Lo peor de la mora tras el Covid-19 ya pasó en 2021 para la banca salvadoreña

El sector bancario muestra una recuperación en los niveles de crédito, respaldados por el crecimiento de la economía

Banco Agrícola de El Salvador ocupó el primer lugar en créditos en 2021
23 de febrero, 2022 | 01:11 PM

San Salvador — Los índices de morosidad originados por la pandemia por Covid-19 ya pasaron por su peor momento y tenderán a estabilizarse si no se concretan nuevos riesgos, analizó Fitch Ratings sobre el desempeño del sector bancario en 2021.

Adriana Beltrán, directora de Instituciones Financieras de Fitch Ratings, se refiere al proceso que se gestó durante el comienzo de la pandemia, cuando las autoridades decretaron cuarentenas obligatorias, medidas de alivio para los deudores afectados y normas para que la banca pudiera refinanciar o reestructurar dichos créditos.

El esquema temporal finalizó en marzo del año pasado, lo cual incidió a que en julio se alcanzara un índice de morosidad de 2,6%, pero desde entonces comenzó a declinar hasta cerrar el año en 1,9%. Según Beltrán, al sector le favoreció que ingresó a la crisis con niveles bajos, alrededor del 1,6%.

“Ya vimos cómo llegó el pico y empezó a descender, esperaríamos que el índice de morosidad se mantuviera o que si volviera a haber algún pico por otra causa vuelva a retornar a niveles similares a la pandemia”, dijo Beltrán a Bloomberg Línea.

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Los bancos locales robustecieron la calidad de sus activos y equipos de cobranza, observó Beltrán. Además, las constituciones de reservas a diciembre de 2021 rondaron el 162%, lo cual deja en buena posición al sistema para controlar los vencimientos de cartera.

Suben los créditos

La cartera crediticia en El Salvador aumentó en 6,6% a diciembre de 2021, al sumar US$13.711,4 millones entre los 13 bancos que conforman el sistema, según cifras de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF).

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El crecimiento de los préstamos viene impulsado por una recuperación de la economía, del 10,3% del Producto Interno Bruto (PIB) según la última previsión del Banco Central de Reserva. Al cierre de 2020, los préstamos se estancaron, en el marco de una contracción económica del -7,9% del PIB debido al golpe que le propinó el Covid-19.

En 2021 vimos la recuperación de la actividad económica y se reflejó en el crecimiento del crédito, el cual cerró en niveles más altos que los que se tuvo prepandemia”, evaluó Beltrán. En los años previos a 2019, La cartera crediticia subía alrededor del 5%.

Los activos de la plaza bancaria salvadoreña crecieron 3,3% en 2021, a US$21.117,7 millones, una desaceleración tras subir 5,6% en 2020. Pero el renglón que más resiente la pérdida del ritmo es el de depósitos (US$15.619,1 millones), con una variación anual de 2,4%, tras avanzar 11,5% en 2020.

“En los depósitos vemos un crecimiento menor, pero han seguido creciendo y podrían estabilizarse en esos niveles”, observó la analista de Fitch Ratings. Recordó que en 2020 la captación de los fondos del público aceleró a un ritmo de doble dígito debido a la incertidumbre que enfrentaron los agentes económicos, la cual los motivó a preservar la liquidez.

La banca tuvo un año positivo en cuanto a utilidades en 2021. Los US$256,4 millones en este renglón le significan una mejora del 85,6% con respecto a 2020, pero no solamente sobrepasó al año anterior sino que también a las de 2019, el año prepandemia, que les había dejado US$195,7 millones de ganancias.

Las entidades empezaron a hacer diferentes acciones para ganar eficiencias en costos y gastos para compensar la menor actividad de la economía. Comparado con 2020 hubo un mayor crecimiento de los ingresos del sistema bancario que compensó en mayor proporción de los gastos, que fue ayudado con la reactivación de la economía en 2021″, reflexionó Beltrán.

El mercado sigue dominado por los bancos que pertenecen a grupos financieros de Colombia. Banco Agrícola (Grupo Bancolombia), Banco de América Central (Grupo Aval) y Banco Davivienda aportan el 53,5% de los activos del sistema y el 55,3% de la cartera crediticia.

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Las entidades de capital centroamericano ocupan el 32,5% de los activos; las salvadoreñas, tanto privadas como estatales, tienen el 13,2% de relevancia en activos; mientras que las internacionales, apenas el 1%.

Por activos, el banco líder del sistema es Banco Agrícola (US$5.317 millones), seguido por Banco Cuscatlán, del hondureño Grupo Terra (US$3.701,7 millones), Banco de América Central (US$2.981,1 millones) y Banco Davivienda (US$2.56,1 millones).

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