Bogotá — El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó el martes una propuesta que ha sido rechazada en otras oportunidades. Usar recursos del Banco de la República para fines distintos a los que le ordena su mandato constitucional.
En un foro sobre víctimas el presidente Petro pidió acudir a la emisión monetaria para indemnizar a las víctimas del conflicto armado en Colombia.
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“No se pueden indemnizar las víctimas de la violencia en Colombia, o hay que construir otro camino. Y otro camino en las condiciones concretas, y si no es el presupuesto y no son los victimarios, ¿De dónde puede ser? Solo hay uno, en mi opinión. Quizá ustedes tengan otras ideas. La emisión que hace el Banco de la República rutinariamente, en vez de ir a los bancos debería ir a la indemnización de las víctimas en Colombia y creo que acortaríamos los tiempos”, dijo Gustavo Petro en un foro sobre víctimas.
De inmediato la propuesta tuvo reacciones de parte de expertos y académicos quienes ya en el pasado han calificado de inconveniente prender la máquina del banco central colombiano para imprimir billetes, puesto esto significaría, más inflación.
Sin embargo, para algunos la respuesta de por qué Petro insiste en proponer ideas que ya han sido descalificadas podría responder más a su afán por generar titulares de prensa.
Andrés Langebaek, economista jefe del Grupo Bolívar, asegura que “lo primero es recordar que para que eso pase la Junta del Banco de la República lo tiene que aprobar por unanimidad. Yo creo que él tiene el estilo de que tiene que aparecer en los periódicos todos los días y si no cree que no está gobernando. Es un estilo muy complicado, no le ayuda a la inflación, si son conscientes de que la inflación es un problema pues no debería lanzar una propuesta así”.
A pesar de que la idea en la que insiste Petro no es del agrado de los expertos, Langebaek no cree que vaya a tener un efecto sobre la cotización del dólar y los TES en la jornada del miércoles. “En el caso específico de emisión monetaria es simplemente contradictoria en el afán por controlar la inflación, que sean consistentes en sus propuestas”, concluye Langebaek.
Pero no solamente los economistas expertos critican la idea de Petro, ex ministros de Hacienda también alertan que es una propuesta inconveniente, pero, aunque no hay temor de que el banco central la acepte, sí preocupa cómo los inversionistas internacionales reciban el mensaje.
Para Carlos Andrés Arias, gerente de comunicación pública y política de Estrategia & Poder, “O hay un desconocimiento del funcionamiento del Banco de la República que, aunque ingenuo de mi parte, puede ser, o aún mucho más grave, entendiendo su funcionamiento vuelve a plantear una narrativa antinómica, de contradicción, en la que busca crear un bueno y un malo. Entendiendo a la banca pública como el enemigo para resolución de problemas neurálgicos y de fondo que pasan de lejos por el asistencialismo. En el segundo escenario puede ser lo que ya algunos han venido advirtiendo como una narrativa del establecimiento no me deja hacer el cambio, jugando allí con el sofisma de mostrar que él y lo que representa no es la institucionalidad o el establecimiento mismo. En todo caso confirma el galimatías en el que se ha convertido su twittercracia en donde al día dice tantas y tantas cosas que ya no se sabe qué es y termina creando climas de opinión para disipar la importancia de asuntos de fondo como hoy lo son: el asesinato indiscriminado de líderes sociales, el dramática golpe a la economía que puede generar el aumento en los combustibles y los alimentos, hecho que impacta el turismo, su caballo de batalla económico, para citarle dos de cinco temas de fondo sin mencionar las reformas”.
En el pasado, desde el Banco de la República se ha explicado que la idea de emitir dinero no es precisamente la más adecuada. En un video institucional del Emisor, publicado en las redes del banco central hacia octubre del año pasado, el gerente general, Leonardo Villar, explicó que “más allá de que emitir dinero por parte del Banco de la República para darle un crédito al Gobierno sea una alternativa “barata”, de financiación, es un procedimiento que en las condiciones actuales afectaría la credibilidad hacia el Gobierno, hacia el banco y hacia la economía colombiana, hacerlo podría cerrar otras fuentes de financiamiento y las encarecería. Ningún país avanzado del mundo utiliza el crédito directo del banco central para financiar el Gobierno”.
Además de esos argumentos, el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo asegura que “es clave no confundir la operación propuesta con operaciones de mercado abiertas y valorar muy bien los efectos sobre la economía en lo social, en lo fiscal, en lo cambiario y en lo monetario, además de lo reputacional para la atracción de inversión directa y de financiamiento”.
