Cuáles son las metas clave del acuerdo con el FMI que deberá cumplir Argentina en 2023

En este año electoral, el Gobierno argentino deberá sumar menos reservas que en 2022, pero enfrentará un objetivo más ambicioso para el déficit primario y la emisión monetaria

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Buenos Aires — La economía argentina se prepara para un 2023 desafiante. Además de los múltiples desequilibrios que todavía persisten, de la aceleración de la inflación y de la incertidumbre por los abultados vencimientos de deuda que enfrenta el Tesoro, el equipo económico del gobierno enfrentará este año un escollo no menor: las elecciones presidenciales de octubre.

Suelen observarse en los años impares en la Argentina incrementos del gasto y otros desvíos con fines electorales. Pero este año, esa tentación se verá limitada por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las metas que allí figuran. En especial, por los objetivos de acumulación de reservas, de contener el financiamiento monetario y de reducir el déficit fiscal.

Meta de emisión monetaria de Argentina con el FMI para 2023

Durante 2022, el Gobierno argentino se valió de algunas maniobras para continuar asistiendo al Tesoro sin incumplir la meta de financiamiento monetario del déficit, de 0,8% del PBI. Tal como adelantó el ministro de Economía, Sergio Massa, apenas asumió, el Tesoro no volvió a solicitarle Adelantos Transitorios al Banco Central (BCRA) en los últimos cinco meses de 2022, por lo que las transferencias acumuladas del año cerraron en $620.051 millones, por debajo de la meta de $654.000 millones establecida para el año.

Eso no implica, sin embargo, que el Gobierno no haya seguido emitiendo pesos durante el segundo semestre. Según calculó la consultora 1816, el BCRA viene de comprar en el mercado secundario $1,9 billones de títulos soberanos entre junio y diciembre de 2022. Para la consultora PxQ, que encabeza el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Ágiz, las compras de títulos soberanos por parte del BCRA en la segunda mitad de 2022 se situaron en torno a los $2 billones.

Para este 2023 electoral, en tanto, el acuerdo con el FMI impone un límite de financiamiento monetario de 0,6% del PBI, o unos $883.000 millones. Es decir, un 35% nominal más alto que en 2022, lo que implica una reducción en términos reales dado que el acuerdo plantea una inflación de 60% para el año.

El acuerdo establece que las transferencias del BCRA al Tesoro no deberán superar los $139.300 millones en el primer trimestre; los $372.800 millones en el segundo y los $651.400 millones para septiembre de este año.

Déficit fiscal primario de Argentina en 2023

El desembarco de Sergio Massa en el Ministerio de Economía significó un importante ajuste en el gasto. Esa decisión, que no habían mostrado sus antecesores en el cargo, le permitió al Gobierno argentino cumplir con la meta de reducción del déficit fiscal en 2022.

Según establece el acuerdo firmado con el FMI, el déficit fiscal de 2022 no podía superar los 2,5 puntos del PBI, que equivalían a poco más de $2 billones. A noviembre, último dato oficial disponible, el déficit alcanzaba niveles del 1,8% por lo que el Estado aún tenía margen para gastar unos $562.000 millones sin que ello implicara incumplir la meta.

De cara a este año, el Gobierno deberá apretar aún más el cinturón fiscal ya que el déficit deberá recortarse desde los 2,5% puntos de 2022 a 1,9%.

Meta de acumulación de reservas para el BCRA

Otro de los grandes desafíos que enfrentará el Gobierno este año -además de recortar el gasto en un año electoral- será el de acumular reservas internacionales.

Al cierre de 2022, Jorge Carrera -quien integra el directorio del BCRA- aseguró a través de su cuenta de Twitter que “Argentina cumplió nuevamente con la meta de Reservas Internacionales Netas (RIN) del acuerdo con el FMI”.

Con datos preliminares, señaló, las RIN llegaron a US$7.750 millones, lo que implica una acumulación de US$5.473 millones durante el año. Dicha cifra quedaría por encima del objetivo de US$5.000 millones para 2022, objetivo que, cabe recordar, había sido revisado a la baja desde los US$5.800 millones iniciales.

Para este 2023, en tanto, el acuerdo estipula que las RIN del BCRA deberán trepar a US$9.800 millones, unos US$4.327 millones más que los US$5.473 millones que dijo Carrera que se acumularon durante 2022. El cronograma establece que las Reservas Internacionales Netas deberán crecer hasta US$5.500 millones al cierre del primer trimestre, a US$8.600 millones al segundo, y a US$8.700 millones para el final del tercero.

Dicha meta sumó, en estos últimos meses, un escollo no menor: la sequía, alertó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su último informe, provocaría que la liquidación de divisas del campo caiga en US$10.700 millones respecto a 2022.

De materializarse un escenario semejante, consideraron los analistas de 1816 en su último informe, “las alternativas tradicionales serían dos: hacer el salto cambiario al que tanto se resiste el Gobierno o endurecer más el cepo”. La salida por la tangente, agregaron, sería extender el dólar soja a más sectores exportadores y extender el dólar Qatar a más sectores importadores.