MALa, museo de criptoarte latino: “artistas under la están rompiendo en los NFTs”

En este rincón del mundo cripto, los aristas latinoamericanos están llamando la atención. “Es un arte escondido y al no ser tan visible es como si se estuviera buscando la próxima joya”, asegura Carlos Kong, uno de los líderes de este proyecto.

"Susurros del Ayer", por Enrique Poppe y "Kay Pach", por Jaime Álvarez.
07 de noviembre, 2021 | 01:11 PM

Bloomberg Línea — Un día de verano surrealista, Buda con un casco muy al estilo Daft Punk, vestuarios de Freddy Mercury en la Luna, Quetzalcóatl y una noche estrellada con susurros del ayer recorriendo las desgastadas calles de Cuba... son solo algunas de las obras que se encuentran en las “salas digitales” de MALa.

MALa, o Museo de Arte Latinoamericano, se encuentra ubicado en la blockchain, y las obras son tokens no fungibles (NFTs). Es la primera plataforma enfocada en las nuevas formas de arte digital en la región, y cuenta con una inversión inicial de alrededor de US$17.000.

“Queríamos experimentar y ser los primeros que pisamos en América Latina dándole oportunidad a los artistas latinos para que tengan una vidriera exclusiva” en la explosión del mercado del criptoarte, dice Juan Pablo Papaleo, cofundador de MALa y quien está al frente del proyecto CryptoCracks (una mezcla entre deportes, apuestas y cripto), que recientemente fue seleccionado, por la aceleradora Algorand, con base en Miami, como una de las 10 startups más innovadoras de entre 250 para ser parte del programa de aceleración de la firma.

Dos argentinos y dos peruanos con diversos proyectos en torno al ecosistema de las startups de arte, hotelería y deportes se encuentran detrás de las puertas abiertas de MALa. “Vimos que había varias galerías. Ni siquiera museos, solo galerías. Por ejemplo Foundation, que es la más reconocida, pero donde queda muy atrás lo que es el artista latinoamericano. Había muchas obras de otros lados y de latinos muy poquitas o quedaban muy escondidas”.

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Papaleo se juntó con Carlos Kong, un autodenominado “curioso nato abocado al arte y la tecnología”; Lucas Doi, director creativo; y Christopher Ramos, un “estratega apasionado” para la iniciativa: “‘che, ¿por qué no hacemos algo específico para latinos’?”, recuerda Papaleo sobre la concepción de MALa, que realizó un llamado a 1000 artistas.

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Actualmente, el museo alberga las obras de 100 personas en una especie de ruleta que va rotando. Sale uno y entra otro. “Tratamos de hacer un mix, hay algunos que eran medio desconocidos y se sumaron acá y tienen obras increíbles, queríamos justo eso, mostrar el talento de todos, no importa si tenían cuentas de 100 millones de seguidores o un seguidor”, dice Papaleo.

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Recién vendimos una obra que costaba poco más de mil dólares (Summer Day) y seguramente alguien lo vio como inversión a largo plazo. Este chico (Martín De Pasquale) es ahora conocido, pero por la calidad que tiene, en medio año será super conocido”, comparte.

La ola de éxito de los artistas latinos y lo ‘friki’

Desde el lado del artista, el mercado del criptoarte realmente es un boom, expresa Kong.

Y en este mundo cripto, los aristas latinoamericanos están llamando la atención porque es un “arte de nicho, escondido y que al no ser tan visible es como si se estuviera buscando la próxima joya. Hay muchos artistas que han hecho cosas muy frikis, que no tenían cabida en un espacio de arte normal, siempre en el under, en todas esas cosas, pero no en un espacio del circuito tradicional y ahora te das cuenta de que la mayoría de los que están teniendo éxito en los NFTs son artistas under, que se han hecho totalmente independientes y la están rompiendo precisamente por lo disruptivo”, afirma Kong.

“Me hace acordar mucho”, hila Papaleo, “de cuando por ahí en los 80′s se decía: mira a estos nerd, los que hacen estas cosas locas de ‘no sé, hice una aplicación para... o hice un programita…’ Así super nerd y después se dio vuelta y ahora es: che, mira, este nerd que decían, hoy está en Silicon Valley vendiendo empresas”.

Además, dice Kong, “para las personas extranjeras, es una cuestión medio antropológica porque no tienen conocimiento casi de nada de lo que es Latinoamérica, menos de lo que es arte latinoamericano porque incluso entre nuestros países no lo conocemos… Siempre se espera que algo salga de acá y al no conocer, es más fácil que te sorprendan”.

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Papaleo explica además que en la región hay obras con mayor diversidad porque “América Latina es un caldo de cultivo de revoluciones constante y eso hace que todo artista cuando hay un conflicto, diferentes temas sociales y demás, se exprese cada vez más”.

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Entre algunos de los “cuadros virtuales” con sentido local colgados en MALa se pueden encontrar obras de animales reinterpretados desde el prisma de culturas precolombinas, la relación de la iglesia con las sociedades actuales y el capitalismo. También retratos sobre lo antigua que es Cuba y sus desgastadas paredes en las que pueden mirarse fotos del Che. En esta obra el artista utiliza “una herramienta digital y al mismo tiempo está viviendo en una calle donde el auto que te lleva es del año 57, hay una contraposición de tecnología en un mismo lugar y un mismo momento”, describe el cofundador argentino.

Para Papaleo, el movimiento de los NFTs comenzará a atraer coleccionistas, pero no en el plazo inmediato. “Es un tema super nuevo para América Latina, donde le estás diciendo a una persona, ‘mira puedes comprar una obra, vas a ser el dueño único por un contrato digital’, pero para que la gente haga clic y tome ese cambio de decir: ‘yo no quiero más un cuadro físico, sino que quiero comprar una obra que es un archivo para que sea mío’… ese cambio va a tardar (por ahora)”.

La fuerza y el lado oscuro

Entre los aciertos que MALa observa sobre los NFTs, se encuentran, según Papaleo:

La innovación y disrupción: ”es una noticia pura, desde ahí ganaste la atención, por eso va ganando terreno”.

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También la inversión y el cuidado de los ahorros: “hoy sé que si meto mi dinero en bitcoins o en una cripto o en un NFT, es posible que mañana tenga un valor mayor”.

Otro es que los NFTs le dan por primera vez la oportunidad a los para decir: ‘yo puedo ser mi propio jefe, ilustrar en digital y que cualquier persona en el mundo compre mi obra a distancia y que yo pueda vivir de eso’. “Fueron muchísimos años”, agrega, “donde personas con mucho talento estaban como atadas y ahora se soltó la cadena”.

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Por otra parte, en el lado oscuro de los NFTs…

“Uno rápido y sencillo: hoy NFT es cualquier cosa… puedo mandarte un smile y eso es un NFT, así como un video re contra bacán, expone Kong. “se están aprovechando, son artistas entre comillas que dicen ‘vamos a lanzar una línea de NFT de cualquier cosa’. Y ya pasó, se lanzaron NFT para un juego, la gente los compró y cuando los linkearon en la blockchain, era simplemente un texto que decía: acá debería ir un escudo, cuando el tipo te había vendido un escudo… y no puedes denunciar a nadie, no puedes hacer nada”.

Otro ejemplo se vio, dice, en el mercado NFT de la plataforma de Solana. “Alguien prometió renders 3D de arte y dejó previews, vendió US$200.000 y después cerró todas las plataformas y desapareció”.

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Les toca a los coleccionistas hacer su investigación: “en el mundo del blockchain nunca le creas a nadie lo que te está diciendo”, advierte Kong.

“Creo que el NFT describe muy bien a internet e internet describe muy bien lo que pasa con la sociedad y el mundo en general. Así que el espectro de lo que pueda pasar es tan grande como la humanidad misma”, manifiesta por su parte el argentino, quien sostiene que justo en este punto es cómo el “MALa medía porque le estás comprando a una entidad, a un museo que hace trabajo de curación y que conoce a los artistas y se hace responsable”.

El Yin del Yang

En la evolución de MALa, surgió BUENA, la Brillante Unión Entre Nuestros Artistas. “Exactamente con ese juego de palabras, los artistas pueden donar sus obras para que la entrada de esas compras se entregues a organizaciones sin fines de lucro, como DAR ES DAR, organización que se ocupa de combatir la desnutrición infantil en Argentina.

BUENA arrancó con la obra Crypto Messi, “un homenaje a la incursión de Lionel Messi en el mundo NFT”, según se lee en OpenSea, y cuya autoría corresponde al artista argentino Lukas Nicolino.

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MALa y su ‘fase buena’ prevé abrir para 2022 tres galerías físicas en Lima, Buenos Aires y Barcelona. “Galerías pequeñas donde se van a exponer las obras con realidad virtual para interactuar”, dicen los cofundadores. A largo plazo, la proyección es llegar a Ámsterdam y Nueva York.

“Para mí lo malo ahora (de la blockchain en la región) es que viene muy lento el tema porque es algo demasiado disruptivo en cuanto a cómo venía el arte de 1800 hasta ahora… pero lo bueno, es que es un crecimiento exponencial, toda novedad ahora era impensable en semanas o meses atrás, ya ni siquiera hablamos de años”, remata con un tono de seguridad inconfundible.

En el tercer trimestre de este año, el volumen de operaciones de NFTs ascendió a US$10.670 millones, según un reporte de la analista DappRadar, lo que equivale a un aumento del 704% con respecto al trimestre anterior. “Los últimos dos meses (agosto-septiembre) han sido una explosión literal para el mercado NFT, se lee en el reporte. El primero, indica, “fue un mes récord con más de US$5.200 millones en volumen de operaciones”.