El cierre de un año suele venir acompañado de una avalancha de propósitos: desde incorporar más ejercicio a la rutina hasta mejorar las finanzas personales. Año con año parece que estas metas se desbordan, pero son poco sostenibles por la forma en que se plantean y se persiguen. ¿Cómo establecer propósitos de Año Nuevo que se alcancen? Te compartimos las recomendaciones que lanzan varios expertos.
Establece propósitos mensuales
Una de las razones por las que los propósitos anuales no funcionan y las personas suelen dejarlos de lado con el paso del tiempo es porque planificarlos a largo plazo ofrece una visión demasiado amplia. “Realmente no hay un final a la vista”, señalan desde Harvard Business Review. Es mucho más recomendable establecer propósitos mensuales que te faciliten identificar los pequeños logros como definir cantidades de ahorro o tiempo específico que harás ejercicio al día. “Estás generando momentos que se sienten como un nuevo inicio. Eso te mantiene motivado por más tiempo”, señala la publicación.
El camino más rápido vs. el más divertido
Una vez que establezcas tus propósitos querrás encontrar la manera más rápida y, aparentemente, eficiente de lograrlo. Pero no necesariamente es el mejor camino. “La ciencia demuestra que a las personas les va mejor cuando se concentran en encontrar una forma agradable de perseguir esa meta, incluso si es un poco menos eficiente y efectiva”, dijo a GQ Katy Milkman, científica del comportamiento en The Wharton School de la Universidad de Pensilvania.
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Transforma las grandes metas en micro hábitos
A inicio de año es común escuchar que las personas buscan transformar por completo sus vidas con metas demasiado vagas como “ser más saludable” o “ahorrar más”. Planteamientos tan poco claros facilitan las excusas, explican en Harvard Business Review. Ante ello, se recomienda establecer microhábitos. Por ejemplo, si alguien se dispone a leer más, es mucho más asertivo comprometerse con leer un párrafo antes de dormir. “Es algo tan pequeño que se siente casi ridículo hacerlo, pero de eso se trata: que se sienta alcanzable”.
Evalúa los daños laterales
Relájate, no toda tu vida debe estar definida por un objetivo sumamente delimitado. La planificación excesiva puede traer consecuencias como desgaste psicológico, emocional y a nivel empresarial pueden generar un “daño sistemático”.
Una investigación de Harvard Business School llamada “Golas gone wild” (“Metas fuera de control”) señala que el establecimiento de metas deben conceptualizarse “como un medicamento de prescripción que requiere una dosificación cuidadosa”. Por eso, la lista de propósito debe mantenerse corta y concisa.
