSLA) ha añadido más de US$32.000 millones a su fortuna personal en lo que va de año, la mayor cifra de todos los analizados por el Índice de Multimillonarios de Bloomberg.
En total, la pérdida de riqueza de Adani es una de las más graves en términos de escala y velocidad desde que Bloomberg comenzó a rastrear multimillonarios en 2012. Su patrimonio ahora asciende a US$61.000 millones, frente al máximo de US$150.000 millones alcanzado en septiembre, según el índice.
La precipitada caída pone de relieve las singulares formas en que Adani, de 60 años, escaló posiciones en la clasificación de riqueza en los dos últimos años, superando en un momento dado a todos los multimillonarios del planeta excepto Musk. Muchas de las tácticas fueron señaladas por Hindenburg como presunto fraude: Una gran concentración de propiedad de acciones con información privilegiada, un uso desenfrenado del apalancamiento y valoraciones elevadas en casi todos los sentidos.
Adani ha expandido su conglomerado de forma agresiva, con un empuje hacia la energía verde y la infraestructura en particular, asegurando inversiones de empresas como Warburg Pincus y TotalEnergies SE. Adani Group utilizó préstamos de margen para financiar sus ambiciones, y la semana pasada tuvo que colocar acciones por valor de unos US$300 millones para mantener su cobertura colateral en un préstamo concedido por un grupo de bancos, entre ellos Barclays Plc (BCS).
Adani Group ha negado repetidamente las acusaciones de Hindenburg, calificando el informe de “falso” y amenazando con emprender acciones legales. Aún así, su buque insignia, Adani Enterprises, retiró una venta de acciones por valor de US$2.400 millones que estaba totalmente suscrita pero que suscitó escaso interés entre los inversores minoristas, y las unidades de Credit Suisse Group AG (CS) y Citigroup Inc. (C) han dejado de aceptar algunos valores de Adani como garantía para préstamos de margen.
Aún no está claro hasta qué punto intervendrá el Gobierno indio. El Parlamento ha suspendido la sesión tras el pandemónium que se desató cuando el presidente de la Cámara Alta rechazó la petición de los legisladores de la oposición de celebrar un debate sobre Adani. De momento, Modi no ha dicho nada al respecto.
Mientras tanto, el banco central de la India ha pedido a los prestamistas detalles sobre su exposición al conglomerado, según personas familiarizadas con el asunto. State Bank of India, la mayor entidad financiera del país, ha prestado hasta US$2.600 millones a empresas de Adani, aproximadamente la mitad de lo permitido, según una persona familiarizada con el asunto.
“Adani y sus funcionarios están haciendo todo lo posible por pintarlo como una conspiración extranjera contra el ascenso de India como potencia económica”, afirma Ashok Swain, director del Departamento de Investigación sobre la Paz y los Conflictos de la Universidad de Uppsala (Suecia). “El mercado no se ha tragado este farol. Como las acciones de Adani llevan una semana desplomándose, el discurso nacionalista va perdiendo relevancia”.
Adani, que abandonó la universidad para probar suerte en la industria del diamante, es ahora la tercera persona más rica de Asia, por detrás de su homólogo Mukesh Ambani y del rey chino del agua embotellada, Zhong Shanshan. Está a punto de salir del Top 20 mundial.
--Con la colaboración de Cecile Vannucci y Jack Witzig.
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