La OPEP+ está adelantando su reunión al 31 de mayo para definir la producción de petróleo de julio, mientras que se discute un posible aumento de 411.000 barriles diarios. Este movimiento se produce en un contexto de crecientes inventarios en EE.UU. y preocupaciones por la demanda global, generando presión sobre los precios del crudo. El mercado está observando atentamente las decisiones del grupo y su impacto en la oferta.
Paralelamente, Chevron se enfrenta a una nueva licencia en Venezuela que restringe sus operaciones a funciones mínimas de mantenimiento y seguridad. Esta decisión, tomada por la administración estadounidense, limita la capacidad de la empresa para operar en el país y participar en la exportación de crudo, impactando la producción venezolana y generando incertidumbre en el mercado petrolero.









