La mayor compañía discográfica del mundo crea un supergrupo NFT

El reto para Kingship será el mismo que afrontan todas las bandas: el arte tiene que ser bueno.

Universal
Por Lucas Shaw
11 de noviembre, 2021 | 06:25 PM

Bloomberg — La mayor empresa musical del mundo ha creado una banda de cuatro simios virtuales.

Si esta frase le hace dudar de su cordura, o del estado de la civilización occidental, no es el único. Universal Music Group NV está combinando dos conceptos digitales de moda sobre los que probablemente haya leído en el último año: los tokens no fungibles (NFT) y el metaverso. Gracias a la apreciación de las criptomonedas y a algunos impulsores muy famosos, como Elon Musk y Mark Zuckerberg, han pasado de ser esotéricos a omnipresentes en sólo unos meses.

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Y aunque el auge de las NFT a menudo ha dado la sensación de que se trata de un grupo de personas que ganaron demasiado dinero comprando criptomonedas, las grandes empresas están tratando de averiguar cómo aprovechar tanto las NFT como el metaverso en su beneficio. Facebook, que ha cambiado su nombre por el de Meta Platforms Inc., es el ejemplo más destacado, al abrazar el concepto de un mundo virtual interconectado.

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Universal Music, la casa de los músicos más vendidos, como Drake y Taylor Swift, está trabajando con el coleccionista Jimmy McNelis para convertir cuatro de sus NFT en una banda llamada Kingship.

Kingship se compone de cuatro personajes digitales, tres simios aburridos y un mono mutante, que forman parte de una colección de NFT conocida como el Bored Ape Yacht Club (Club Náutico de los Simios Aburridos en español). El club es una de las historias más exitosas de NFT del año pasado; daba a cualquiera que comprara uno de los simios plenos derechos comerciales para usar la imagen.

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10:22PM, uno de los sellos de Universal, ha contratado a un equipo de criptoartistas y animadores para convertir a los simios bidimensionales en seres tridimensionales. La compañía grabará música para Kingship que publicará en los servicios de streaming. La “banda” actuará y participará en videojuegos, aplicaciones de realidad virtual y en toda la constelación de experiencias digitales conocida como metaverso.

“Puedes llamarlo una banda de NFT, o pensar en ellos como personajes”, dijo Celine Joshua, la directora de 10:22, en una entrevista esta semana. “Los personajes cobrarán vida. Los monos cobrarán vida”.

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Joshua y su equipo van a crear las historias de estos personajes desde cero. Elaborarán una campaña de marketing para presentar a los simios a los posibles fans, explicar cómo se conocieron y describir quiénes son. “Es como la forma en que presentamos a los nuevos artistas al mundo”, dijo.

Joshua es el tipo de ejecutivo que intenta adelantarse a la próxima gran oportunidad financiera. En los últimos años, eso han sido las redes sociales (o Web 2.0 en la jerga tecnológica). Ha intentado convertir a las personalidades de las redes sociales Lele Pons y Chantel Jeffries en músicos, y supervisa gran parte de la relación de la discográfica con plataformas sociales como YouTube.

A medida que los tecnófilos se aglutinan en torno a la idea de la Web 3.0, una Internet descentralizada, Joshua se ha lanzado al mundo de las NFT. Así conoció a McNelis, uno de los principales coleccionistas. McNelis adquirió cientos de NFTs de Yuga Labs LLC, el creador del Club Náutico de los Monos Aburridos y tiene una colección que, según sus cálculos, vale más de US$ 100 millones. Fue uno de los primeros compradores de ethereum, una criptomoneda.

Joshua le lanzó la idea de crear un nuevo grupo y eligió cuatro personajes que pensó que podrían funcionar como banda. Eso incluye un mono dorado, otro de los cuales acaba de venderse en Sotheby’s por US$ 3,4 millones. El mono dorado de Kingship está valorado en unos US$190.000 a precios actuales, según los datos de oferta de OpenSea, el mayor mercado de NFT.

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“Todavía estamos tratando de averiguar qué es exactamente”, dijo McNelis. “Me gustaría que Kingship fuera una de las principales formas de que la corriente principal se introduzca en los NFT en el metaverso”.

Aunque Joshua tiene una idea novedosa, una banda de NFT, una banda virtual no es algo inédito. En 1998, el músico Damon Albarn y el artista Jamie Hewlett crearon un cuarteto virtual llamado Gorillaz. Albarn hacía la música y Hewlett diseñaba cuatro personajes animados que aparecían en los vídeos musicales y en alguna entrevista o actuación en directo. Albarn también concedía entrevistas en representación del grupo y actuaba junto a sus colaboradores musicales.

Lo que es diferente esta vez es la forma en que Kingship ganará dinero, e interactuará con los fans. Joshua planea vender NFTs de Kingship, dando a los compradores acceso a experiencias musicales exclusivas y eventos del mundo real. Piensa en ello como un club de fans para el mundo virtual.

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Los fans siempre han estado dispuestos a pagar grandes sumas de dinero por objetos relacionados con sus grupos favoritos, ya sea una camiseta, un resguardo de una entrada o una vieja guitarra. Lo que cambia ahora es que la gente paga cada vez más por esos objetos de colección, ya sean cromos, zapatos o NFT.

Muchas de las grandes ventas de NFT se han visto como un intento de sacar provecho: oportunistas que aprovechan el momento para vender un bien virtual que no es tan especial. “Habrá muchos turistas en el espacio que abandonen”, dijo Joe Conyers III, un antiguo ejecutivo de la música que ahora trabaja en NFT en Crypto.com

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Los verdaderos creyentes dicen que las NFT ofrecen a los compradores algo real: un poco de propiedad en los artistas que les gustan o el acceso a experiencias especiales. Las NFT también hablan de la difusa línea que separa nuestro mundo tangible del virtual. El cambio de nombre de Facebook a Meta podría ser otro cambio de marca como el de Google a Alphabet Inc. Pero la empresa tiene razón en que la gente vive más en línea y ha adoptado experiencias virtuales como los conciertos en los videojuegos y los bienes virtuales como los avatares.

El reto para Kingship será el mismo que afrontan todas las bandas: el arte tiene que ser bueno.

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