Bloomberg — El gobernador de Sao Paulo, Tarcisio de Freitas, ampliamente favorecido por los inversores como un potencial rival del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones brasileñas de 2026, ha ganado terreno en escenarios hipotéticos de segunda vuelta contra el líder izquierdista, según mostró una nueva encuesta.
El apoyo a Freitas aumentó al 47%, mientras que la intención de voto para Lula disminuyó al 49%, según LatAm Pulse, una encuesta realizada por AtlasIntel para Bloomberg News y publicada el martes. La diferencia de 2 puntos porcentuales se encuentra dentro del margen de error de la encuesta.
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Mientras el veterano Lula busca un cuarto mandato sin precedentes, los partidos de derecha aún no se han unido en torno a un candidato único. Para complicar sus planes, se encuentra la reticencia del expresidente Jair Bolsonaro a ceder el testigo a un sucesor político, incluso después de que comenzó a cumplir una condena de 27 años de prisión el mes pasado.
Freitas ha actuado con cautela para mantener la participación de los votantes conservadores sin distanciarse de Bolsonaro, quien aún domina una parte considerable del electorado y cuyo apoyo será crucial para cualquier contendiente de derecha.
Insiste en que se presentará a la reelección en São Paulo, pero en un evento empresarial la semana pasada centró sus ataques en Lula y afirmó que los partidos de derecha elegirán a su candidato el próximo marzo.
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La encuesta también mostró que la ex primera dama Michelle Bolsonaro compite codo a codo con Freitas en la segunda vuelta. Su apoyo se concentra entre las mujeres y los votantes evangélicos, a la vez que mantiene un fuerte respaldo de la base política de su esposo.
La popularidad de Lula
La encuesta de Atlas mostró que el presidente, de 80 años, ha perdido algo de apoyo entre los votantes tras un breve aumento de popularidad. A principios de año, Lula logró avivar el sentimiento nacionalista contra los aranceles exorbitantes de Donald Trump a los productos brasileños, como parte del fallido intento del presidente estadounidense por ayudar a su aliado Bolsonaro a evitar la condena.
Pero tras mejorar las relaciones con Trump, el índice de aprobación de Lula cayó más de dos puntos, a menos del 49%. En octubre, el respaldo a Lula era de poco más del 51%.
El debilitamiento del desempeño de Lula se produjo justo cuando su gobierno impulsaba amplias exenciones fiscales para la clase media junto con mayores gravámenes para los que más ganan y dividendos.
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“El impulso de popularidad derivado de la tensión con EE. UU. parece haber disminuido”, afirmó Dan Pan, economista de Standard Chartered. “La desaceleración del crecimiento y los persistentes desafíos fiscales podrían lastrar la popularidad de Lula, aunque la división dentro de la oposición aún juega a su favor”.
AtlasIntel encuestó a 5.510 personas en Brasil entre el 22 y el 27 de noviembre, con un margen de error de más o menos 1 punto porcentual y un nivel de confianza del 95%.
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