El repunte de las acciones refleja el giro estratégico hacia inteligencia artificial, robótica y conducción autónoma, alejándose del estancamiento en el negocio automotor.
Solo la participación de Elon Musk en su empresa espacial valdría más de US$625.000 millones si eso ocurriera, según cálculos del Índice de Multimillonarios de Bloomberg, frente a los US$136.000 millones actuales.
El despliegue contará con el apoyo de Lumo Mobility, una filial de la empresa tecnológica K2 Group, que ha sido autorizada a operar vehículos autónomos en los Emiratos Árabes Unidos.
Las acciones de Tesla cotizan a unas 210 veces los beneficios previstos para los próximos 12 meses, lo que la hace la segunda empresa más cara del S&P 500.
Beneficios fiscales y un modelo de venta sin intermediarios podrían explicar por qué los precios en Colombia son más competitivos que en otros mercados.
Tesla registró en noviembre un repunte del 10% en los envíos desde su fábrica de Shanghái, su segundo mejor desempeño del año, según datos preliminares.
El movimiento amplía la postura bajista de Burry sobre los valores tecnológicos altamente valorados y se hace eco de su anterior posición corta sobre el líder de chips Nvidia.
Agregar CarPlay representaría un giro sorprendente para Tesla y su CEO, Elon Musk, quien durante años ignoró los pedidos de implementar la popular función.
Las empresas ya tienen vínculos comerciales: xAI invirtió casi US$200 millones en las baterías Megapack de Tesla en 2024, y Tesla ha integrado Grok, el chatbot de la startup de IA, en sus vehículos.
El plan de compensación por US$1 billón refuerza la permanencia de Musk al frente de Tesla, pero el mercado reacciona con cautela ante metas operativas y financieras que lucen ambiciosas.
La corrección en tecnológicas ligadas a la IA arrastró al Nasdaq, mientras crece la preocupación por el impacto económico del cierre del gobierno federal y la falta de datos oficiales.
Tesla lleva mucho tiempo presionando a las autoridades para que den luz verde a su software que, a pesar del nombre, requiere una supervisión humana constante e intervenciones frecuentes.
Las señales de debilidad en el empleo en EE.UU. alimentaron las apuestas a un recorte de tasas por parte de la Fed, pero no lograron sostener a Wall Street. Las tecnológicas ligadas a la inteligencia artificial lideraron las pérdidas.