Bloomberg Línea — Aunque los CEOs colombianos están optimistas con la llegada de un nuevo año y lo que viene para sus negocios, sienten preocupación por el panorama fiscal colombiano y y el comportamiento de la inflación, que sigue sin llegar a la meta del banco central.
“Visualizamos un entorno macroeconómico global y local retador por los temas fiscales y la persistencia de presiones inflacionarias, pero en general miramos el futuro con optimismo”, le dijo a Bloomberg Línea Juan Esteban Calle, CEO de Cementos Argos, firma del Grupo Argos (GRUPOARG).
El ejecutivo agregó que ven como positivo el desempeño de los negocios de Cemargos por cuenta de que estarán “dando pasos importantes en la consolidación del nuevo negocio de exportación de agregados a Estados Unidos”.
Luego de vender su participación accionaria del 31% en Summit Materials, proveedor norteamericano de materiales de construcción, y recibir US$2.875 millones en efectivo, Cementos Argos reforzó su posición financiera y abrió una nueva fase enfocada en crecimiento en EE. UU.
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Por lo que ahora la empresa está desarrollando una plataforma de exportación de agregados (como arena, grava y otros materiales de construcción esenciales) hacia mercados estadounidenses con déficit estructural de estos insumos, donde la demanda puede superar la oferta local.
También en el sector de la construcción, Bloomberg Línea habló con Luis Aurelio Díaz, CEO del Grupo Oikos, quien comentó que, frente a la rentabilidad de la organización para 2026, “estamos esperando estar sobre los dos dígitos, teniendo un crecimiento alrededor de 18% a 19%”.
Respecto a contrataciones, señaló que proyectan estar llegando a los 280-300 empleados nuevos en la planta, con la contratación que tenemos proyectada para 2026 al 30 de diciembre.
Sobre el entorno macroeconómico, dijo que el año entrante habrá elecciones presidenciales y que considera que el país va a tener un giro muy diferente. “Esto definitivamente es fundamental, no solamente para el país, sino para la inversión extranjera que llega al país en términos de confianza”.
En el sector financiero, Juan Carlos Mora, CEO del Grupo Cibest (CIB), indicó a Bloomberg Línea que el deterioro de las finanzas públicas será uno de los principales desafíos en 2026.
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La holding financiera prevé un déficit fiscal del Gobierno Nacional Central de 6,5% del PIB y una deuda pública de 63,4% del PIB. Este desbalance respondería a un recaudo tributario que crecería por debajo del gasto programado, junto con rezagos y rigideces presupuestales.
“La activación de la cláusula de escape de la Regla Fiscal permitirá un desvío temporal de las metas entre 2025 y 2027. Sin embargo, la sostenibilidad fiscal dependerá de esfuerzos en múltiples frentes, tanto desde el recaudo tributario, pero especialmente desde la racionalización del gasto”, destacó Mora.
El Grupo estima que el crecimiento del PIB se ubique en 3,2% para 2026, revisado al alza desde 3,0%, lo que implica una aceleración frente al 2,9% que anticipamos para 2025 (el anterior estimado era 2,6%).
El impulso provendría, principalmente, del fortalecimiento del consumo, lo que permitiría que los macrosectores de comercio, transporte, alojamiento y comidas, agropecuario y entretenimiento continúen posicionados como los principales motores de crecimiento.
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En el sector del turismo, Jean Claude Bessudo, CEO de Aviatur, agencia de viajes, señaló que para 2026 proyectan un balance financiero positivo. “En contrataciones, solamente para especialistas que no tengamos en la empresa”.
Sobre el entorno macroeconómico indicó que “las empresas que sobreviven son las que mejor se adaptan. El secreto del éxito es no preocuparse sino ocuparse”.
Luis Merchán, CEO de Flora Growth y ahora CEO of Venturu Inc, indicó que la rentabilidad de la empresa en 2026 ya no dependerá de la exportación de flores o derivados de cannabis, sino de la valorización de activos digitales.
“La compañía ha reorientado su capital hacia una estrategia de tesorería en criptoactivos, específicamente acumulando el token $0G (infraestructura descentralizada de IA)”, explicó.
Al haber vendido sus principales activos de cultivo y laboratorios en Santander y Bogotá para cortar gastos operativos, la organización no prevé una contratación masiva de mano de obra agrícola o manufacturera en Colombia para 2026.
Y frente al entorno macro, la empresa espera que el PIB de Colombia crezca entre un 2,4% y 3,0%, una recuperación leve pero insuficiente para dinamizar sectores de alto riesgo, comentó.
Aunque la inflación ha cedido (acercándose a la meta del 3%-4%), las tasas de interés reales siguen siendo altas, lo que encarece el financiamiento local. Esto valida, explicó el ejecutivo, la decisión de buscar liquidez en mercados de capitales internacionales y activos digitales en lugar de depender de crédito bancario local.
“El 2026 es un año electoral presidencial en Colombia. Históricamente, esto genera volatilidad en la tasa de cambio (COP/USD) y pausa en la inversión extranjera directa hasta conocer el nuevo rumbo político. Como empresa que cotiza en NASDAQ con tesorería en dólares/tokens, esta volatilidad local tiene un impacto menor en nuestra nueva estructura”, concluyó Merchán.









