Bloomberg Línea — La inteligencia artificial ha recreado las imágenes de la última erupción del volcán Cotopaxi de hace 146 años.
El Cotopaxi, ubicado al centro-norte del Ecuador, es considerado uno de los volcanes más peligrosos del mundo debido a la frecuencia de sus erupciones, su estilo eruptivo, su relieve, su cobertura glaciar y por la cantidad de personas potencialmente expuestas a sus amenazas.
Con 5.897 metros de altura sobre el nivel del mar, es uno de los tres volcanes que actualmente están en actividad en Ecuador junto a El Reventador y el Sangay.
Todo esto lo convierte en uno de los volcanes más vigilados del país y al cual se dedican una gran parte de los recursos disponibles para el monitoreo por parte del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
De hecho, la primera estación sísmica permanente dedicada a vigilar un volcán en Sudamérica fue instalada en el Cotopaxi, en 1976 y desde entonces, la red de monitoreo de este volcán ha crecido de forma constante hasta la configuración actual, que asegura una vigilancia adecuada de este peligroso volcán.
Los registros muestran que desde el inicio de la conquista española, el Cotopaxi ha presentado cinco grandes periodos eruptivos: 1532-1534, 1742-1744, 1766-1768, 1853-1854 y 1877-1880.
“Dentro de cierto rango, todos los episodios han dado lugar a fenómenos volcánicos muy peligrosos, y no hay duda de que episodios similares volverán a repetirse en el plazo de las décadas”, dice el Instituto Geofísico.
Recreación del Cotopaxi en inteligencia artificial
Basados en registros históricos, el vulcanólogo Hugo Yepes, exdirector del Instituto Geofísico, y la Unidad de Comunicación del Municipio de Quito presentaron una producción audiovisual para recrear la erupción del volcán Cotopaxi del 26 de junio de 1877.
Los insumos que la IA utilizó para crear las imágenes están basados en los libros Travels Amongst the Great Andes of the Equator de Edward Whymper y en las Memorias sobre el Cotopaxi del científico alemán Thedor Wolf, nombrado como el geólogo oficial de Ecuador en 1875.
Según el Instituto Geofísico, la peligrosidad del Cotopaxi radica en que sus erupciones pueden dar lugar a la formación de enormes lahares (flujos de lodo y escombros) que transitarían por drenajes vecinos a zonas densamente pobladas como el Valle Interandino entre Mulaló y Latacunga, y una parte del valle de los Chillos.
Se estima que actualmente más de 300.000 personas viven en zonas amenazadas por lahares en caso de que se repitan erupciones similares a las ocurridas en los siglos XVIII y XIX.
Además, la caída de ceniza producida durante una erupción del Cotopaxi podría afectar una parte muy significativa de la Sierra y la Costa del Ecuador, señalan los especialistas.
En las últimas horas, el Cotopaxi ha registrado la expulsión de emisiones con alta carga de ceniza, un tipo de emisiones que según el Instituto Geofísico han sido parte del comportamiento frecuente del volcán, desde que empezó con su nuevo proceso eruptivo en octubre del 2022.
