Bloomberg Línea — El Black Friday se ha afianzado como una de las fechas más relevantes para el comercio colombiano, tanto en tiendas físicas como en plataformas digitales.
Nacido en Estados Unidos como la jornada posterior al Día de Acción de Gracias, este evento de descuentos masivos se ha convertido en un fenómeno global que marca el inicio de la temporada de compras de fin de año.
En Colombia, el comercio adoptó la fecha hace más de una década como una estrategia para dinamizar las ventas y competir con los grandes eventos de promociones internacionales.
En 2025, el Black Friday se celebrará el viernes 28 de noviembre, aunque el calendario comercial del país incluyó una versión adelantada entre el 30 de mayo y el 1 de junio.
Ambas jornadas buscan captar la atención del consumidor, en diferentes momentos del año, reforzando el papel del e-commerce y el retail en la recuperación del consumo interno.
Durante estas fechas se ofrecen descuentos en una amplia gama de productos. Los más demandados suelen ser los tecnológicos —desde teléfonos inteligentes hasta computadoras y televisores—, seguidos por artículos de moda, calzado, electrodomésticos y productos para el hogar.
También han ganado relevancia las ofertas en turismo, con promociones en tiquetes, hospedaje y planes vacacionales. En general, el evento se ha apuntalado en una oportunidad tanto para los consumidores que buscan anticipar sus compras de Navidad, como para los comercios que quieren mover inventario y atraer nuevos clientes.
El desempeño del Black Friday en Colombia ha sido consistente en los últimos años. En la edición de 2024, se registraron más de 1,4 millones de transacciones durante la jornada, lo que representó un crecimiento del 27% frente a 2023 y del 44% en comparación con 2022.
El valor total de las ventas superó los COP$1,5 billones, con Bogotá que concentra cerca del 41% del total nacional. Según asociaciones de comerciantes, las ventas durante ese fin de semana aumentaron hasta un 70% frente a un fin de semana promedio, lo que confirma el peso que ha ganado la fecha en el calendario del consumo.
A medida que se acerca la edición de 2025, el sector espera mantener el ritmo de crecimiento y aprovechar la mejora en la confianza del consumidor.
Más que una jornada de descuentos, el Black Friday se ha convertido en un termómetro del consumo y una prueba de fuego para medir la capacidad del comercio colombiano de responder a un mercado cada vez más exigente y digital.









