Caracas — El sueño de Yulimar Rojas de ser atleta olímpica se hizo realidad. El pasado domingo, la venezolana no solo ganó el oro en salto triple, durante los Juegos Olímpicos Tokio 2020, sino que impuso un nuevo récord mundial, de 15,67 metros.
Su triunfo -que le dio a Venezuela la primera medalla de oro en estos juegos olímpicos, pero la cuarta en su historia-, se sumó al del pesista venezolano Keydomar Vallenilla, quien el sábado había ganado plata en halterofilia, la misma disciplina en la que su connacional Julio Mayora había quedado también segundo, en otra categoría, el 28 de julio.
Pese a algunos contratiempos que experimentaron otros atletas venezolanos por esos días, el triunfo de Mayora -como posteriormente el de Vallenilla y, sobre todo, el de Rojas- fue celebrado en Venezuela, pues fue el que permitió a la nación caribeña estrenarse en el medallero de Tokio 2020.
Y la buena racha para este país no paró con ellos. Para cerrar la semana con broche de oro, este domingo, poco después de que se conociera la noticia del triunfo de Rojas, el simpático ciclista venezolano Daniel Dhers dio motivos para continuar la fiesta, tras ganar la tercera medalla de plata para Venezuela, en BMX Freestyle.
A los cuatro triunfos -la mayor cantidad de medallas que ha obtenido Venezuela en unos juegos olímpicos- ha seguido, sin embargo, un proceso que ha empañado ligeramente las celebraciones, y que comienza con una llamada en común a los ganadores: la del presidente Nicolás Maduro.
“Esta medalla es para Chavez”
En un vídeo de poco más de 2 minutos de duración que Maduro publicó en su cuenta en la red social Twitter, quedó documentada la conversación que sostuvo con Mayora, el primer medallista venezolano de estos juegos olímpicos.
“Le doy las gracias a Dios, a mi familia, a todo su equipo de trabajo, Presidente, que hizo que mi sueño se hiciera realidad”, le dice el joven pesista al Mandatario venezolano, luego de que este lo felicitara y le preguntase cómo se sentía, un mismo guion que siguió con los demás atletas.
Hacia el final de su conversación, sin embargo, se escucha otra voz en la habitación desde la que habla Mayora. Acto seguido, el atleta felicita al fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez, cuyo natalicio se celebraba ese 28 de julio. Y entonces le interrumpen, esta vez con voz fuerte y clara: “El regalo es para él”. Mayora refuerza la afirmación.
En un país tan polarizado como Venezuela, y con las redes sociales como tribuna, las críticas no demoraron en aparecer, aunque no tanto en contra de Mayora, de quien algunos decían que había sido “obligado” a decir esto, ni de los que le siguieron, sino en contra de la politización del deporte.
El ciclista Dhers fue uno de los que se pronunció en este sentido. “Los Juegos Olímpicos son un momento de alegría para nuestro país, independientemente de la inclinación política de los atletas. Así que por favor dejen eso de lado, este chamo dejó el corazón por Venezuela”, dijo en una transmisión a través de la red social Instagram, antes de que le tocara a a él ser el interlocutor de la llamada.
Incluso Maduro defendió a Mayora. Aunque lejos de calmar los ánimos, los caldeó: “¿Se dan cuenta lo miserables que son ustedes (oposición)? (...) ¿Quién le despertó a ese muchacho ese corazón patriota? Hugo Chávez. ¿Quién le dio todo el apoyo para que diera sus primeros pasos como atleta? , ¿quién creó la generación de brillante de oro en Venezuela?, Hugo Chávez”, dijo Maduro en una alocución televisada.
Llama la familia presidencial
El 31 de julio fue el turno de Vallenilla.
Como la de Mayora, su conversación también fue grabada y compartida por Maduro en redes sociales. “Hoy no estuve solo en la plataforma, hoy estuvieron conmigo 38 millones de venezolanos, ayudándome y dándome fuerzas”, dice el pesista, de apenas 21 años de edad.
Durante la conversación, Vallenilla se limita a agradecer la llamada del presidente y a exponer la felicidad que sentía en ese momento: “Gracias a Dios y a todas esas personas que han estado ahí apoyándome, hoy puedo ser subcampeón olímpico, y de verdad gracias a Venezuela y gracias a todos”, dice.
Luego Maduro le envía saludos de parte de la primera dama, Cilia Flores, y este se los devuelve. Lo mismo sucedería, posteriormente, con Rojas y con Dhers.
Aunque parca -para algunos, incluso, “forzada”- la conversación con Vallenilla volvió a abrir el debate. Entre las condenas, destacaba, nuevamente, la pretensión de “usar” a los atletas como “trofeos”.
La reina de Tokio
Tras su triunfo, la de Rojas era la llamada con mayores expectativas.
En Río 2016, una Yulimar más joven, de apenas 20 años, dijo a Maduro, tras haber ganado plata, que estaba “muy feliz” de escuchar su voz e incluso dijo quererle “mucho”, aunque pidió reacondicionamiento de las pistas de atletismo de su país “para entrenar como se debe”. Entonces, Rojas fue víctima de fuertes críticas.
Esta vez no hubo nada de eso “Fue increíble, ha sido una noche mágica para mí, estoy muy feliz, muy contenta de haberle entregado esta alegría a mi país, de haber dado todo por el todo en la pista y de haber hecho historia”, le confiesa Rojas a Maduro, entre risas, luego de que este la llamara “la reina de Tokio” y de que dijera que se le había “metido” un “extraterrestre”. Maduro hizo referencia también al “bailceito” que Rojas hace antes de correr, y esta le dijo que le llamaban “el tumbaíto”.
Durante la conversación, de unos cuatro minutos, Rojas se describió como lo que es: un ejemplo de superación, esfuerzo y dedicación. “Esto es para que los jóvenes se den cuenta que sí pueden luchar, conseguir sus metas y sueños, y que por más difícil que sea que se ponga la situación, siempre hay que levantarnos y nunca hay que ponerte un límite, nosotros venimos de tierra guerrera, llena de lucha, de gente bonita, y bueno, este es un regalo que le estoy haciendo a todo mi país, Venezuela”, agregó, quien agradeció a los 30 millones de habitantes de su país y a los que están fuera también.
Aunque destacó que elevaba la bandera de ocho estrellas -la última de ellas incorporada por el chavismo- Rojas se limitó a enviar un “abrazo” a la familia presidencial -luego de que Maduro hiciera nuevamente referencia a Flores- y le agradeció a este, puntualmente, por seguir su competencia.
Al compartir el vídeo de su premiación, Maduro, sin embargo, tuiteó: “En ese podio estamos contigo, las y los que amamos a nuestro país”. Con eso, desde la campaña para las presidenciales de 2018, se refiere usualmente a su gobierno y sus simpatizantes.
La disposición de Daniel Dhers
A Daniel Dhers también le llegó el turno de hablar con el presidente venezolano.
Con un guion muy similar al de las otras conversaciones, este lo felicitó, lo bendijo y le manifestó su emoción; y le preguntó cómo se sentía, a lo que Dhers contestó: “Me siento muy bien, muy feliz, no solo por mí, porque sé lo que significa para mí, individualmente, pero también lo que significa para venezuela, dándole alegría a toda Venezuela a través del deporte, que es lo más bonito que puede haber”.
Dhers le manifestó estar esperando “volver a Venezuela” para “tratar” de hacer cosas allí “porque hace falta”. “Quiero dedicarme un poquito más a mi país”, insistió, quien se puso a la orden del presidente venezolano. “Cuente conmigo si quiere desarrollar el deporte, el freestyle en específico”, le dijo a Maduro.
Aunque sin mencionarlo, en la breve conversación, el Mandatario hizo referencia al episodio de la bicicleta de Eddy Alviarez, y entonces Dhers se refirió a la situación de inseguridad en su país: “Lo peor es que roban al muchacho que ha vivido en Catia (una parroquia popular de Caracas) toda su vida y lo roban en Tokio”.
A diferencia de los demás, Dhers no lo llama “presidente” sino “hermano”.
La suya fue la conversación que generó menos polémica en redes sociales, donde de hecho fue hasta celebrada.
El domingo, sin embargo, Maduro insistió en que había una campaña en redes sociales “contra todos los atletas y la delegación olímpica de Venezuela”. “Una campaña de insultos, para degradar la fuerza moral de nuestra delegación olímpica, una campaña antipatria, antinatura”, acotó.
Pero, en la misma transmisión, el diputado oficialista Pedro Infante, quien fue ministro del Deporte, sintetizó el que constituye el verdadero motivo de las críticas en redes sociales.
“Usted es el presidente, a partir de estos juegos olímpicos, más ganador de medallas olímpicas. Siete medallas olímpicas ha ganado”, le dijo a Maduro, quien luego aplaude con el resto de los presentes.
Además de las cuatro medallas, Venezuela ha obtenido tres diplomas en estos juegos olímpicos. El más reciente de ellos lo consiguió Naryury Pérez, en levantamiento de pesas, categoría de 87 kg.
Las expectativas están puestas ahora sobre Paola Pérez, quien compite este martes en 10 kilómetros de nado en aguas abiertas.
Como Rojas y Dhers, Pérez está radicada fuera de Venezuela, específicamente en Chile. Según reveló a France24, se vio obligada a salir de Venezuela por la falta de piscinas en funcionamiento. Contó, además, que creó un Go Fund Me por falta de financiamiento para prepararse para participar en los juegos olímpicos.
Cuarenta y tres atletas representan a Venezuela en la cita olímpica.
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