Bloomberg Línea — El equipo legal del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas aseguró este miércoles que el político de 54 años, cuya detención en la Embajada de México en Quito el 5 de abril desató una crisis diplomática, se encuentra en aislamiento total e incomunicación de su familia y abogados.
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La abogada Sonia Vera, quien representa la defensa técnica internacional de Glas, dijo a la emisora ecuatoriana FM Mundo que “no tenemos ningún canal de comunicación directo para saber cuál es el estado de salud” de su defendido.
El 8 de abril, se conoció que el exfuncionario en los gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno había sido hospitalizado por una sobredosis de ansiolíticos y antidepresivos, según un parte policial citado por distintos medios.
Horas después, la agencia penitenciaria SNAI dijo en un comunicado que Glas “sufrió una posible descompensación por su negativa a consumir los alimentos provistos” en la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil.
El martes fue dado de alta del Hospital Naval, al sur de la ciudad, después de haber pasado un día en observación médica, informó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores. “El ciudadano presenta parámetros de salud aceptables y dentro del rango de normalidad por lo que puede recibir el alta médica correspondiente”, decía el comunicado.
La abogada, quien reside en Bélgica y es parte del estudio jurídico Juscogens, dijo que desconocen las razones en las que se dio la sobremedicación reportada inicialmente.
“Estamos sumamente preocupados. No sabemos si ha sido un error, ha sido inducida por el Estado o efectivamente él ha tratado de quitarse la vida. Hay medios que hablan de un coma, o sea, realmente estamos sin tener ningún tipo de información oficial más allá de la que sale a través del SNAI”.
Vera dijo que han solicitado a las autoridades de la penitenciaria tener comunicación con Glas para garantizar su defensa nacional, además de visitarlo presencialmente para restablecer el contacto con su familia.
“Sus hijos están muy preocupados y no hemos tenido acceso a él desde el viernes que se dio el secuestro. Estamos realmente responsabilizando de manera personal a Daniel Noboa de cualquier cosa que pueda violentar los derechos fundamentales de mi defendido”, dijo.
En entrevista a EFE publicada el martes, el abogado Andrés Villegas, parte de la defensa nacional de Glas, dijo que les “alarma y preocupa profundamente” que no les hayan dado “información oficial, fidedigna, actualizada en cada momento” sobre la evolución de la salud del exvicepresidente.
Pese a la condena internacional, el gobierno de Noboa justifica el asalto a la Embajada de México señalando que su acción es por la lucha contra la corrupción. Glas está procesado por presunta malversación de fondos en un caso sobre reconstrucción tras el terremoto de 2016, y todavía debe completar una sentencia de ocho años en otros dos casos, por los que ya estuvo cerca de cinco años en prisión entre 2017 y 2022.