Bloomberg — El banco central de Brasil recortó su tasa de interés clave en medio punto porcentual y prometió mantener el mismo ritmo de flexibilización en las próximas reuniones, luego de que la inflación se desaceleró dentro del rango de tolerancia y surgieron nuevos signos de una economía debilitada.
El banco recortó el miércoles el índice Selic al 11,25%, como esperaban todos los analistas encuestados por Bloomberg y en línea con las orientaciones anteriores de la autoridad monetaria. Las autoridades han reducido los costos de endeudamiento en 2,5 puntos porcentuales desde agosto.
“Si el escenario evoluciona como se espera, los miembros del Comité anticipan unánimemente nuevas reducciones de la misma magnitud en las próximas reuniones”, escribieron los miembros de la junta del banco central en un comunicado que acompaña a su decisión. El banco consideró “este ritmo es adecuado para mantener la política monetaria contractiva necesaria para el proceso desinflacionario”.
Los banqueros centrales liderados por Roberto Campos Neto están manteniendo un ritmo gradual de flexibilización monetaria días después de que un informe mostrara que la inflación anual se desaceleró por tercer mes consecutivo a principios de enero, y mucho más de lo esperado por los economistas. La mayoría de ellos están recortando sus pronósticos de aumento de precios para este año a medida que la incertidumbre se disipa y la demanda sucumbe a las estrictas condiciones financieras.
“Las perspectivas están mejorando”, dijo Fernando Honorato, economista jefe de Banco Bradesco SA, antes de la decisión. Considera que la inflación disminuirá aún más en la segunda mitad del año.
La decisión se produjo después de que la Reserva Federal dejara las tasas sin cambios y el presidente Jerome Powell arrojara un jarro de agua fría a las esperanzas de que las reducciones comenzarían en marzo.
Los operadores brasileños han descartado casi por completo las probabilidades de recortes más pronunciados, dados riesgos como el aumento de los precios de los alimentos y la resistencia de la inflación de los servicios. El clima adverso causado por El Niño está elevando los costos de productos básicos como las patatas y el arroz.
Con el desempleo en su nivel más bajo desde 2015 y las negociaciones salariales que a menudo arrojan aumentos salariales reales, las medidas de inflación vigiladas de cerca, excluyendo elementos volátiles, podrían estabilizarse después de meses de desaceleración.
Los inversores también están preocupados por las crecientes brechas presupuestarias en medio de la presión para un mayor gasto por parte de miembros del Partido de los Trabajadores del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, está negociando formas de aumentar los ingresos y cumplir la promesa de eliminar el déficit fiscal primario, que excluye los pagos de intereses.
La decisión del miércoles fue la primera para los directores Paulo Picchetti y Rodrigo Teixeira. Cuatro de los nueve miembros del consejo han sido nombrados por Lula.
Lea más en Bloomberg.com
