Alejandro Rodríguez: “Quiebre del FdT” deja “un escenario legislativo incierto”

En una entrevista con Bloomberg Línea, el jefe del interbloque Federal pidió al Gobierno argentino que exija al FMI un análisis a fondo del programa Stand By del 2018

Preside el interbloque Federal y es de extrema confianza del exministro de Economía, Roberto Lavagna
29 de marzo, 2022 | 07:00 AM

Buenos Aires — Alejandro Rodríguez, diputado nacional por la provincia de Buenos Aires y jefe del interbloque Federal (ocho bancas, opositor al Gobierno), es de extrema confianza de Roberto Lavagna, exministro de Economía (2002-2005), quien encabezó la negociación con el FMI que concluyó con el pago de la deuda por parte del Gobierno del ex presidente Néstor Kirchner.

Rodríguez y su interbloque de peronistas opositores acompañaron en Diputados la sanción del refinanciamiento de la deuda con el Fondo, semanas atrás. Aunque se despejó el fantasma del default, el debate en torno a la relación entre Argentina y el organismo multilateral está lejos de haber concluido. A través de un proyecto de resolución, el diputado solicita al gobierno argentino que exija al FMI una investigación exhaustiva a través de su Oficina de Evaluación Independiente (OEI), con el propósito de establecer si una parte de los US$45.000 millones entregados a la Argentina, en el marco del préstamo Stand By 2018 durante la presidencia de Mauricio Macri, “terminó financiando la salida de capitales financieros de nuestro país”.

“Muchos directores de ese organismo lo solicitaron hace pocos meses y la novedad trascendió el 22 de diciembre de 2021, cuando se anunciaron los resultados de la Evaluación Ex Post del Stand By 2018 para Argentina”, apunta Rodríguez, quien subraya la relevancia de esclarecer estos hechos.

La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.

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Bloomberg Línea: ¿Consideran importante que el Gobierno no cierre el capítulo del programa Stand By 2018?

Alejandro Rodríguez: Argentina es miembro del FMI. Y como accionista del organismo debe procurar que todas las instancias de las decisiones y los préstamos tengan una evaluación profunda respecto de su consecuencia, resultados esperados, impactos deseados o no deseados. En esa línea es que creo legítimo, y conveniente para la Argentina, que se siga insistiendo hasta lograr que intervenga la oficina de evaluación independiente del programa Stand By 2018.

¿Creen que en las negociaciones que derivaron en este nuevo acuerdo Argentina no jugó como debería la carta del cuestionamiento al programa Stand By?

No, no considero eso. De hecho es público que muchos directores del FMI plantearon la necesidad de que intervenga la oficina de evaluación independiente en el análisis del Stand By 2018. Entonces no se trata de que Argentina haya hecho menos de lo que correspondía, sino de que el directorio considere o reconsidere el pedido de muchos directores para que intervenga la oficina.

¿Qué postura cree que adoptarán ante este debate el bloque del Frente de Todos (FdT) y el de Juntos por el Cambio, el principal espacio opositor?

Entiendo que la decisión de acompañar un proyecto de esta naturaleza no tiene que ser atravesada por ninguna lógica política y partidaria. Creo que debe ser una cuestión de Estado, porque lo que se está solicitando puede ser útil no sólo en términos retrospectivos, sino porque puede generar condiciones para que no vuelvan a suceder situaciones como estas a futuro, cualquiera sea el Gobierno. Dado que somos miembros del FMI, exhortar a que se cumpla con los postulados del convenio constitutivo del Fondo debe ser una cuestión de interés nacional y no estrictamente partidaria. Por eso creo que no debería primar la lógica corta de la perspectiva partidaria sino la visión grande del interés nacional.

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En base a lo que se vio en las votaciones del acuerdo, ¿cómo imagina la agenda legislativa este año?

Hay un escenario legislativo incierto porque lo que se empezó a ver hace unos meses ahora se cristalizó en un quiebre. La representación legislativa del Gobierno en el Congreso se ha quebrado. Eso lleva a que no hay una certeza respecto a cuál va a ser la estrategia del Gobierno con las otras fuerzas que no formamos parte del oficialismo. No está claro si pretenderá abrir el diálogo a una agenda de consenso con proyectos consensuados, o si intentará imponer una agenda propia. En este último caso tendrá una dificultad particular por lo que ha sido el quiebre en el bloque oficialista.

¿Ha habido vocación en buscar consensos?

No. La votación del FMI fue excepcional. Y estuvo atravesada por una necesidad urgente del gobierno y de la Argentina de no caer en una situación de incumplimiento con el Fondo. De ahí en adelante todos los temas que se traten no van a tener la urgencia y la presión que tuvo la votación para el refinanciamiento de los compromisos con el FMI. Ni siquiera esa fue una búsqueda genuina de consenso, sino una estrategia por necesidad. De ahí en adelante no se ven señales de querer acordar una agenda común. Veremos que sucede en los próximos días.

¿Qué rol juega el interbloque Federal dentro del armado peronista?

Somos un interbloque pequeño, que no tiene un número significativo de representantes. Pero sí ha tenido y tiene una fuerte vocación de trabajo para instalar temas, poner límites y buscar equilibrios. Poner límites porque no nos han encontrado ni nos van a encontrar del lado de los que apoyan una reforma judicial o una reforma del Consejo de la Magistratura que vaya en contramano de la calidad institucional. Buscar equilibrios es hacerle ver a Juntos por el Cambio y al kirchnerismo que hay temas que necesitan un consenso más amplio y no la imposición de un sector por sobre el otro.

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