La corrección en tecnológicas ligadas a la IA arrastró al Nasdaq, mientras crece la preocupación por el impacto económico del cierre del gobierno federal y la falta de datos oficiales.
Tesla lleva mucho tiempo presionando a las autoridades para que den luz verde a su software que, a pesar del nombre, requiere una supervisión humana constante e intervenciones frecuentes.
Las señales de debilidad en el empleo en EE.UU. alimentaron las apuestas a un recorte de tasas por parte de la Fed, pero no lograron sostener a Wall Street. Las tecnológicas ligadas a la inteligencia artificial lideraron las pérdidas.
Los acuerdos nos recuerdan que, si bien los proyectos ambiciosos han generado grandes fortunas para algunos directores ejecutivos, también han provocado fracasos considerables.
Tesla celebra su asamblea anual de accionistas en Austin, Texas, en medio de la expectativa por la votación del paquete de compensación que podría elevar la fortuna de Elon Musk a más de US$1 billón.
Los accionistas decidirán si aprueban el millonario plan que busca asegurar la permanencia de Musk como CEO en plena transición hacia robótica, conducción autónoma e inteligencia artificial.
Los accionistas tienen hasta la medianoche, hora de Nueva York, para decidir el destino del último y gigantesco plan de compensación de Tesla, que podría elevar la participación de Musk en la empresa hasta el 25% en la próxima década.
Las acciones rebotaron apoyadas por el impulso de la IA, nuevos datos económicos y expectativas sobre el fallo de la Corte Suprema sobre los aranceles globales de Trump.
Las acciones cedieron terreno por temores a una sobrevaluación en las tecnológicas. Palantir lideró las caídas, mientras los inversores migraron al dólar en busca de refugio.