Bloomberg Línea — A pocos días de que se cumplan los plazos legales, el Gobierno de Gustavo Petro aún no reúne las mayorías legislativas necesarias para que sus iniciativas avancen, lo que pondría en riesgo nuevamente la aprobación de su reforma tributaria y del desfinanciado Presupuesto General de la Nación de 2026.
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“No hay tiempo ni ambiente para ningún tipo de reforma”, afirmó Carlos Arias, gerente de Estrategia & Poder y analista político, quien enfatizó que proyectos de este calibre en la antesala de un proceso electoral tienen mínimas posibilidades de éxito.
“No sólo por lo que ha venido sucediendo en las relaciones con el presidente, sino también por la época electoral, en la que muchas discusiones se vuelven escenario de protagonismo y entorpecen el debate”, agregó Arias.
El presidente pidió la renuncia de cuatro ministros tras sufrir una derrota en el Senado durante la elección del nuevo magistrado de la Corte Constitucional, tribunal que ha fungido como contrapeso jurídico a sus políticas y que deberá decidir sobre el futuro de la Reforma Pensional.
“La coalición de gobierno en el Senado se rehace por completo”, dijo Petro después del revés en la elección de magistrado.
Además, cuestionó que la votación fuera secreta y acusó de “traición” a algunos legisladores aliados que, según versiones en la Casa de Nariño, respaldaron a Camargo para integrar la Corte Constitucional.
Dos senadores cercanos al Gobierno, que pidieron no ser identificados para evitar suspicacias sobre su compromiso con el proyecto político, dijeron a Bloomberg Línea que no ven de dónde pueda surgir el apoyo en el Senado para aprobar el Presupuesto ni la Reforma Tributaria.
Prueba de ello, según un congresista, fue la cancelación de último momento de la sesión de las comisiones económicas conjuntas prevista para el miércoles 10, en la que se discutiría el monto del PGN 2026.
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Por ley, el Congreso colombiano tiene hasta el 15 de septiembre para aprobar, modificar o rechazar el Presupuesto. Hasta ahora, todas las señales apuntan a un nuevo fracaso legislativo para los ministros de Hacienda e Interior, Germán Ávila y Armando Benedetti, respectivamente.
Fuerzas fragmentadas
Desde 2022, las fuerzas del Gobierno en el Senado nunca han sido mayoritarias, aunque en algunos momentos ha contado con mayor respaldo.
Hoy, senadores de partidos como Alianza Verde, Centro Democrático, Cambio Radical, Liberal y Conservador ya han anunciado su voto negativo a las iniciativas del Ejecutivo.
Por ahora no hay acuerdo sobre el Presupuesto, y cálculos extraoficiales de congresistas anticipan un recorte de COP$7 billones, lo que forzaría al Gobierno a impulsar una tributaria de COP$19 billones, con lo cual seguiría estando en desacuerdo la mayoría del Poder Legislativo.
En la Cámara de Representantes las opciones son mayores, aunque la cercanía de las elecciones hace difícil que partidos ajenos al Pacto Histórico respalden las propuestas oficiales.
En este contexto, precandidatos presidenciales de izquierda, encabezados por Gustavo Bolívar, promueven una lista “proconstituyente” con miras a 2026, con la que buscarían convocar una Asamblea Nacional Constituyente que permita impulsar cambios normativos que el Congreso y las cortes han bloqueado.
“Si la Corte Constitucional hunde la Reforma Pensional con la ayuda de Camargo, el proceso constituyente inicia desde el 26 de octubre en la consulta del Pacto Histórico”, aseguró Daniel Quintero, exalcalde de Medellín y exmiembro de partidos como Liberal, Conservador, Independientes, del Tomate y cercano a la Alianza Verde, pero que ahora busca ser elegido sucesor de Petro en la consulta interna del Pacto Histórico.
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Las comisiones económicas sesionan de manera conjunta para acelerar el trámite de las iniciativas del Gobierno. Sin embargo, si una de las cuatro vota en contra, el proyecto se hundirá.
En ese escenario, el Presupuesto 2026 volvería a expedirse por decreto, como ocurrió en 2025, y la reforma tributaria correría la misma suerte de la ley de financiamiento rechazada el año pasado.
