Director de laboratorio Theranos se revela como fuente clave del WSJ

Adam Rosendorff afirma que “se sintió obligado a alertar al público”.

PUBLICIDAD
Elizabeth Holmes sale del tribunal federal de San José, California, el 22 de septiembre.
Por Joel Rosenblatt
28 de septiembre, 2021 | 08:02 PM

Bloomberg — Un exdirector de laboratorio de Theranos Inc. que va a testificar contra Elizabeth Holmes en su juicio penal por fraude reveló que fue una fuente de información para el reportero del Wall Street Journal cuyas historias llevaron al colapso de la startup de análisis de sangre.

Adam Rosendorff ha dicho que renunció a la empresa a finales de 2014 porque consideró que Holmes no estaba dispuesta a abordar los problemas de control de calidad de las máquinas de Theranos. El martes declaró que más tarde recibió una llamada telefónica del periodista del Journal John Carreyrou y aceptó hablar con él extraoficialmente.

PUBLICIDAD

“Me sentí obligado a alertar al público”, dijo Rosendorff a los miembros del jurado. “No sabía muy bien cómo debía hacerlo. Pero cuando se presentó esta oportunidad la aproveché”.

Carreyrou publicó historias en el Journal en 2015 que desencadenaron el desmoronamiento de la empresa y siguió con la publicación en 2018 de “Mala sangre: Secretos y mentiras en una startup de Silicon Valley”. Él confirmó el martes que Rosendorff era el director del laboratorio identificado en el libro con el seudónimo de Alan Beam.

“Adam Rosendorff fue mi primera y más importante fuente”, dijo Carreyrou. “No podría haber escrito la historia de Theranos sin él. Me quito el sombrero ante su integridad y su coraje. Es uno de los héroes de esta historia”.

PUBLICIDAD

Ver más: Cómo el jurado debe ver a Elizabeth Holmes

Rosendorff reconoció, bajo el interrogatorio de un abogado de Holmes, que durante los años que precedieron al testimonio del martes, estuvo hablando con fiscales y funcionarios de varias agencias federales, incluyendo la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), el Servicio Postal de Estados Unidos y la Oficina Federal de Investigación (FBI).

Rosendorff trató de profundizar en sus respuestas e interrogó al abogado de Holmes, Lance Wade, lo que obligó al letrado a pedir repetidamente al juez que ordenara a los miembros del jurado que hicieran caso omiso de las respuestas no deseadas.

Rosendorff es el último de una marcha constante de exempleados de Theranos que están testificando en el juicio en San José, California. El viernes, Rosendorff dijo a los miembros del jurado que, cuando fue contratado por Theranos desde la Universidad de Pittsburgh en 2013, “realmente creyó en la idea” de que la empresa realizara cientos de análisis de sangre con solo un pinchazo. Recordó que le impresionó la “seriedad y la dedicación” que Holmes y otros mostraron. “Pensé que iba a ser la próxima Apple”, dijo, refiriéndose al fabricante del iPhone.

Sin embargo, a los pocos meses de empezar a trabajar, Rosendorff envió un correo electrónico a Holmes con el asunto “Preocupaciones sobre el lanzamiento”, en referencia al despliegue de las máquinas Theranos en las tiendas Walgreens al mes siguiente. “Tengo algunas preocupaciones médicas y operativas sobre nuestra preparación para el 9/9″, decía el correo electrónico.

“Estaba dando la voz de alerta”, dijo Rosendorff a los miembros del jurado. “Sentí que era importante que Elizabeth estuviera al tanto de estas cuestiones como CEO de la empresa”. Rosendorff describió que con frencuencia copiaba a Holmes en las respuestas a los correos electrónicos del presidente de Theranos, Ramesh “Sunny” Balwani, porque ella tenía “más poder dentro de la empresa para hacer correcciones.”

Según Rosendorff, en una reunión individual con Holmes para hablar de los fallos de los análisis de sangre de Theranos pocos días antes de su lanzamiento, Holmes estaba notablemente agitada, respondía con nerviosismo y no era la misma de siempre. Rosendorff dijo que Holmes le dijo que las pruebas que resultaban problemáticas para las máquinas de Theranos podían realizarse en máquinas convencionales que requerían mayores extracciones de sangre venosa.

Holmes y Balwani están acusados de mentir sobre la precisión de las máquinas de Theranos, así como de no revelar que la empresa depende, para muchos resultados, de dispositivos estándar fabricados por otras empresas. Balwani, que se enfrenta a otro juicio el año próximo, se ha declarado inocente.

Rosendorff dijo que abandonó Theranos por la falta de voluntad de Holmes y Balwani de realizar pruebas de aptitud en las máquinas “como exige la ley”.

Theranos “se preocupaba más por las relaciones públicas y la recaudación de fondos que por el cuidado de los pacientes”, dijo.




PUBLICIDAD