Bloomberg Línea — Hasta marzo de 2022, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) reportó que el desempleo promedio entre sus países miembro siguió cayendo y llegó a 5,1%, desde el 5,2% reportado el mismo mes del año anterior.
Estos resultados significaron el undécimo mes consecutivo en el que la tasa de desempleo de la OCDE cae, aunque aún no alcanza la tasa anterior a la pandemia que era de 5,3% hasta febrero de 2020.
“De hecho, la tasa de desempleo estaba por debajo de la tasa previa a la pandemia en dos tercios de los países de la OCDE en marzo, en comparación con solo la mitad de ellos en febrero”, destacó el organismo en un comunicado.
Con esta tendencia, el número de trabajadores en los países de la organización que están en condición de desempleo también siguió cayendo, alcanzando los 34,6 millones, lo que significa 0,9 millones por debajo del nivel previo a la pandemia.
¿Qué pasó en los países de LatAm?
El promedio de la tasa de desempleo de la OCDE se ubicó en 5,1%. Algunos países como Costa Rica y Colombia mantienen altos niveles de desempleo. El primero, encabeza el listado de los países con mayor tasa en marzo de 2022, llegando a 13,5%. Mientras que Colombia aparece con un desempleo del 12,3% hasta marzo, más del doble del promedio.
Más atrás y con una tasa más cercana a la de la OCDE está Chile, que registró un desempleo del 7,8%.
El único país de LatAm dentro de la organización que logró una tasa de desempleo más baja que el promedio para todo el organismo fue México, llegando al 3,3%.
“Fuera de la zona del euro, la tasa de desempleo se redujo notablemente en México y, de forma más modesta, en Canadá, República Checa, Islandia, Israel, Japón y Estados Unidos. Sin embargo, el desempleo aumentó en Turquía y más levemente en Colombia y Dinamarca”, apuntó el organismo en el comunicado.
Pese a los resultados positivos para el promedio de la OCDE, el organismo fue claro al señalar que esta caída en comparación con el pico de desempleo de abril de 2020, pleno auge de la pandemia, debe interpretarse con cautela, “ya que refleja en gran medida el regreso de los trabajadores despedidos temporalmente” en Estados Unidos y Canadá, donde se registran como desempleados, a diferencia de la mayoría.